El gobierno tiene el propósito de entregar las tierras a las etnias qom, mocoví y wichí del lugar y cuyos miembros integran la Asociación Comunitaria Aborigen Mowitob pero en un acuerdo que involucre a las familias de criollos que hace más de un centenar de años viven en el esa parte de la provincia y que también tienen derechos innegables.

Un proceso transparente

El jefe del Poder Ejecutivo provincial destacó que hace cuatro años se comenzó con un proceso “muy transparente” y que recién ahora se plantean objeciones que debieron ser resueltas con objeción. “Insisto: queremos ser muy democráticos, vamos a escuchar a todos y promovemos el consenso para garantizar que somos parte de la solución”.

El gobernador Capitanich dijo que la voluntad de entregar la Reserva Grande se mantiene inalterable pero está condicionada a un acuerdo pleno con aborígenes y criollos del lugar.

Ante una consulta periodística en ese sentido respondió que “hubo ciertas objeciones de comunidades indígenas, que pertenecen a una parcialidad de una organización social y en consecuencia lo que se ha planteado es la clara determinación de nuestro gobierno de hacer cumplir el propósito de hacer entrega de las tierras esas comunidades, pero muy bien lo queremos hacer en el marco del consenso, del diálogo, la armonía y de la paz”.

El 12 de abril de 1999, cuando se entrega el título de propiedad comunitaria de El Interfluvio a la Asociación Meguesoxochi no se resolvió inicialmente la ocupación por parte de familias de criollos y apuntó que en lo que va de su primera y segunda gestión de gobierno se titularizó 90 parcelas en el proceso de relocalización con el objetivo de garantizar la convivencia civilizada para propender a procesos productivos que posibiliten mayor nivel de ingresos y autonomía.

Cuando esto fue tratado con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y las comunidades se planteó la necesidad de avanzar de un modo progresivo: primero fue el financiamiento de la mensura de las 306.800 hectáreas” y luego la transferencia de la Reserva Grande a aborígenes y criollos aunque con un condicionamiento explícito respecto de la necesidad de un consenso pleno, sin ningún tipo de objeciones entre las partes interesadas, apuntó Capitanich.

El gobernador sostiene que “como Estado hemos cumplido los requisitos necesarios” y que “ahora es indispensable que pueblos originarios como comunidades criollas se pongan de acuerdo en la metodología para resolver la transferencia. No queremos avanzar para generar un conflicto, sino para resolver una cuestión pendiente. Es la reserva más grande de la Argentina”.

Cuando la transferencia se concrete serán casi 500.000 las hectáreas en manos de comunidades aborígenes, un espacio equivalente a casi el 5 por ciento del total de la superficie de la provincia del Chaco en el marco del respeto tanto a las comunidades aborígenes como las de criollos. “Lo que queremos es una solución pacífica, ordenada y civilizada”, consignó Capitanich.