Sentada a la derecha de Jorge Rial, sollozando por la angustia incontenible, Nazarena Vélez no pudo evitar su naturaleza mediática y ayer recordó por televisión a su pareja Fabián Rodríguez, quien se suicidó en marzo de este año.
Luego de su regreso al escenario con Los locos Grimaldi, el jueves por la noche en el Teatro Niní Marshall de Tigre, Nazarena brindó ayer una entrevista desgarradora en Intrusos (América), donde habló de lo ocurrido con su marido aunque, pasadas las 15, Rial fue a un corte porque Nazarena no se sentía del todo bien. Al regresar de la pausa, Vélez le pidió al conductor si se podía retirar, pidiéndole disculpas por no poder continuar con la entrevista.
En esta aparición televisiva, Vélez reveló aspectos íntimos de las horas más duras del hecho desgraciado que le tocó vivir. "Después del entierro, cuatro o cinco horas después, me enteré por el abogado de la gravedad de las deudas y todo se me hizo más difícil. No me importaba lo que pasaba, no me daba la cabeza. En mi casa explotó una bomba. Pero yo me hice cargo de todo. Fui a reconocer el cuerpo. No iba mandar a los hijos de Fabián. Fui yo. Le armaba clips en Twitter, para que él los viera. Me sentía culpable por lo que pasó", dijo la actriz. "Nosotros nos peleamos por un tema comercial. Él se quedó sin reacción cuando se avivó de que yo me di cuenta de lo que pasaba. La deuda que me dejó es millonaria", aseveró. "Soy una mina hecha mierda a la que se le mató el marido", agregó.
Con respecto a su vuelta al trabajo, Vélez aclaró que sólo lo hace por las deudas que la aquejan. "No sé si es sanador volver al teatro, pero tengo obligaciones que asumir y no tengo otra alternativa. Si fuera por mí, por mi cuerpo, me quedaría en la cama tapada sin salir, no tengo ganas de otra cosa. Hay días que no tengo ganas de contestarle ni a mi mamá el teléfono, porque me largo a llorar; estoy en carne viva pero no quiero llorar más", disparó Nazarena con un aspecto preocupante que estaba la vista. Temblaba, cambiaba los tonos de voz mientras aguantaba el llanto y exhalaba el típico sonido del nudo en la garganta, tenía los ojos desorbitados. "Estoy muy medicada, bajé mucho de peso, pero necesito el dinero y tengo que ser fuerte. Muscari me ayudó mucho y me apoyo mucho en mis hijos: Bárbara, Thiago y Gonzalo", describió.
En cuanto al caluroso aplauso que le brindó el público, explicó con lágrimas en los ojos: "Sé que mis familiares me quieren mucho. Pero el cariño de la gente es inexplicable. Señoras grandes me decían 'vamos, nena', y yo no podía creer lo que me estaba pasando." «
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