Dice que este aniversario lo asume con más calma, "como a distancia". Cuenta que lo que más le costó fue internalizar la vida pública. Ignacio fue el nieto recuperado 114 y su caso dio la vuelta al mundo. Ahora define que "las cosas son más simples". Prefiere no hablar de recuperación de la identidad, sino que "de lo que se trató fue de encontrar una familia que no sabía que tenía".
"Estoy con más calma. Me pasaron muchas cosas en estos dos años y creo que este aniversario lo veo más como a distancia". Así se posiciona hoy el olavarriense Ignacio Montoya Carlotto, el nieto recuperado 114 y cuyo caso revolucionó al país y al mundo, pero sobre todo a nuestra ciudad.
El 5 de agosto de 2014, Ignacio se encontraba con su abuela biológica, Estela de Carlotto. Ese día, su vida cambió para siempre. "Pensar en aquel día me trae muchas sensaciones", dice ahora desde un lugar más reflexivo. "Si bien estás acompañado, el trance hay que pasarlo solo", cuenta.
Aquel día, Olavarría estaba realmente conmovida. Ignacio, el pianista y docente casi anónimo, pasaba a ser el nieto más buscado o, quizás, el protagonista de uno de los encuentros más esperados por lo que representa la figura de Estela de Carlotto y su lucha durante tantos años.
En cuestión de horas, la ciudad se había convertido en el centro de los medios de comunicación de distintas partes e Ignacio, la persona más buscada.
En aquel entonces, Olavarría recibía a la presidenta de Abuelas con los brazos abiertos. El encuentro coincidía, además, con el esperado juicio por los crímenes cometidos en Monte Peloni, que comenzó el 22 de septiembre pero cuyo clima empezaba a vivirse desde bastante tiempo antes.
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