Ahora sabe –aunque siempre lo imaginó- cómo paga Néstor Kirchner y de qué materia está hecho su desprecio. Las 240 viviendas del Plan Federal del barrio La Movediza que el gobierno nacional pasó al olvido a menos de la mitad de la mitad de su construcción, permitiendo con la falta de pago que la empresa contratista abandonara la obra, es una muestra cabal de cómo se lo va a recordar al ex presidente en funciones: como un político duro, implacable, sin un solo matiz de estadista. Un perfecto usurero en la manejo de la caja del Estado Nacional, sin escrúpulos de ninguna índole.

Lunghi está pagando con creces el haberse subido a la cosechadora del agropiquete tandilero en los días del árido conflicto del campo con el gobierno nacional. Nadie, en la ya lejana Casa Rosada, le atiende el teléfono y una segunda línea del gabinete de la señora Cristina ya le hizo saber que para Tandil "no habrá ni agua". Viviendas, mucho menos. Alrededor de cincuenta vecinos que están en la lona ocuparon lisa y llanamente los restos de esas viviendas en construcción colocando al jefe comunal en un virtual jaque mate. Lunghi no va a denunciar la usurpación a la fiscalía ni mucho menos va a mandar a reprimir a los ocupas locales. Pero de allí a convalidar la usurpación –si acepta colocarles el servicio de luz, por ejemplo- habrá un paso. Sesenta de las 240 viviendas ya estaban adjudicadas, y si el poder político da muestras de aceptar esta metodología claramente fuera de la ley, cualquiera podrá arrogarse el derecho de hacer cualquier cosa. Ergo: su autoridad quedará esmerilada.

¿Cuál es la movida que está pensando el intendente para salir de la encerrona? Denunciar en la Justicia al gobierno nacional por incumplimiento de contrato y dejar que su primera línea empiece a trabajar políticamente la delicada coyuntura social que presenta el tema Movediza. Una alta fuente del gobierno expresó al Portal que no tienen dudas de que detrás de la desesperación y el hastío de los vecinos que ocuparon las viviendas, hay una operación política construida por tres nombres: Néstor Auza, en primer lugar; Juan Olano (del Movimiento Evita) y el socialista Maestrojuán. Si esto es así o no a esta altura de los hechos resulta irrelevante. Es más, la epístola que los vecinos que usurparon las viviendas le escribieron al intendente, contiene un fragmento sumamente crítico dirigido a Auza. Allí los firmantes aseguran que "no hemos encontrado ningún tipo de respuesta en el legislador provincial que acaba de dejar la función, y que le interesa más el qué dirán en la gestión nacional que las necesidades de la gente, pretendiendo hacer campaña con la entrega de subsidios".

Un cóctel explosivo de exclusión, desidia y oportunismo político se agita en derredor de la derrumbada Piedra Mágica y la réplica que, paradojalmente, el gobierno nacional financió en los no tan lejanos tiempos, cuando al ex presidente en funciones vociferó para la multitud que Lunghi lo entusiasmaba.

Tal entusiasmo ha mutado en desprecio y odio. Hoy la obra abandonada por el gobierno nacional son las viviendas del Plan Federal de la Movediza. Pero se infiere que la cosa no quedará allí: hace rato que en Villa Aguirre no hay movimiento alguno respecto a las cloacas y nunca empezada construcción de la Planta Depuradora. Para decirlo escatológicamente: asistimos a la degradación de la ciencia política devenida en una auténtica mierda.