Horror en Estados Unidos: un joven asesinó a 27 personas en una escuela

Horror en Estados Unidos: un joven asesinó a 27 personas en una escuela
El tirador ingresó a un colegio de Connecticut y disparó a mansalva. Ejecutó a veinte niños. Fue una matanza peor que la de Columbine.

Una nueva matanza con armas de fuego, peor aún que las masacres de Columbine y Denver, enlutó ayer a los Estados Unidos, cuando un tirador asesinó a 27 personas, entre ellas veinte niños, en una escuela de Connecticut. Según la prensa estadounidense, el atacante sería Adam Lanza, un joven de 20 años e hijo de una de las profesoras del colegio, a la que también habría ejecutado. El tirador, que se quitó la vida de un disparo, también habría matado a su padre horas antes en su casa.

Al cierre de esta edición, las autoridades seguían la pista de un segundo sospechoso, posiblemente relacionado con el ataque en la institución Sandy Hook de la localidad de Newtown, a cien kilómetros de Nueva York. La hipótesis de dos tiradores, aún no confirmada, surgió porque se hallaron dos pistolas automáticas en la escena del crimen. Ayer se desconocía cómo ingresó el asesino a la escuela y los motivos que lo llevaron a hacerlo.

El tiroteo comenzó cerca de las 10 de la mañana, en los pasillos del centro educativo. De acuerdo con declaraciones de los testigos, entre las víctimas se encuentran el director y el psicólogo de la escuela. Una madre relató que el lugar parecía “zona de guerra”. Su hijo le contó que las balas les zumbaban por encima de la cabeza cuando se encontraban en el pasillo, y que un profesor los empujó y los refugió en una clase.

Una niña entrevistada por la cadena NBC explicó que escuchó como “siete ‘booms’” cuando estaba en clase de gimnasia. Los agresores habrían disparado cien veces y uno de ellos habría accedido al despacho del director, donde hirió al menos a una persona. Los investigadores examinaban ayer una camioneta que, al parecer, estaría relacionada con el tiroteo.

El teniente de policía de Connecticut, Paul Vance, informó que murieron 18 niños y seis adultos en la escuela. Otros dos pequeños fallecieron al llegar al hospital y otro adulto, que se cree que era el padre de la víctima, fue asesinado en un domicilio alejado del centro educativo.

En la escena del crimen todo era desolación. La escuela fue evacuada, mientras varios de los alumnos de la institución Sandy Hook eran escoltados, entre gritos y sollozos, fuera de las instalaciones por sus profesores y la policía. Al parecer, el atacante habría pasado varios minutos disparando en el sector de la guardería, donde había niños de entre 5 y 10 años de edad.

El colegio de la tragedia cuenta con 626 estudiantes en sus aulas y con 46 adultos dentro de su plantilla. Es un establecimiento que dispone de jardín y educación primaria hasta cuarto grado. Todos los colegios públicos de Newtown estaban ayer en alerta ante el temor de más ataques.

La masacre reaviva el debate en los Estados Unidos por el desarme civil. Ante una pregunta acerca de si la matanza acelerará el debate sobre el control de las armas en la agenda del presidente Barack Obama, el vocero presidencial, Jay Carney, respondió: “No creo que hoy sea el día para discutir esta cuestión”.

Horas más tarde, en un breve y conmovido discurso televisivo (ver aparte), Obama se limitó a decir que “se van a tener que tomar medidas significativas para prevenir futuras tragedias” con armas de fuego.

Sin embargo, no mencionó explícitamente la posibilidad de realizar cambios en la legislación vigente.

“Reaccioné como padre, no como presidente”, dijo Obama

Muy conmovido por la masacre de Newtown, el presidente estadounidense Barack Obama habló al país en un breve discurso televisivo en el que se lo vio desolado. “Eran chicos de entre 5 y 10 años de edad. Tenían toda la vida por delante. No reaccioné como presidente, sino como padre. Dios bendiga a la memoria de las víctimas. Nuestros corazones están con ellos”, declaró el mandatario, mientras se secaba las lágrimas que le corrían por las mejillas.

El jefe de Estado calificó el tiroteo en el que murieron 27 personas como un “crimen atroz”. Y agregó: “Siento una abrumadora pena. Vamos a hacer todo lo posible para ayudar y extender una mano a quienes lo necesitan. Estamos rezando por la memoria de las víctimas”.

Es la segunda masacre de magnitud a la que se enfrenta Obama: la primera fue el tiroteo de Denver.

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