"La libertad de los porteños no se negocia"

"La libertad de los porteños no se negocia"
Tras el anuncio del Jefe de Gobierno, el legislador Cristian Ritondo defendió el Decreto firmado y dijo que "la Ciudad les dice a los ciudadanos porteños que nadie nos va a atropellar".

"La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con este proyecto de ley, se coloca en una posición de irrestricta defensa de la República como siempre lo ha hecho y como lo demuestra su tradición republicana desde los orígenes de la Patria", dijo el vicepresidente 1º de la Legislatura, Cristian Ritondo.

Agregó "La República demanda, para que todos los ciudadanos podamos vivir en libertad, que se respete la libertad de expresión en todas y en cada una de sus manifestaciones porque sin libertad de expresión no hay democracia. En un sistema republicano, representativo y federal cada jurisdicción tiene facultades autónomas en el marco normativo que establece la Constitución Nacional. Sin embargo, conviene recordar que el federalismo se fundamenta en la libertad individual tanto de cada persona como de cada jurisdicción".

Para el Diputado del PJ macrista, "la libertad de los ciudadanos en la Ciudad no se negocia. Se respeta y se defiende desde los poderes públicos constituidos y desde la misma ciudadanía a través de sus organizaciones libres y no gubernamentales. La Ciudad les dice a los ciudadanos porteños que nadie nos va a atropellar. El Gobierno de la Nación tiene sus competencias y nosotros tenemos las nuestras. Así es el federalismo y así actuamos en consecuencia. Los derechos y garantías de los ciudadanos porteños son sagrados, y sagrada es la libertad de expresión".

Ritondo afirmó que "cuando observamos, vemos y oímos expresiones gubernamentales nacionales irrespetuosas de la libertad de expresión de algunos medios críticos, nos preocupa. Y la mejor forma de prevenir atropellos a la libertad de expresión es legislando siempre a su favor y nunca a favor de ningún gobierno de turno. Las amenazas de expropiaciones de empresas por razones políticas coyunturales nos retrotraen a etapas funestas de la historia ya superadas desde la sanción de la Constitución Nacional de 1853. Caer en ese tipo de errores conspira contra la democracia y nos acerca a un régimen de pronunciados rasgos dictatoriales".

"El máximo poder de una sociedad democrática siempre es el Estado. De ahí que los ciudadanos se amparen en él para que nadie viole los derechos humanos, y de esos derechos el más elemental es el de la libertad de expresión. Pero si el Estado adopta a través de sus funcionarios circunstanciales actitudes, leyes, medidas y cualquier otro tipo de proceder fáctico adverso a la libertad de los ciudadanos, deja de desempeñarse dentro de la normativa constitucional y avanza en la práctica propia de regímenes personalistas y dictatoriales", dijo el Vicepresidente 1º de la Legislatura porteña.

Finalmente, Ritondo señaló: "en la Ciudad hay libertad y nuestra libertad es innegociable y para todos. Lo mismo queremos para la República Argentina".

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