Maquinaria agrícola, construcción y metalúrgicas empujan la actividad

Maquinaria agrícola, construcción y metalúrgicas empujan la actividad

Son los sectores industriales que encabezan la recuperación en Córdoba. Tractores, cosechadoras e implementos siguen a todo ritmo y se acoplaron las obras, públicas y privadas.

Aún en plena pandemia, la maquinaria agrícola en Córdoba nunca dejó de expandir su producción, aprovechando una serie de argumentos que le sirvieron de viento de cola, en particular las buenas campañas del agro, la brecha cambiaria y la falta de alternativas de inversión atractivas para los productores. Eso llevó a que muchos actualicen su capital de trabajo, sus herramientas, y motorizaron así a uno de los sectores más dinámicos de la economía cordobesa.

 

Por eso no sorprendió que en la última encuesta realizada por la Unión Industrial de Córdoba (UIC) apareciera como uno de los tres que más empujan la actividad en la provincia. Los últimos datos del Indec son contundentes con respecto a esto: la fabricación de maquinaria agropecuaria aumenta interanualmente 66,4%. La actividad del sector continúa con el crecimiento observado en los últimos meses y presenta subas interanuales en las unidades producidas de tractores, cosechadoras, pulverizadoras autopropulsadas y ciertas líneas de implementos. Pero además, si se toma el acumulado del año, con respecto al acumulado de 2020 se observa un alza en el nivel de producción del 95%.

Tres departamentos reunieron la mayor cantidad de industrias con caída de rentabilidad: Río Cuarto, San Martín y Colón.

En el relevamiento de la UIC, el 53% de las empresas de ese sector admite que sigue en expansión su actividad, mientras un 21% dice estar estabilizada.

Otro de los rubros de actividad que empujan en Córdoba es el de los metalúrgicos, con 55% de empresas consultadas que dijo estar ampliando su producción, y también el de la construcción, con un 50% de empresas que se expresaron en el mismo sentido. Ambos están conectados.

Ayer, Atilio Lunardi, presidente del Cecis y empresario de la construcción, dijo puntualmente que “después de un parate importante que comenzó antes de la pandemia, repuntó ya el año pasado con la brecha entre el dólar oficial y el blue, lo que llevó a muchos a comprar materiales entre junio y septiembre de 2020. Eso se usó a partir de ese momento y la mano de obra comenzó a reactivarse”, recordó el empresario en declaraciones al programa radial Buen Día Río Cuarto.

Y agregó: “En este momento no hay nuevas obras pero siguen las que comenzaron y entonces se mantiene un nivel de ocupación razonable”.

Por su parte, el informe del Indec explica también que “con respecto a la demanda de productos siderúrgicos, se sostiene el buen nivel de pedidos desde el sector de la construcción, aunque en mayo (último dato oficial) la demanda observa una merma como consecuencia de las restricciones derivadas de la pandemia”. Otros sectores que impulsan en mayo la demanda de productos siderúrgicos son la industria automotriz, la fabricación de maquinaria agrícola e implementos y la fabricación de electrodomésticos.

En el otro extremo de las que pasan por un buen momento, están las industrias gráficas y del papel, junto con las plásticas, de acuerdo a la UIC. En las primeras, a su vez hay un dato que agrava el cuadro: es el sector que más rentabilidad perdió ya que el 44% de las empresas admitió que se deterioró su margen. En cambio, sólo el 17% de las industrias plásticas admitió esa realidad.

Según la encuesta de la UIC, la rama fabril que menos rentabilidad perdió es la de las autopartistas ya que apenas el 8% respondió en ese sentido. En contrapartida, la que más empresas con mayor rentabilidad reunió fue la construcción: el 40% dijo que le mejoró en la comparación interanual.

Por último, hubo tres departamentos que reunieron la mayor cantidad de empresas con caída de rentabilidad: Río Cuarto, San Martín y Colón.

El precio de la soja cayó casi US$ 10 en Chicago y cerró a US$ 511,6

Los precios de los granos cayeron de manera generalizada ayer en el mercado de Chicago, en una jornada en la que se destacó el retroceso de casi US$ 10 en la soja, mientras que el trigo y el maíz marcaron pérdidas de menor magnitud.

El contrato de agosto de la oleaginosa retrocedió 1,86% (US$ 9,74) hasta los US$ 511,56 la tonelada, a la vez que la posición septiembre bajó 2,39% (US$ 11,94) para concluir la jornada a US$ 486,39 la tonelada.

Los factores que determinaron la baja radicaron en una mejora en la condición del cultivo implantado en Estados Unidos, a partir de lo que detalló un nuevo informe del Departamento de Agricultura (USDA) que dio cuenta que las plantaciones en estado de bueno a excelente rondan el 60% del total, con un avance de dos puntos porcentuales respecto a mediciones del mes pasado.

Esto significó un revés para las previsiones del mercado, que proyectaban una baja de un punto en la condición del cultivo hasta el 57%, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Otro factor que presionó los precios del commodity a la baja fueron los pronósticos de un clima beneficioso para la soja en EE.UU., con más precipitaciones y temperaturas más frescas a las usuales para esta época del año, "justo cuando la gran mayoría de los lotes alcanza su etapa crítica para la determinación de rindes", puntualizó la BCR.

Estos puntos se dan, además, en un marco de márgenes negativos de la molienda china, que "amenaza con ralentizar las compras en Estados Unidos", como así también "las elevadas existencias de aceite de soja, en tiempos turbulentos para los biocombustibles en Estados Unidos", explicó la corredora de granos Granar.

Además, también presionó los precios "la incertidumbre que generan entre los inversores los rebrotes de Covid por la aparición de la variante Delta, que podría poner en entredicho el despegue de las economías globales".

Los subproductos de la soja acompañaron la caída, con un retroceso del 2,63% (US$ 10,36) en la harina hasta los US$ 383,38 la tonelada, mientras que el aceite se retrajo 2,08% (US$ 29,76) para cerrar a US$ 1.394,84 la tonelada.

Por su parte, el precio del maíz retrocedió 1,47% (US$ 3,25) y se posicionó en US$ 216,72 la tonelada, ante una toma de ganancias por parte de los fondos especulativos.

Por último, el trigo cayó 0,68% (US$ 1,84) y se ubicó al finalizar la sesión en US$ 266,21.

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