A pesar del acto del 4 de mayo en que, con bombos y platillos, el gobierno provincial de Axel Kicillof, representado por los ministros Andrés Larroque y Cristina Álvarez Rodríguez, y el municipio de Presidente Perón, encabezado por Blanca Cantero, firmaron un acta de compromiso para la entrega de viviendas a 498 vecinos que participaron de la recuperación de tierras de 2020 en Guernica, y que fueron desalojados salvajemente por el ministro Sergio Berni, el poncho sigue sin aparecer, y lo que aparece y crece, en cambio, es la bronca y la indignación popular ante el manoseo permanente del gobierno peronista.

Las actas de preadjudicación debían firmarse, según se habían comprometido los funcionarios, entre el 6 y 7 de mayo. No se firmaron. Dieron una nueva fecha, pero tampoco la cumplieron. La de este lunes 29 era la tercera. Por eso, cuando salió el concejal Federico García a la puerta del Centro de Formación Laboral donde habíamos sido citados para la entrega, a decir que no nos iban a dar las actas porque no estaban firmadas por la intendenta Cantero, fue la gota que rebalsó el vaso.

En asamblea, como siempre, se decidió marchar al municipio para exigir una solución, y varios vecinos consiguieron entrar a pesar de la fuerte custodia policial que luego cerró el edificio, y obligó a que la mayoría debiéramos permanecer rodeando el edificio y haciendo el aguante. Finalmente, el subsecretario de Hábitat del gobierno de Kicillof, Rubén Pascolini, y el funcionario municipal Hugo Amato debieron recibir a tres compañeras de las organizaciones movilizadas con las que, en representación de los vecinos, se labró un acta en el que el gobierno se comprometió a entregar la lista de los adjudicatarios en un plazo de 24 horas, y se estableció un cronograma de entrega de actas a partir del próximo lunes 5 de junio.

Por supuesto, seguimos alerta y organizados. Estamos convencidos que detrás de estos retrasos e incumplimientos se esconde alguna maniobra sucia. Según desconfían muchos de los vecinos, el gobierno pretende reservar algunas adjudicaciones para sus punteros o para darle algún otro tipo de uso político. No lo vamos a permitir.