El gobernador Gildo Insfrán ratificó el propósito de su gestión de seguir defendiendo la educación pública, recordando que el año pasado había anunciado que esta vez se iniciarían las clases en dicha localidad del centro oeste “y hoy, como siempre, vinimos a cumplir con nuestra palabra que es un compromiso con el pueblo”

“Venimos a hacerlo con alegría y con profundo amor”, expresó para solicitar a la población que no deje que las malas ondas que quieren incorporar en los formoseños hagan mella en la convicción de que siempre hubo situaciones difíciles “de las que no se sale agachando la cabeza sino levantándola y enfrentándolas como lo hizo Néstor Kirchner y como lo está haciendo nuestra Presidenta”.

Explicó que su gobierno apuesta a la educación por tratarse del valor agregado más importante en lo individual y lo colectivo porque le sirve a cada ciudadano para realizarse.

“Pero como nadie se realiza en una comunidad que no se realiza, ese conocimiento que adquiere debe compartirla con la comunidad para vivir mejor”, significó para subrayar que ese era el sentido que tenía el acto que presidía en un lugar al que calificó como emblemático porque la escuela que fue creada hace 78 años tuvo su primer edificio adecuado durante la gestión de Juan Perón en 1952 y la nueva estructura en esta gestión justicialista de la segunda de las dos mejores décadas de felicidad y de grandeza que, a su criterio, han tenido el pueblo y la Nación.

Dijo que el acto que se realizaba en Laguna Yema no era uno más ya que adquiría particular importancia para esa localidad, para la provincia y para la Nación toda porque es un lindo mensaje el que enviamos cuando se ve la puja que hay a nivel nacional mientras que desde aquí se transmite una imagen de unidad, de amor, de concordia, de comprensión y de entender que en el sistema educativo el único privilegiado es el niño.

Insfrán, que estuvo acompañado por el vicegobernador Floro Bogado, el presidente provisional de la Legislatura, Armando cabrera, el Jefe de Gabinete, Antonio Ferreira, el intendente lugareño, Luis Corvalan, legisladores nacionales y provinciales, ministros del PE, intendentes y la comunidad que se volcó masivamente a la ceremonia, trajo a cuento el hecho de que se escuchan discursos grandilocuentes pero que no se condicen con la realidad, tal como cuando se dice defender la educación pública y en los hechos y el accionar lo único que se hace es favorecer a la educación privada.

“Nosotros somos coherentes con lo que decimos y hacemos: queremos una educación fuerte, consolidada, con calidad educativa así como queremos un servicio de salud consolidado y fuerte y que esté al servicio del que menos tiene en igualdad de condiciones”, significó.

El cambio

Esa reflexión llevó a Insfrán a resaltar: “Laguna Yema cambió; Formosa cambió”. Admitió que hay algunos que no quieren ver los cambios, aunque insistió en que “no los voy a atacar porque hice la promesa de usar el 99% de nuestra energía en la construcción de esta nueva Formosa y solamente el 1% para contestar agravios”.

Considera que con las obras que se están realizando se cumplen viejos sueños de varias generaciones de formoseños, para comentar a los presentes que hace muchos años recorre esa región de la provincia y que puede dar testimonio real de la evolución cierta que ha alcanzado en todos los campos, resaltando que esa zona de Formosa tiene igual calidad de energía, caminos, comunicaciones y manejo de los recursos hídricos que en cualquier otro punto del territorio y sobre todo de la capital con lo que se ratifica en los hechos el criterio de igualdad de oportunidades que orienta las políticas del modelo propio para que cada formoseño, viva donde viva, se pueda realizar en su tierra.

Invitación al diálogo

Ya en las postrimerías de su mensaje, Gildo Insfrán se dirigió especialmente a los caciques y representantes de las comunidades aborígenes a quienes invitó a apelar permanentemente al diálogo para que se puedan resolver las situaciones que los inquieta y puedan tener las respuestas adecuadas.

“No dejemos que gente extraña, con ideas extrañas a nosotros y con financiamiento extraño al nuestro vengan con el propósito de hacernos confrontar”, convocó.

“Ese no es el camino”, insistió para hacerles notar que “somos un gobierno que nacimos de la voluntad del pueblo de Formosa y, por lo tanto, somos sus representantes, no sus enemigos”.

El gobernador les hizo ver que a través del diálogo es la mejor manera de encontrar respuestas, aunque aclaró que se refiere a un diálogo sincero, medido y que sea acorde a la respuesta que se pueda dar porque de otra manera se torna difícil construir.

“Nosotros los queremos bien a ustedes”, les dijo a los aborígenes presentes para hacerles ver que “nuestros actos y obras así lo demuestran”.

Le pidió a los caciques que conversen con su comunidad y conduzcan y a los jóvenes que se formen pero no pensando en que lo hacen para después reclamar un puesto o un cargo en la provincia sino para la realización individual y colectiva.