Fuerte gesto de Bullrich a Llaryora desnudó incomodidad opositora

Fuerte gesto de Bullrich a Llaryora desnudó incomodidad opositora

Como anticipó Alfil, la ministra tuvo gira institucional por seguridad, dejó anuncios junto a Quinteros, lideró reunión amarilla y cerró con el gobernador en el Panal. “A pesar de las diferencias, nos van a ver juntos”, dijo el ministro cordobés, uno de los apuntados por el arco opositor. La reacción PRO a horas del cierre de lista por la interna nacional.

 

Por: Gabriel Silva.

La escala a jornada completa de la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, se convirtió en mucho más que un fuerte gesto político a la gestión del gobernador Martín Llaryora. En primer lugar, porque el ministro de la cartera provincial, Juan Pablo Quinteros, se convirtió casi en su sombra; en segundo término, porque dirigentes con peso opositor en Córdoba pegaron el faltazo a la convocatoria en el Quórum; y en tercer orden, porque el cierre fue con un encuentro en el Panal junto al gobernador. Tal cual lo había anticipado Alfil en su edición de ayer.

De manera concatenada, los guiños de la semana pasada con lo sucedido en el Congreso y los gestos en lo discursivo del propio Llaryora, el inicio de esta fue con la reunión en el Centro Cívico como corolario. Y tras el anuncio de acciones coordinadas entre las dos administraciones para enfrentar al narcotráfico, tema de agenda común entre las dos gestiones y acciones que, por fuera de lo institucional, inquietan a la oposición.

Por diversos motivos: por tratarse de Quinteros, de origen opositor y actualmente con despacho en el Ejecutivo; pero, al mismo tiempo, por las críticas que vienen realizando desde Juntos por el Cambio a las políticas de seguridad en Córdoba.

 

“Acostúmbrense a que nos van a ver así: juntos. Trabajando juntos independientemente de otras diferencias que pueden existir en lo político”, dijo el ministro cordobés. Con Bullrich a su lado y asintiendo en la conferencia de prensa que se desarrolló en el primer piso del hotel Camino a Pajas Blancas, mientras los dirigentes del PRO y la UCR alineados con la ministra aguardaban en la planta baja para la segunda parte de la escala: la rosca.

El encuentro con Llaryora

Después de ello y pasadas las 18.30 Bullrich hizo su arribo al Panal con un recibimiento acorde a lo que habían sostenido fuentes provinciales horas antes. “Va a ser recibida con todos los honores de una ministra”, reconoció en la noche del domingo un alto funcionario del Centro Cívico y se cumplió.

Lo que no aceptaron en el entorno de la integrante del gabinete de Javier Milei fue a la conferencia de prensa conjunta. Algo que también pretendían cerca de Llaryora y a lo que cerca de Bullrich le pusieron un freno. Previa consulta con las altas fuentes del Gobierno nacional. “Foto sí, conferencia de prensa no”, reconoció una fuente que admitió que, en Casa Rosada, prefieren ir “paso a paso” en su vínculo con Llaryora.

Antes deben observar de qué manera se destraban algunas cuestiones en el Congreso, donde por ejemplo ayer no pudieron acercar posiciones por la movilidad jubilatoria. Horas antes del encuentro de Llaryora con Bullrich desembarcaron en Balcarce 50 algunos de los diputados que se encuentran en el bloque Hacemos Coalición Federal y, por ahora, con lo previsional no hay acuerdo.

Pero, además, de cara a lo que viene que es el Pacto de Mayo y lo que ocurra en el Parlamento, más aún en la Cámara baja y el posible bloqueo al desembarco del mega DNU post derrota en el Senado. Donde los votos de las bancadas no enroladas en la grieta nacional serán clave para trabar el quórum que puntea el kirchnerismo.

De manera pública, Llaryora expresó su respaldo al accionar de las fuerzas federales en la lucha contra el narcotráfico. “Le manifesté mi respaldo para el uso de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico”, dijo el gobernador en sus redes.

No obstante, la coordinación parlamentaria es lo que genera expectativas. Tal como lo reflejó un integrante de Juntos ayer a este diario: “Bullrich se mueve con vuelo propio, reporta arriba, sí. Pero tiene una agenda con seguridad que le da margen para un despliegue institucional y un vínculo directo con los gobernadores”, dijo la fuente.

En tanto, en los anuncios, tal vez lo que más sobresalió fue la posibilidad de una acción coordinada entre fuerzas federales y locales, como así también la Justicia con ambos fueros y bajo la posible coordinación de un funcionario para la acción conjunta frente al narcotráfico. “Con la misma gente”, se encargó de aclarar Bullrich y dar ejemplos de dónde funciona.

Reacción opositora

De todas maneras, la incomodidad de la oposición se reflejó en distintos aspectos. Primero, por el desaire de los dirigentes más encumbrados a la cita en el Quórum. Donde, al margen de la diputada nacional Laura Rodríguez Machado, la referente de Bullrich en Córdoba, no hubo dirigencia de peso.

Es más, hubo más presencia de dirigentes atados a la interna partidaria del PRO que con lógica de coalición. No estuvieron, por ejemplo, ni el senador Luis Juez; como así tampoco el diputado Rodrigo de Loredo. En cambio, la discusión electoral amarilla se reflejó en la presencia de Sara Majorel, la intendenta de Marcos Juárez; y de Pablo Cornet, el mandatario en Villa Allende que pertenece al G25.

Sobre los dirigentes del departamento Colón, algunos ausentes lanzaron: “son los mismos que le dijeron a (Mauricio) Macri que estaban y jugaban con él. Medio raro, ¿no’”, lanzó con picardía un hombre del PRO acerca de los que acudieron a la cita con Bullrich.

Majorel y Cornet son los candidatos a presidir el partido, frente a la resistencia de Oscar Agost Carreño, el diputado que sucedió a Javier Pretto y tiene mandato hasta 2025. Por ello, el malestar en el PRO pasó por la cercanía con el cierre de listas amarillas para la interna nacional; y para el resto de la alianza, por los gestos a Llaryora y al oficialismo provincial.

Por ello, algunos anoche esperaban qué novedad podía desprenderse del último operativo en Villa María en el que intervino Gendarmería y del que habló la propia ministra, por las posibles vinculaciones con peronistas aliados y funcionarios del gobierno provincial. 

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