Hallaron muerto a Luciano Arruga, tras casi seis años de búsqueda

Hallaron muerto a Luciano Arruga, tras casi seis años de búsqueda

Sus restos fueron encontrados en una tumba NN en el cementerio de la Chacarita a raíz de un cruce de huellas dactilares. En los reportes figura que fue atropellado por un auto el día de su desaparición, pero hay dudas.

Pasaron cinco años, ocho meses y 17 días desde que Luciano Nahuel Arruga fuera visto por última vez. El joven, que entonces tenía 16 años, había sido detenido, torturado y extorsionado por la Policía Bonaerense en los meses previos. Ayer, su cuerpo fue identificado: el presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky, acompañado por familiares e integrantes de la ADPH-La Matanza, comunicó que Luciano fue hallado enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita. El abogado y periodista explicó que el adolescente, en circunstancias que aún se desconocen, falleció tras ser atropellado por un auto en la avenida General Paz y Emilio Castro a las tres horas de su desaparición. "Ha habido por parte del Estado una desidia absoluta para llegar a la información que hoy tenemos, que es insuficiente e insatisfactoria. Ni para la familia ni para el CELS cierra el caso", afirmó en una conferencia de prensa que se desarrolló por la tarde en la sede del organismo. Y sentenció: "Estos seis años transcurridos muestran la relación de discriminación y desprecio de las instituciones y de la justicia con los jóvenes pobres como Luciano Arruga."

La información sobre la muerte de Luciano estaba en una causa judicial del fuero de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires donde constaba que "la misma noche de su desaparición, el 31 de enero de 2009, Luciano fue atropellado por un automóvil en la avenida General Paz y Emilio Castro", informó Verbitsky. Fue a las 3:21 de la mañana, a unas 20 cuadras de donde había desaparecido. "En ese lugar hay un destacamento de la Policía Bonaerense", resaltó el titular del CELS. Y señaló uno de los tantos elementos de la pesquisa "que requiere una explicación": el lugar donde fue embestido Luciano "no es de ninguna manera un lugar habitual para cruzar la General Paz, es la vía rápida, no se cruza por ahí".

Quien manejaba el automóvil era un joven de 21 años cuyo nombre se mantiene bajo reserva. En el expediente que se abrió –donde figuran las fotografías del auto chocado– consta que fue el conductor quien avisó del accidente. Sus declaraciones serán sumamente importantes para determinar en qué situación se produjo la embestida. En el CELS no descartan ninguna hipótesis.

Tras el choque, que se produjo sobre la General Paz, intervino la Policía Federal y el SAME. Arruga fue llevado en ambulancia al Hospital Santojanni donde fue operado. La familia de Luciano había visitado ese nosocomio aquella misma noche buscando noticias sobre su ser querido, pero no obtuvieron respuestas. "¿Por qué en el hospital no les dijeron nada? ¿Qué pasó? Les dijeron que había un chico atropellado por un auto pero no les habían dado ninguna explicación al respecto. Allí se tomaron huellas digitales y fotografías que son los materiales que permitieron llegar a esta identificación", afirmó el abogado y periodista. Según los registros del hospital –que hasta ayer remitían a un NN–, el joven muró cerca de las 8 de la mañana. Consultado por la prensa, Verbtisky explicó que tres días después –previo paso por la Morgue– fue llevado al cementerio de la Chacarita.

La cadena de responsabilidades que evidencia por lo menos negligencia en diversas áreas del Estado es muy extensa. El presidente del CELS (organismo que representa legalmente a la familia en la causa judicial que se abrió por "desaparición forzada", en 2010) apuntó a la Policía Bonaerense, funcionarios judiciales, instituciones de la Ciudad de Buenos Aires y la Morgue "porque no puede ser que una persona desaparezca de esa manera y haya sido enterrada como NN cuando estaba siendo buscada desde el primer momento por su familia".

El caso tomó un giro luego de que el CELS presentara un habeas corpus cuya aceptación no fue fácil en tribunales. "Inicialmente fue rechazado por la justicia y luego aceptado por una decisión de la Cámara de Casación Penal", relató Verbitsky en la conferencia. Cuando la causa pasó el año pasado a manos del juez federal de Morón Juan Pablo Salas, la pesquisa se terminó de alinear. El magistrado hizo lugar al pedido del organismo y se pusieron en marcha las acciones que permitieron la identificación del cuerpo, que fue concretada por el Ministerio de Seguridad de la Nación.

"A raíz del habeas corpus, el ministerio de Seguridad fue convocado por el juez Salas e hizo una compulsa" que arrojó el resultado positivo. Salas había obtenido la única huella dactilar de Arruga: la que se le había tomado cuando fue detenido y torturado por la policía de Lomas del Mirador, en 2008. Según explicaron desde el Ministerio de Seguridad a Tiempo Argentino, Luciano no tenía renovación de DNI, es decir, poseía el documento de los 8 años (antiguo) que no contenía las huellas dactilares. Tampoco tenía cédula ni pasaporte.

Esa huella dactilar que había obtenido Salas fue entregada el martes pasado al Ministerio. Las huellas fueron cotejadas primero con los archivos de la División Dactiloscopía de la Superintendencia de Policía Científica de Policía Federal Argentina y con aquellas incorporadas al sistema AFIS, pero el resultado fue negativo. Finalmente, se procedió a compulsar la totalidad de los libros matrices de la Superintendencia de Policía Científica. Esto derivó en la elaboración del informe pericial N° 56, donde se determinó que las huellas que poseía la Bonaerense coincidían con las de la persona que había fallecido en el Santojanni en 2009. Ayer por la mañana se conoció el resultado del cruce.

La familia se enteró de la noticia pocas horas antes del inicio de la conferencia de prensa, que se realizó a las 17:30. Desbordada por tanto dolor, la madre de Luciano, Mónica Alegre, se descompuso. "Yo no tenía esperanza de encontrarlo vivo. Mi vieja sí esperaba encontrarlo con vida. La luchó por cinco años", dijo Vanesa Orieta, hermana de Luciano, con mucha entereza.

"Hay interrogantes que siguen pendientes y que requieren investigación y que de ninguna manera modifican el hecho previo de la detención anterior (de Luciano)", indicó Verbtisky (ver aparte). "¿Cómo no se cotejaron las muestras antes?", se preguntó el presidente del CELS. "Hubo falta de voluntad para llegar a la identificación. Hay un componente de discriminación y de violencia institucional contra los varones jóvenes de los barrios pobres de la provincia de Buenos Aires", expresó.

El presidente de la APDH de La Matanza, Pablo Pimentel, coincidió: hubo una "fuerte criminalización de los sectores más pobres", dijo. Y consideró que las instituciones intervinientes "van a tener que dar respuestas" por su "desidia".

Ante este escenario, el presidente del CELS concluyó: "Todo esto no es más que el inicio de un proceso de develamiento de la verdad de su muerte y de las responsabilidades implicadas en su desaparición." "Nuestro deseo es que este caso sea un punto de inflexión en la Argentina para que no haya más una desaparición de personas en estas condiciones y este maltrato a una familia; para que no se reitere esta práctica absolutamente inadmisible al cabo de 30 años de democracia", sentenció. «

 

 

 

"encontré a mi hermano"

 

* Mensaje de Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga

"Vencimos. Eso es lo que se me viene primero a la mente. Vencimos a la desidia, vencimos la impunidad, vencimos la mirada discriminadora y criminalizante que hay hacia los jóvenes, con un ejemplo, con el caso de Luciano. Con el caso de Luciano logramos vencer. A mí me falta terminar de concretar algunas etapas propias de este proceso de investigación, que se termine con las pruebas que se tengan que hacer para terminar de confirmar que ese cuerpo encontrado es mi hermano. Recién ahí, cuando las pruebas genéticas digan ese chico encontrado es Luciano Nahuel Arruga, nosotros, como familiares, vamos a cerrar una etapa. Logramos el objetivo, si es así. El que tenía yo era encontrar a mi hermano. Lo encontré.  Ahora vamos a descansar. Les pedimos, si es que se puede, si podemos llegar al corazón de cada uno de ustedes y de los medios de comunicación, el mayor de los respetos. La voz oficial está acá, no está en otro lugar. Nosotros seguimos denunciando la criminalización y la discriminación hacia los jóvenes, seguimos denunciando la violencia institucional. Y hoy más que nunca denunciamos la violencia institucional en su conjunto. Cinco años y ocho meses pidiendo que se busque a Luciano, y lo logramos con la aceptación de un hábeas corpus, que pudo dar con el cuerpo de un pibe enterrado como NN. Y eso nos tiene que replantear un conjunto de cosas como sociedad: el poco valor que se da a la vida de los pobres. Cinco días después de desaparecido mi hermano, nosotros presentamos un hábeas corpus. Lo hicimos nosotros, lo confeccionamos nosotros, fue rechazado por el juez Blanco. Esto se podría haber resuelto muchísimo antes. Esto quiero que entiendan: esto se podría haber resuelto antes. Y nosotros estuvimos cinco años y ocho meses, golpeando todas las puertas, organizándonos, haciendo todas las actividades posibles para que se visibilice la causa, para que la sociedad tome conciencia, para que el Estado en su conjunto ponga a disposición todas las herramientas con las que cuenta para poder encontrar a Luciano, y lo logramos. Pero esto no termina acá, y como se dijo en esta mesa, recién empieza, porque nosotros necesitamos saber la verdad. Encontramos a Luciano. Ahora necesitamos aclarar todo este panorama. Y los únicos que les vamos a poder aclarar este panorama a ustedes somos nosotros. Todos los que hablen por nosotros no sabrán la verdad. Remítanse a nosotros, a los familiares de Luciano. Y sepan todos los familiares que conocimos en este tiempo, de los pibes de gatillo fácil, de las personas desaparecidas, que nosotros vamos a seguir, porque esto ya no tiene que ver con Luciano. Esto tiene que ver con la problemática de violencia institucional. Y esto tiene que ver con cambiar una mirada: los pobres tenemos derechos. ¡Tenemos derechos!. Algo más: respeto por mi familia por favor. Necesitamos descansar ahora más que nunca, hacer un duelo que es justo y necesario, y hacerlo en familia. Nada más. Gracias por estar hoy."

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