Los hechos pueden ser ignorados impunemente

Los hechos pueden ser ignorados impunemente
El Jefe de Asesores Enrique Gross no tuvo uno de sus mejores años. Estuvo involucrado en casos de espionaje telefónico, la Justicia lo tuvo en la mira y ahora lo investigan internamente en la renovación. Pero hasta cuándo podrá sostener el gobernador Maurice Closs a un funcionario que daña su propia imagen.
“El funcionario es funcional, hasta que daña mi imagen”, es un concepto básico de los manuales de marketing político en la Argentina. El gobernador de Misiones, Maurice Closs lo sabe. También sabe que no es positivo para su propia imagen que el Jefe de Asesores Enrique Gross esté a su lado. Varias son las razones.

Gross estaba cómodo, en una situación de poder ideal, ya que en febrero de 2008 por decreto 137, se estableció la Comisión de Contención del Gasto Público, donde el funcionario renovador tenía control absoluto sobre sus pares. Fiscalizaba viáticos fuera de la provincia de la mayoría de los funcionarios, tenía el control de contratos con relación de dependencia, y la contratación de técnicos y profesionales; además es el que decidía los acuerdos de locación de bienes muebles e inmuebles, entre otros poderes que el propio Closs le había cedido.

Pero ya lo dice la frase: "Puedes engañar a todo el pueblo por un tiempo, incluso se puede engañar a algunas personas todo el tiempo; pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”. La frase aplicada a Gross tiene sentido, pero paralelamente puede llegar a ser apócrifa. Se puede engañar a todo el mundo, pero cuando con el tiempo uno abusa del poder que se le confirió, la artimaña tiene fecha de vencimiento.

Luego de los escándalos que rodearon a Enrique Gross, la confianza en él por parte de sus pares, e inclusive los propios líderes políticos (Rovira y Closs) ya no lo miran con ojos de cordialidad. El primero escándalo: el ex–Personal Civil de Inteligencia de la Fuerza Aérea Argentina entre 1980 y 1983, Carlos Aníbal Aguilar, visitó Misiones no menos de 24 veces en menos de 2 años. En la provincia visitó varias veces a Gross. De algunas de estas reuniones habría participado un alto directivo de una empresa de telefonía celular, lo cual robustecieron las sospechas de una nefasta iniciativa del clossismo: el espionaje ilegal a empresarios, funcionarios y periodistas de Misiones. Cabe destacar que el Jefe de Asesores, jamás negó los cargos e inclusive esta investigación periodística llevó a que la Justicia lo tenga en la mira.

El segundo caso se hizo visible cuando Jorge Lanata realizó un informe periodístico sobre las constantes anomalías en Misiones. Internamente en la Renovación aprovecharon el contexto y confirmaron que las irregularidades en ciertas contrataciones y los fondos públicos con destinos inciertos tienen un responsable: Enrique Gross. Inclusive los propios clossistas expresaron en su momento que siempre hay que dejar un “cambio” para que el jefe de asesores del gobernador autorice gastos ministeriales.

MARCANDO LA CANCHA

"Incertidumbre" se ha convertido en el santo y seña en las últimas semanas como una explicación - o quizás una excusa – a la intervención de la Justicia en el caso de escuchas telefónicas y las investigaciones internas que involucran a Enrique Gross.

Con estas “señales del destino” han puesto en claro al colegiado que más allá de la relación que él tenga con Maurice Closs o el poder que conserve, esto no le da crédito para operar en contra de sus pares, o querer arrogarse el poder total presupuestario de las gestiones ministeriales y utilizarlos de manera extorsiva.

El final es incierto. Pero gane o pierda la pulseada, Enrique Gross ha realizado una apuesta importante en este contexto complicado para él. Ofreció la proposición de que los hechos pueden ser ignorados con la impunidad. Amén de que esta impunidad dañe la imagen del propio Maurice Closs.

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