Lollapalooza anunció su programación argentina

Lollapalooza anunció su programación argentina

Jack White, Pharrell Williams, Calvin Harris, Robert Plant and The Sensational Space Shifters, The Smashing Pumpkins, Foster The People, Bastille, Cypress Hill, y más artistas se presentarán el sábado 21 y domingo 22 de marzo nuevamente en el Hipódromo San Isidro, en lo que será la segunda edición local Lollapalooza, una de las marcas más conocidas en el actual negocio de la música.

El primer día actuarán Jack White, Calvin Harris, Robert Plant and the Sensational Space Shifters, Foster the People, The Kooks, Interpol, Nicky Romero, Cypress Hill, St. Vincent, Chet Faker, The Chainsmokers, Carnage, Kill the Noise, Molotov, Three Days Grace, Ed Motta, Leiva, Maxi Trusso, La Fernández Fierro, Chancha Vía Circuito, Hipnótica, Francisca y los Exploradores y Despertar Antoles.

El domingo 22 lo harán Pharrell Williams, Skrillex, Smashing Pumpkins, Kasabian, Major Lazer, Bastille, Alt-J, Pedro Aznar, Damien Marley, Dillon Francis, Nofx, Rudimental, Dancing Mood, Poncho, Miss Bolivia, Zero Kill y Sambara.

Además el festival tendrá sus sideshows, conciertos paralelos, con Kasabian y The Kooks juntos en La Rural, el 23 de marzo; Skrillex, con Kill The Noise como artista invitado, se presentará también en La Rural, el 21 de marzo. Mientras que los elogiados Alt-J dará un show en Niceto. El festival presentará cinco escenarios en un predio especialmente acondicionado para esta inmensa experiencia de música y arte, además de una amplia propuesta gastronómica con más de 25 variedades para todos los gustos, más un espacio para niños.

Lollapalooza fue en los años noventa el sinónimo de contracultura, el lugar del nacimiento y consagración del grunge, la plataforma de lanzamiento de muchas bandas (de Cypress Hill y Stone Temple Pilots a Kings of Lion o 30 Seconds to Mars, por citar algunas) que lograron un posicionamiento central en el panorama del rock contemporáneo.  Pero su espíritu fundador, el de ser un festival itinerante y alternativo (donde además hacían campaña ONG y grupos políticos) desapareció para dejar solamente la franquicia como sinónimo de grandes números. Lollapalooza es, hoy, mainstream, pero también fue la semilla de un cambio en el negocio musical: el primer megaevento itinerante. Hoy las recaudaciones por espectáculos en vivo duplican las que se obtienen por la venta de registros discográficos, seriamente heridos por la piratería (creada, justamente, por las mismas herramientas que hicieron posible la baja de costos en la venta de discos: la digital). La idea de un megaevento viajero logró instalar la franquicia Lollapalooza en los EE.UU. y Canadá, y luego transformarse en una marca de consumo masivo –especialmente luego de que en 2006 fuera “resucitada” por sus actuales dueños, la agencia William Morris y Capital Sports & Entertainment– como un festival de dos días en Chicago con ediciones en Chile, Brasil, Israel y, desde 2014, la Argentina. El negocio sigue firme y hoy el festival es la vidriera del rock y el pop más importante, u una cantera para motorizar números locales y alternativos.

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