Hipertensión: el 80% de los casos se debe a la falta de prevención

Un 20% puede atribuirse a los pocos genes conocidos asociados con la enfermedad más grave; cómo reducir el riesgo

Que los padres o los abuelos sean hipertensos ya no es excusa válida para que cualquiera justifique lo que se pudo haber evitado con unos pocos cambios de hábitos o la detección oportuna. Mientras los genes explican un 20% de los casos más graves de hipertensión arterial, como los resistentes a todo tratamiento, la falta de prevención es la responsable del 80% de los casos restantes.

Claro que los antecedentes familiares importan cuando se habla de predisposición o riesgo de padecer esta enfermedad, que se define por valores de presión de 140/90 mmHg o más. Pero la información que se presentará desde pasado mañana en una nueva edición del Congreso Argentino de Hipertensión Arterial habla de que esa "carga" familiar influye en el riesgo de desarrollar hipertensión en apenas la mitad de la gran mayoría de los argentinos con valores de presión por encima de los normales para la edad.

Es que los adultos no son los únicos que pueden ser hipertensos. Existe un 15% de chicos y adolescentes hipertensos, según revela un estudio durante dos años sobre casi toda la población infantil y adolescente, escolarizada o no, de la ciudad bonaerense de Batán que realizó un equipo de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA). Sus resultados son representativos de la población de entre 10 y 18 años del país.

Además, la SAHA estima que un 38% de argentinos mayores de 18 es hipertenso. Pero a partir de los 35 años, esa cantidad crece a 44%, según mostró el año pasado un relevamiento del Centro de Excelencia en Salud Cardiovascular para América del Sur (Cescas).

"En general, la persona con padres o abuelos hipertensos que mantiene un estilo de vida saludable con una alimentación adecuada y realiza actividad física puede demorar por muchos años, e incluso toda la vida, la aparición de la hipertensión, mientras que si hace las cosas mal, puede lograr que esa carga genética se exprese", indicó a través de un comunicado el doctor Alberto Villamil, presidente del comité organizador de la 21» edición de esta reunión de médicos e investigadores especializados en hipertensión.

Por su parte, el doctor Ramiro Sánchez, presidente del comité científico del congreso de la SAHA, explicó a LA NACION que existen unas pocas alteraciones genéticas conocidas que determinan que una persona sea hipertensa. "Lo que explica el 20%, y pienso que aun menos, son formas de hipertensión que son puramente genéticas. El 80% restante tiene factores ligados a la herencia, pero no con un solo gen, porque la hipertensión arterial es una enfermedad de mecanismos complejos", explicó. "Hay factores epigenéticos, como el sobrepeso, el consumo de alcohol, el tabaquismo, la etnia o la alimentación, que influencian la carga genética y el riesgo de enfermedad."

Esa predisposición heredada a desarrollar la enfermedad es la que se puede contrarrestar con medidas preventivas. "Incluso en las formas en que la herencia genética es más marcada, bajar de peso, reducir el consumo de sal y realizar actividad física beneficia al paciente", detalló por escrito el doctor Carlos Pirola, director de la Unidad de Investigaciones Metabólicas del Instituto Lanari y miembro de la SAHA.

Pero cuando la predisposición se convierte en enfermedad, los especialistas advierten que los hijos tendrán más posibilidades de ser hipertensos y, a la vez, podrán contrarrestar ese riesgo con hábitos más saludables. El pediatra Luis Pompozzi, especialista del hospital Garrahan, aclaró que los chicos con uno o dos padres hipertensos o con abuelos hipertensos desde antes de los 55 años "pueden desarrollar la enfermedad con más frecuencia que los hijos de adultos normotensos".

Sánchez recordó también que el bajo peso al nacer "es un predictor importante" de aparición de la hipertensión. "En todos esos niños es recomendable la vigilancia de la presión", finalizó.

MEDIDAS PARA REDUCIR EL RIESGO

Alimentación

Reducir el uso del salero, no excederse con el alcohol, disminuir el consumo de grasas y comer más frutas y verduras

Ejercicio

Hacer entre 30 y 45 minutos de actividad física por lo menos tres días por semana. No fumar

Control de la presión

Realizar una toma por lo menos una vez al año. Ante valores anormales, consultar al médico

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