La increíble historia del artesano que elaboró el obsequio a CFK

En su paso por la provincia de San Luis, y en especial por Juan Llerena, la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recibió por parte del intendente de la localidad del departamento Pedernera un obsequio de mármol ónix.
La escultura está tallada en una sola pieza y es una réplica de un potro, de un tamaño de 30 cm de alto. “El intendente (Juan) Palmero la eligió porque la fuerza que tiene la Presidente, es como si fuera un potro” conjeturó Armando Gil, propietario del local de La Toma dónde se adquirió el regalo que se llevó la mandataria de las tierras puntanas.

Pero el creador de la pieza no fue Gil sino un joven que trabaja en su taller e incluso vive en su casa. El artesano se llama Chen Ku Fei y es, como bien puede deducirse, de origen chino. “Él vivía y estudió en Fu Chien, que es un pueblo como La Toma, que tiene una historia milenaria en la escultura de las piedras”, aportó Gil.

Chen Ku Fei llegó hace 9 años a la argentina. “Cuando vino de China lo acompañó un traductor a La Toma porque se interesó por el mármol ónix y entonces, como yo soy un loco de las piedras, en lo poco que nos podíamos comunicar, porque él no sabía castellano y yo no sé chino, me di cuenta que era loco por las piedras, así que le sugerí que se viniera a trabajar a mi taller. Él tomó la sugerencia y al mes estaba en mi casa con el bolso, viviendo en mi casa. Ahí lo tomé como un hijo y hace 9 años que está con nosotros” señaló el hombre que tiene un local de venta de artesanías de mármol también en Merlo.

El relato evoca, de manera casi automática, la película “Un Cuento Chino”, protagonizada en 2011 por Ricardo Darín y dirigida por Sebastián Borensztein. El film cuenta la historia de Roberto, un veterano de la Guerra de Malvinas, que vive atrincherado y solitario en su casa hasta que un extraño evento lo despierta y lo trae de regreso a la vida. Ese evento, es cuando se encuentra con Jun, un chino que fue arrojado desde el interior de un taxi, luego de haber sido asaltado por el chofer y sus secuaces. Desde ese momento en el que Jun cae a los pies de Roberto, comienzan una extraña y forzada convivencia entre ambos, ya que Roberto no habla chino y Jun no habla español.

“Cuando hicieron esa película para mí era un poroto porque yo había vivido mi propia historia” narró, con simpatía, Gil.

Chen Ku Fei, no estaba en La Toma en el momento en que se adquirió la pequeña escultura, ni cuando le fue entregado a la Presidente. “Se quería venir porque la quería firmar, con la fecha en que se hizo y se terminó” indicó quién lo recibió en su hogar.

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