Las maniobras de Caputo para conseguir $15 billones y evitar que el dólar se recaliente

Las maniobras de Caputo para conseguir $15 billones y evitar que el dólar se recaliente

Quiere forzar a los bancos a que apuesten por títulos con vencimientos después de las elecciones. Y, además, evitar que queden pesos boyando que vayan hacia el billete verde y suban su cotización.

 

Por: Marcelo Di Bari

 

Parado sobre una montaña de vencimientos de deuda de corto plazo en pesos, el gobierno instrumentó una nueva táctica para la licitación de títulos públicos convocada para este miércoles: decidió limitar la oferta de los que vencerán en los próximos 45 días.

Según la comunicación oficial de la Secretaría de Finanzas, de los títulos más cortos, que vencerán el 12 y el 30 de septiembre próximos (plazos de 29 y 47 días), sólo se aceptarán ofertas hasta $ 3 billones y $ 4 billones, respectivamente.

En cambio, no habrá límites para los más largos. En este grupo se contabilizan letras que vencen después de las elecciones nacionales de medio término: el 31 de octubre y 10 de noviembre de este año, el 16 de enero y el 13 de febrero del año próximo. Además, un bono ajustable por CER al 31 de octubre y otro atado al precio del dólar a cancelar el 15 de diciembre.

A último momento se agregaron otros tres títulos cuyo interés es la tasa TAMAR (la tasa mayorista que pagan los bancos por plazo fijos superiores a los $ 1.000 millones) con vencimientos a noviembre de este año y enero y febrero de 2026. El propósito de las autoridades es desviar hacia este segmento la mayor parte de la liquidez que hay en plaza y lograr que los bancos, los mayores tenedores de estos títulos luego del desarme de las Lefi (Letras Fiscales), acepten colocar su dinero a plazos tan largos.

Todavía está fresco el antecedente de julio, cuando al dejar de renovarse las Lefi quedaron boyando unos $ 10 billones que las entidades financieras venían renovando a diario y no quisieron colocar en plazos más largos. Esa masa de dinero, se presume, fue la que fogoneó la subida del dólar, que se disparó 14% a lo largo del mes y por primera vez se acercó al techo de la banda cambiaria.

Para subsanar ese error, Economía debió lanzar licitaciones de títulos por fuera del cronograma previsto y pagar tasas de interés de hasta 65% anual. Además volvieron los pases activos del Banco Central, práctica que el gobierno había desterrado en su afán de eliminar toda fuente de emisión monetaria.

La bola de nieve

La decisión de estirar los plazos busca frenar la bola de nieve que se armó con las cada vez más cuantiosas licitaciones, única herramienta que tiene a mano para “rollear” la cantidad de obligaciones por delante. Esta semana el Tesoro necesita obtener $ 15 billones para saldar los títulos a cancelar en los próximos días. El 29 de agosto hay otros vencimientos por alrededor de $ 8 billones.

“El tope en los tramos más cortos y la inclusión de instrumentos de mayor plazo sugieren que el Tesoro buscaría extender ‘duration’ para aliviar vencimientos abultados en lo que resta del año”, señaló una comunicación enviada por el Grupo Cohen a sus clientes. Sin embargo, las dudas sobre la efectividad de la “sintonía fina” del gobierno a la hora de ordenar ese festival de bonos todavía subsiste.

Pablo Quirno, a cargo del área de Finanzas, admitió en su cuenta en la red social X que hay otros $ 7,7 billones a abonar en septiembre y $ 5,6 billones en octubre. En su último informe sobre operaciones de deuda pública, la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) estimó que entre noviembre y diciembre también hay compromisos en firme por $ 26,2 billones. A esos montos se agregarán los valores que se adjudiquen en la licitación de esta semana.

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