La organización surgió hace 13 años tras la fusión de Embotelladoras Arca con Grupo Continental, de modo que adoptó el nombre característico que utiliza hoy en día. Sin embargo, ambas empresas ya tenían varios años trabajando y, en su historial, también tenían algunos movimientos corporativos como adquisiciones y fusiones.

Debido a todo este proceso, hay cuatro familias que cuentan participación accionaria sustancial que asciende al 71.3% de los títulos de Arca Continental: los Barragán, Grossman, Fernández y Arizpe. Cada una de ellas era propietaria de alguna compañía que terminó por fusionarse para integrar a este conglomerado que se identifica como la segunda embotelladora más grande de América Latina.

Fotografía: Reuters

Tres empresas conformaron Arca

Embotelladoras Arca surgió en 2001 después de la fusión de tres compañías embotelladoras, que se ostentaban como las más grandes de México. Además, varios de ellos eran los refresqueros con mayor antigüedad dentro del país, por lo que juntaron décadas de historia en una sola empresas.

Las tres organizaciones que se fusionaron para crear las Embotelladoras Arca fueron:

Embotelladora Argos

Fue una empresa fundada en 1936 y empezó a embotellar refrescos de Coca-Cola diez años después. Al momento de la fusión contaba con 7 envasadoras en los estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Baja California Norte; además, tenía sus propias fábricas de soplado de botellas de plástico.

La dueña de Argos era la familia Fernández, originaria de Chihuahua. En la actualidad, sus miembros continúan con participación en el conglomerado de Arca Continental e históricamente han ostentado puestos en la administración.

ARMA

Surgió en 1918 como una fábrica de hielo y comenzó a envasar productos de Coca-Cola en 1926. En 2001 operaba 7 plantas embotelladoras en Coahuila, San Luis Potosí, Sinaloa y Baja California Sur. También era dueña de una fábrica de soplado de envases.

ARMA fue propiedad de la familia Arizpe, quienes también accedieron a conformar Embotelladoras Arca.

Grupo Procor

Según el informe de Arca al momento de la fusión, Procor es la embotelladora más antigua que constituyó el grupo. Sus orígenes se remontan a 1895 con la compañía Topo Chico, que producía agua mineral. A partir de 1926 también empezó a fabricar Coca-Cola. Hasta la fusión contaba con 7 plantas en Nuevo León y Tamaulipas; además de otras dos fábricas de botellas de plástico.

Esta envasadora era propiedad de la familia Barragán. Debido a que fue la más grande en ventas, también tenía un valor más alto. Por ese motivo, este apellido continúa como el más influyente de la organización hasta la actualidad.

Estas tres compañías operaron durante diez años como unidad, para posteriormente unirse a Grupo Continental en 2011.

Luego se unieron con Grupo Continental

En 2011, al conglomerado de Arca —que a su vez ya contenía a las tres embotelladoras de gran tamaño— se unió Continental, de la familia Grossman. Los hermanos Cynthia y Bruce heredaron la compañía refresquera originaria de Tampico y decidieron fusionarla para crear al gigante que actualmente se conoce como Arca Continental y alberga la historia de cuatro empresas.

La fusión de Arca y Grupo Continental tuvo un valor de 27,656 millones de pesos e inmediatamente después de integrarse se convirtieron en la segunda embotelladora más grande de Latinoamérica, indicó la cobertura periodística de la época. Además, los Grossman continuaron con participación sustancial dentro del nuevo conglomerado, por lo que también mantienen puestos en la administración.