El Lollapalooza y 130 mil personas pasaron por San Isidro

El Lollapalooza y 130 mil personas pasaron por San Isidro
El evento mundial más importante de rock alternativo, punk, rap e indie se presentó por primera vez en el país
Desde finales de 2013, cuando se anunció la noticia, los fanáticos de la música alternativa esperaron impacientes que llegaran estos días y la respuesta no fue menor: más de 130 mil personas asistieron al Lollapalooza, uno de los festivales de música más importantes del mundo desde 1991, que se presentó por primera vez en la Argentina, con San Isidro como sede. La cita fue en el Hipódromo local los días 1 y 2 de abril.

Las dimensiones del Hipódromo sanisidrense –con su entorno arbolado y el enorme espacio de césped–, sumado a la seguridad que hay en San Isidro, la limpieza de la zona y la accesibilidad para los automóviles fueron los factores que determinaron que los responsables de la organización se decidieran en la elección del predio.

“Nuestros socios americanos nos comentaron que el lugar es de lo mejor que han visto en todas sus ediciones, en el nivel mundial. La historia de los festivales en la Argentina no había sido tan satisfactoria, hasta este momento, porque justamente nunca se encontró un predio que tenga tantas comodidades como éste. El apoyo del intendente y su grupo de trabajo fue vital para lograr el resultado que obtuvimos”, destacó Marcelo Figoli, presidente de Fénix Entertainment Group, la empresa que produjo el evento junto con Perry Farrel –creador del Lollapalooza y líder de Jane’s Addiction que estuvo presente ambas jornadas–, William Morris y C3.

El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, se hizo presente durante las jornadas en las que desfilaron por los distintos escenarios más de 40 grupos internacionales y nacionales, entre los que se destacaron Red Hot Chili Peppers, Soundgarden, Nine Inch Nails, Arcade Fire, Pixies e IKV, entre otros.

“Estamos felices de contar con un festival de esta magnitud. Cumplimos con todas las normativas ambientales, como el consumo medido de energía, el nivel de decibeles, la seguridad y el acceso de transportes”, celebró Posse.

Enrique Olivera, presidente del Jockey –club al que pertenece el Hipódromo–, explicó que el predio se preparó “extraordinariamente bien”. Y agregó: “Es un placer hospedar un evento de nivel internacional, que es para toda la familia. Estoy feliz por la oportunidad que se le brinda a la gente de presenciar tantos grupos musicales de primer nivel, algo inédito para San Isidro”, concluyó.

En la carpa que el municipio levantó durante ambos días, y con Soundgarden como música de fondo, la conductora y modelo Karina Mazzoco –madrina del Centro de Estimulación Temprana de San Isidro “El Nido”– comentó: “Se los ve a todos muy felices y disfrutando. Este distrito demuestra, una vez más, el nivel cultural que tiene y lo nutrido que es”.

El Festival montó también un Espacio Verde y el programa Rock and Recicle, un sector pensado para generar conciencia sobre el cuidado del ambiente y la sustentabilidad. Había stands donde ONGs mostraban su trabajo y voluntarios que, además de divertirse, orientaban a la gente para que depositara los deshechos según el material y así pueda reutilizarse.

Con cuatro gigantes escenarios montados de espaldas a las avenidas Centenario y Unidad Nacional, como principal atracción, el Lollapalooza mostró por qué también es distinto a los eventos que se hacen en el país y armó muchísimos stands para comer, beber, descansar, jugar, pasar un buen rato en familia y trabajar –inclusive– para aquellos que cubrían los shows.

Además estuvo el original espacio Kidzapalooza, abierto para que toda la familia disfrute el Festival, con contenidos y actividades especialmente pensadas para los más chicos como clases de yoga, de plástica, talleres para hacer juguetes con materiales reciclables y pintar un mural comunitario.

Comentá la nota