El coordinador regional del Ministerio de Producción, Carlos Aybar, aseguró que "hay una clara decisión a nivel nacional de que el Estado no intervenga con subsidios en la cosecha de la uva 2017". Sin embargo, dijo que no descartan otro tipo de ayuda para los productores locales."Hay un clara política a nivel nacional demandando que no intervengamos bajo ningún concepto desde la Provincia con subsidios o algún tipo de ayuda que pudiera ser para el productor, pero la Gobernadora tiene el empeño de acompañar a los productores y ver de qué manera se los puede respaldar que no sea económicamente", explicó Aybar a El Ancasti.

El funcionario se expresó en sentido crítico sobre la actualidad del sector productivo de vid, que padece una crisis y que, según entiende, sufre la aplicación de las nuevas políticas nacionales. "Se ha desatendido al productor en cuanto a los subsidios y creo que el Gobierno provincial se hizo cargo en la medida de lo posible. Ahora estamos a disposición de los productores para recibir todas sus sugerencias y tratar de potenciar el sector", apuntó.

Si bien lamentó que no se pueda asistir con subsidios al sector productivo, recordó que sigue vigente la línea de créditos del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en la que sí interviene la Provincia con un fondo de garantías especial que se creó para estos casos.

El funcionario agregó que a nivel municipal se hicieron acciones tendientes a organizar y conocer los niveles de producción local. "Se formó un registro de productores que es de gran ayuda tanto para los productores como para el municipio. En estos días apareció una primera partida de oxicloruro de cobre y está a cargo del equipo de la Coordinación Regional con el ingeniero (Aristóbulo) Rizo; el secretario de Producción municipal, Ernesto Andrada; y el intendente Sebastián Nóblega, viendo cómo distribuimos de manera criteriosa el insumo. Y también estamos a la espera de una nueva partida que tenemos prometida de la Nación", remarcó.Aybar apuntó que se espera la llegada de los insumos en los próximos días y aseguró que "la demanda de los productores es permanente y constante sobre los recursos que deben llegar en el marco de lo prometido por los $0,50 centavos".

En 2016En la última temporada se pagó $1,50 por kilo de uva entregado en bodega, de los que se debían descontar $0,40 centavos por los gastos de traslado y cosecha. Además, en un esfuerzo conjunto de Nación y Provincia, se entregaban $0,50 centavos en insumos para llegar a los $2 por kilo. Los productores coinciden en que los precios fueron mejores en años anteriores.

Sin embargo, desde el Ministerio de Producción destacaron que desde que se decidió la intervención en el precio de la uva, se logró llevar de $0,60 el kilo a $2, y sostienen que ahora es tiempo de que los productores mejoren su capacidad de producción y rentabilidad: apuntan a que los vitivinicultores alcancen entre 20 y 30 mil kilos por hectárea.

 Expectativa nacional

En la comparación interanual, el consumo de vino cayó un 8% y el de bebidas en general hasta un 11%. Representantes de la Unión Vitivinícola Argentina remarcaron en medios nacionales que la cosecha del año pasado fue la más baja en 56 años y que esto impulsó una suba del 100% al 150% en los precios de la uva, con lo que las empresas debieron trasladarlo al producto.

Las inclemencias climáticas en distintos sectores del país hicieron que se perdiera el sobrestock de vino y complicaron al sector. Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, los despachos al mercado interno cayeron un 8% hasta noviembre; la venta de botellas se redujo un 6,5%; la de vino en tetra-brik retrocedió un 10,4%; y la de damajuanas un 4,2%.

Sin embargo, las primeras estimaciones del INV sostienen que la cosecha del país este año sería de entre 20,1 millones y 22,3 millones de quintales de uva, lo que podría mejorar hasta en un 25% las marcas de 2016, aunque todavía se mantendrían por debajo de las cosechas históricas. Con esto esperan "apuntalar" el stock.

Además, también aseguran que será un año complicado para los productores de uva de mesa, ya que estiman que no lograrán alcanzar ni el 50% de las exportaciones realizadas en 2016 debido a la caída del mercado y el cierre temporal de algunas empacadoras.