La Justicia investiga a los dueños del centro de recuperación tomado

La Justicia investiga a los dueños del centro de recuperación tomado
Luego de la toma de las instalaciones de la Fundación Volviendo a la Esencia que realizaron los familiares de los internos allí alojados, la Justicia investiga cómo era su funcionamiento.
Según fuentes oficiales, los responsables del lugar, ubicado en el kilómetro 42,500 de la ruta 8, son 4 profesionales, 2 médicos, 1 terapeuta y 1 psicólogo, todos domiciliados en la Capital Federal.

Las mismas fuentes aseguraron que los 4 se encuentran “a derecho”, ya que se presentaron ante la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº1 de Pilar, que lleva adelante la investigación y están identificados.

El titular adjunto de la UFI, Washington Palacios, ordenó análisis de sangre y orina en los 47 pacientes que estaban alojados en el centro de recuperación.

El fiscal intenta con los exámenes, determinar si los pacientes estaban medicados y con qué medicamentos lo hacían, ya que según la denuncia de familiares y los propios internos, allí los drogaban para mantenerlos en un estado en el cual era fácil manipularlos.

En tanto, la Justicia ya tiene en su poder documentación, historias clínicas de los internos, una computadora y medicamentos que los peritos, junto al fiscal y el médico de la policía, secuestraron el mismo jueves, durante el allanamiento que hicieron en la quinta.

La causa, por ahora, está caratulada como “averiguación de ilícito”, ya que las pesquisas deberán determinar si lo hubo y cuál sería la infracción a la ley de todas las posibles que fueron enumeradas por los familiares de las víctimas.

Sin habilitación

Según señalaron fuentes oficiales, el lugar no contaba con habilitación para funcionar, la cual debe ser expedida por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. Mientras que reconocieron que habían comenzado el expediente para obtener la habilitación comercial del Municipio, la cual aseguraron se caería automáticamente sin la documentación provincial.

Al mismo tiempo, fuentes de la investigación aseguraron que entre las versiones de los internos existen relatos que se contradicen con las que se hicieron públicas, pero prefieren reservar las conclusiones para la Justicia.

Por otra parte, fuentes policiales reconocieron que el último sábado se produjo el fallecimiento de un hombre de unos 50 años, que habría muerto de cirrosis.

Al ser consultadas, las fuentes remarcaron que el hecho ocurrió el sábado 17 y que la misma Fiscalía actuante en la investigación por el funcionamiento, la UFI Nº 1, intervino en el caso para retirar el cuerpo de la persona fallecida.

La toma de la fundación comenzó el jueves último pasadas las 14.30, cuando familiares de los internos entraron por la fuerza y sacaron a las 77 personas que se encontraban allí: 47 internados y 30 en tratamiento ambulatorio.

El rescate se dio en medio de denuncias de maltrato, torturas y abandono de personas que la Justicia trata ahora de determinar si existieron.

15

son los centros terapéuticos que ofrecen sus servicios de recuperación de adicciones en el distrito.

El dato

De los 47 internos que se encontraban en la Fundación Volviendo a la Esencia, 45 volvieron con sus familias y 2 quedaron internados en nosocomios pilarenses a la espera de que sus parientes vengan por ellos. Un hombre de 38 años, que hasta ayer estaba en el Hospital Juan Cirilo Sanguinetti y un chico de 15 que se encuentra en el Hospital Federico Falcón de Del Viso.

Las familias de los internos

“Mi hija había prometido salvar a sus compañeros”

La madre de una de las jóvenes que estaba internada en la Fundación Volviendo a la Esencia relató lo sucedido a través de Materia Prima, lunes de 8 a 10 por FM Plaza (92.1Mhz).

La mujer que se identificó como Graciela, mamá de María Belén, contó que ella sacó a su hija el lunes último, luego de 5 meses de no poder verla porque los responsables del lugar se lo impedían.

“La destruyeron psicológicamente y le decían que la familia no la quería más”, aseguró la mujer, que denunció: que a otro joven de su barrio lo retiró la familia en mal estado, con 10 kilos menos y con marcas de ataduras en piernas y brazos.

“Mi hija y el otro chico le habían prometido a sus compañeros que los iban a salvar y por eso fuimos”, así explicó Graciela la toma del lugar por parte de los familiares, el martes último.

La mujer que aseguró pagar 8 mil pesos para tener allí internada a su hija, acusó a los responsables de hacer practicar rituales a los internos.

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