Avenida Avellaneda, en el barrio de Flores, amaneció distinta ayer. En las veredas que suelen estar pobladas por vendedores callejeros había, desde muy temprano, efectivos policiales que impidieron la instalación de las ya tradicionales mantas. El operativo, similar al que se realizó en Caballito en enero pasado, pretende desplazar definitivamente a quienes ejercen el comercio ilegal en la zona.

Esta vez no hubo allanamientos. A las 4.30 llegaron 500 efectivos pertenecientes a la Policía Federal, que está ahora bajo la órbita de la Ciudad, y a la Metropolitana, y se ubicaron en las veredas de la avenida Avellaneda. Había además inspectores de Espacio Público y personal de la Secretaría de Transporte. Muy temprano a la mañana, cuando los manteros que a diario despliegan sus mantas y mesas sobre las veredas y la calzada quisieron ocupar sus lugares, se encontraron con los agentes e inspectores. No pudieron hacerlo y hubo algunos disturbios y golpes.

El operativo se realizó luego de que Luis Cevasco, fiscal general de la Ciudad, elevara un oficio al GCBA en el que se pedía que se arbitren los medios para lograr la liberación definitiva del espacio público en esa zona. El fiscal explicó que la idea era hacer un operativo preventivo: "La idea es trabajar en la prevención y no ir a levantar puestos, ya que eso genera conflicto porque aquel que trabaja en el puesto es también víctima. Hacer el procedimiento contra ellos no nos parecía lo más adecuado", dijo Cevasco, y remarcó la necesidad de no ir en contra de las personas que atienden las mantas, ya que son la parte visible de una organización más grande que los explota.

Sigue la actividad

El fiscal dijo que, a pesar de los operativos que se realizaron meses atrás y en los que se secuestraron vehículos y mercadería, la actividad ilegal no disminuyó. "Advertimos que la venta callejera siguió exactamente igual, como si los allanamientos no se hubieran hecho", dijo. "Por eso pedimos al gobierno de la ciudad que evite que se reinstalen", agregó.

Fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad señalaron que las características de este operativo son similares a las realizadas en avenida Rivadavia, en Caballito, aunque con mayor participación policial. Los efectivos se ubicaron en el trayecto que va desde Terrada hasta San Nicolás. Allí había unos veinte por cuadra, de ambas fuerzas. "Se van a quedar el tiempo que sea necesario para que los vendedores ilegales no vuelvan", afirmaron.

"Por suerte vimos trabajando juntos a la Policía Metropolitana con la Federal", dijo Fabián Castillo, secretario de Relaciones Institucionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa. "Los fines de semana son más de 3000 los puesteros y ya cerraron, en lo que va del año, un 5% de los locales legales", puntualizó. "Atrás de todo esto hay grandes organizaciones armadas, con logística. Hace unos meses atrás vimos cómo se abastecían con camionetas que venían, bajaban la mercadería y después pasaban a buscar la recaudación", agregó.