Al menos cuatro muertos sería el saldo de los saqueos en las ciudades chaqueñas de Resistencia y Barranqueras, originados a partir del acuartelamiento de policías que esta noche negociaban con los funcionarios del gobierno.
Se trata de un durísimo golpe a la autoridad política del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que todavía sigue siendo el gobernador del Chaco. Capitaniche estuvo ayer en su provincia para asistir a una fiesta religiosa provincial y evitó referirse al conflicto que ya había estallado.
Esta crisis le estalla además en la cara, luego que se pasara toda la semana pasada intentando desentenderse de la rebelión policial, intentado acotarla a un tema de algunas provincias.
Con la provincia a cargo del vicegobernador, esta noche funcionarios del gobierno intentaban llegar a un acuerdo con los policías que se acuartelaron en la Jefatura. El secretario de Seguridad, Marcelo Churin; el jefe de la Policía, Gustavo Peña; el subsecretario de Asuntos Policiales, Aldo Assano, y el exministro de Gobierno y actual diputado nacional, Juan Manuel Pedrini, intentaban destrabar el conflicto con los rebeldes.
Mientras esto ocurría los saqueos se extendían en las principales ciudades del Chaco. Uno de los muertos sería un saqueador que fue atacado por un comerciante paraguayo que defendió su negocio a punta de pistola.
Las otras muertes se habrían producido en la zona sur de Resistencia, donde se registraron varios saqueos y ataques vandálicos en supermercados y autoservicios. De hecho, uno de los episodios con más violencia fue el saqueo a la distribuidora Cimar, ubicada en Avenida Edison y Uriquiza. Las mismas fuentes indicaron que una de las personas fallecidas sería una menor de edad.
Al hospital Perrando habían llegado cuatro heridos, de los cuales tres fallecieron momentos después, y quedaría una persona herida.
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