Gobierno propuso a los cuatro candidatos a jueces federales para cubrir vacantes en Comodoro Py

Quien salió tercero en el concurso fue el magistrado de Garantías de Quilmes Marcelo Goldberg, pero no fue propuesto por el Gobierno.
Desde la casa Rosada, ya enviaron al Senado los nombres de los candidatos para ocupar las cuatro vacantes de jueces federales de los tribunales de Comodoro Py 2002.

Se trata de los estratégicos juzgados federales que tienen a su cargo las causas de corrupción de los funcionarios nacionales y de narcotráfico y que estaban vacantes desde hace más de cinco años, por lo que son ocupados por subrogantes.

Para ocupar los despachos vacantes el Poder Ejecutivo propuso a Marcelo Martínez De Giorgi, actual juez subrogante de ese fuero; Luis Rodríguez, juez de instrucción porteño; Sebastián Ramos, secretario del juzgado de Daniel Rafecas, y Sebastián Casanello, secretario de la Sala I de la Cámara Federal, informaron a DyN fuentes judiciales.

Casanello fue propuesto para ocupar el juzgado federal 7, subrogado por Norberto Oyarbide, y que tiene a su cargo la causa por las escuchas telefónicas en la que está procesado el jefe de Gobierno Mauricio y cerca de ir a juicio oral.

Martínez de Giorgi fue propuesto para el juzgado 2, que subroga actualmente; Rodríguez para el 9 y Ramos para el 2.

El Gobierno eligió a esos cuatro candidatos de los seis que propuso el Consejo de la Magistratura tras realizar el concurso de selección 140 que llevó seis años realizarlo y que estuvo teñido de polémicas.

Sin embargo, el Poder Ejecutivo no respetó el orden de mérito de los concursantes, aunque la ley no lo obliga a hacerlo, sino que puede elegir a cualquiera de los propuestos.

Quien salió primero en el concurso fue Martínez De Giorgi y en segundo y tercer lugar se ubicaron el juez subrogante en Morón Juan Pablo Salas y el magistrado de Garantías de Quilmes Marcelo Goldberg, respectivamente, pero no fueron propuestos por el Gobierno.

Los pliegos de los candidatos fueron enviados a la Comisión de Acuerdos del Senado, que deberá llamar a una audiencia pública con los postulantes para que luego el pleno de la Cámara apruebe su nombramiento.

El concurso duró seis años y fue atravesado por recusaciones de candidatos, impugnaciones y hasta se tuvo que volver a hacer por presuntas irregularidades en la corrección de las pruebas.

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