Por EUGENIA RODRÍGUEZ

De cara a la difusión oficial de la estimación del PBI para el cuarto trimestre del 2022 se advierte una declinación en el nivel de la actividad económica para el cierre de ese año. Entre los rubros que mejor terminaron se encuentran Industria, Construcción y Comercio, aunque mostraron caídas en las variaciones de los últimos meses. En cuanto al inicio de este 2023 se estima un crecimiento interanual en torno al 2%. 

Las proyecciones para este año coinciden en un menor dinamismo de la actividad en un contexto marcado por el impacto de la sequía y la menor disponibilidad de divisas. Según la última estimación de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la producción de soja de la actual campaña se redujo de 29 millones a 25 millones de toneladas, y la de maíz de 37,5 millones a 36 millones, lo que implica que “la cosecha de soja, maíz y trigo vale USD 20.300 millones menos que la de 2022, en un escenario que cambia toda la macro de este año”, según analizó la consultora 1816.

En relación, la escasez de dólares persiste como uno de los problemas centrales para el sostenimiento de la actividad y para hacer frente a la demanda de importaciones para la producción. En las últimas cinco jornadas el BCRA registró un saldo negativo de USD 490 millones y para el mes de marzo ya suma ventas por USD 739 millones, según la misma consultora.

Al mirar rubro por rubro se destaca que “el único sector que tuvo un aumento interanual de la capacidad instalada fue el sector Petróleo” ya que “la industria manufacturera registró un crecimiento sostenido en los primeros tres trimestres del año 2022 para luego comenzar a declinar en el último trimestre”.

Cómo cerró el 2022

La actividad económica creció hasta el tercer trimestre del año pasado; sin embargo, se advierte que inició una pendiente negativa para el último trimestre del 2022.

“En diciembre, ya con efecto sequía, la actividad retrocedió por cuarto mes consecutivo y el 2022 cerró con un crecimiento anual del 5,2%. La sequía aceleró el estacionamiento de la actividad y diciembre dejó un arrastre estadístico negativo para 2023, de -1,4%”, consideraron desde el CEPA. Y agregaron que “a pesar del amesetamiento de la actividad desde mediados de 2022, la industria y el empleo industrial mantienen una curva ascendente”. Si bien la industria cayó 1,2% en diciembre de 2022, cerró el año con un crecimiento del 4%. 

Por su parte, desde el Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), analizaron que “al comparar años completos la economía creció 5,2% en 2022 pero a fin de año el crecimiento se frenó” y advirtieron que “de no activarse la inversión pública en el contexto del año electoral, será difícil lograr un tercer año consecutivo de crecimiento”, según el objetivo expresado por el propio gobierno nacional. 

Análisis rubro por rubro

De acuerdo al informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda “el nivel de actividad registrado en diciembre de 2022 fue levemente inferior al de diciembre de 2021 (0,5%) y superó los valores de 2020 (9,3%), 2019 (5,1%) y 2018 (4%)”. 

En cuanto a la evolución de cada rubro de la actividad, para diciembre 2022, “los rubros que registraron subas significativas en la comparación acumulada con respecto al 2021 fueron Comercio (6,1%), Construcción (5,5%) e Industria manufacturera (5,0%)”. En tanto que en la variación mensual se observa para el cierre del año pasado una contracción en dichas actividades: Comercio (-10,9%), Industria Manufacturera (-6,9%), Construcción (-5,5%).

Desde Undav, destacaron el aumento interanual de la capacidad instalada del sector Petróleo, y que “la industria manufacturera registró un crecimiento sostenido en los primeros tres trimestres del año 2022 para luego comenzar a declinar en el último trimestre”. Por su parte, el sector de Agricultura, ganadería, caza y silvicultura registró una baja significativa en diciembre con respecto al año previo, en un 18%, y fue “el único sector que a nivel acumulado sufrió una caída”.

Para enero de este año los sectores que más crecieron en la comparación interanual fueron Vehículos (24,8%), Productos de metal (15,2%), Prendas de vestir y calzado (12,0%), Muebles y colchones (10,5%) y Productos de caucho y plástico (10,3). Se destaca en ese sentido la producción de automóviles que en 2022 superó en un 23,5% al 2021 en la comparación acumulada, en 108,8% la del 2020 y en 70,6% el nivel de 2019.

Qué esperar para el 2023

Según el Índice General de Actividad que elabora Orlando Ferreres (OJF) “la actividad registró una expansión de 1,8% interanual en enero mientras que la medición desestacionalizada estimó una contracción de 1,2% en relación a diciembre”. 

Entre los sectores se destaca “Minas y canteras, empujada principalmente por la producción en la cuenca neuquina de Vaca Muerta que sigue rompiendo récords de producción de petróleo y gas”. En el caso de Agricultura y ganadería, “el sector anotó una contracción de 15,6% en enero, con el sector agrícola mostrando un desplome de 27,6% relacionado al fuerte impacto de la sequía en la producción de maíz y de soja”. En tanto que la Industria Manufacturera “logró anotar una suba de 2,9% en la medición interanual, aunque el avance se relaciona más con el flojo comienzo que observamos durante enero del año pasado que con una mejora real. De hecho, la medición sin estacionalidad registró una caída de 1,5% respecto de diciembre”.

 

Por su lado, desde la consultora Eco Go, analizaron que “en enero la economía se expandió un 0,5% respecto al mes anterior, ayudada por la recomposición de la oferta importada que apuntala el comercio y el transporte. En términos interanuales, se registró una variación de 3,5%, marcando una aceleración. Cabe recordar que en enero 2022 hubo un rebrote de Covid-19 que llevó que subieran los números de ausentismo, dejando un bajo nivel de comparación. Más allá de todo, la actividad sigue amesetada desde 2021”

Desde LCG indicaron que “se espera que la actividad se vea resentida por la actual sequía que afecta la campaña 2022/23. Consecuentemente, con una menor oferta de divisas, esperamos que se pronuncien los esquemas de control de importaciones, lo cual tendrá su correlato en la disponibilidad de insumos para el normal funcionamiento de la industria”. En tanto que desde Ecolatina proyectaron “un crecimiento más acotado que en 2022” debido a “la caída en la producción agrícola, un sesgo más contractivo de la política económica en un contexto donde las tasas de interés se intentarán mantener en terreno positivo y donde no habrá margen para expandir el gasto primario en términos reales, una exigente meta de acumulación de reservas internacionales y la sequía”.