Una fiesta llena de deporte y con toda la emoción

Una fiesta llena de deporte y con toda la emoción
Juan Martín Del Potro ganó el Consagración de Oro, la máxima distinción, en una noche de alegrías en la que fueron reconocidas las figuras más brillantes y las grandes promesas.
En el corazón de Buenos Aires anoche se vivió a pleno la Gran Fiesta del Deporte Argentino. Como ocurre cada año, la entrega de los Premios Consagración y Revelación de Clarín reunió a los mejores deportistas de nuestro país que se destacaron en los últimos doce meses. Fue una noche cargada de emociones para los homenajeados que hicieron vibrar al país en los deportes individuales y grupales.

La mayor distinción cayó en las manos mágicas de Juan Martín Del Potro, el tenista oriundo de Tandil que le dio batalla a los mejores y que logró volver a meterse en el top five. “Este es un premio al esfuerzo. Fue un gran año, mucho mejor de lo esperado. Estuve ahí, peleando en los primeros lugares. Lo primordial es sentirme de nuevo muy cerca de los mejores del mundo. Ya ando mirando la temporada que viene”, dijo. Y remató: “Es muy difícil acercarme a los primeros puestos. Djokovic, Nadal y Murray están muy bien, pero me tengo fe”.

Devotos del tenis y del deporte argentino no pararon de aplaudir y de felicitar a David Nalbandian, apenas un tiempo después de retirarse de la actividad, al ser premiado por su trayectoria deportiva. Y también lo hicieron de cara a cada ilusión que subió al escenario a quedarse con sus premios Revelación, un clásico de Clarín.

Las paredes del Palacio Alsina, que albergó la fiesta, contuvieron los intercambios entre glorias del fútbol de diversos tiempos y registraron las conversaciones entre un crack del rugby como Felipe Contepomi, especialmente distinguido, y un montón de soñadores de diversos deportes. O entre Matías Rossi, automovilista de oro, y Facundo Campazzo, estrella emergente del básquetbol argentino. Esas mismas paredes cobijaron como sonaban las palabras de los reconocimientos para Germán Lauro, atleta dorado que relumbra como lanzador en el mundo, y Noelina Madarieta, Revelación de Oro, por sus desempeños notables en el atletismo.

Triunfador central en una jornada de triunfadores, Del Potro estuvo acompañado por su padre, por parte de su grupo de trabajo y por varios amigos. Llegó justo Delpo , a eso de las 22, y se ubicó en una de las mesas cercanas al escenario para cenar con los suyos. Como bostero de ley que es, saludó a Sebastián Battaglia -merecidísimo destinatario de una distinción de trayectoria deportiva-, a Oscar Moscariello, el vicepresidente 1° de Boca, y a Antonio Rattin, con quienes compartió mesa. Vestido con un elegante traje oscuro, y con un pañuelo azulado en el bolsillo del saco, Delpo aprovechó para disfrutar todo lo cosechado. Cuando Clarín hizo las fotos con Del Potro, se acercaron deportistas y familiares para tomarse imágenes con él. Uno de los momentos más lindos fue cuando Lauro le sacó una foto a su amigo Luciano -con el que vino de Trenque Lauquen-, posando junto a Del Potro y a Contepomi.

El entrenador de la selección de básquetbol, Julio Lamas, avisó del 2014 que proyecta grande para su equipo, en una convocatoria en la que, una vez más, hubo oro para Manu Ginóbili, por sus magias en la NBA. Carlos Berlocq, ternado en tenis, sonrió con esa simpatía irrompible que lo distingue. José Meolans y Hugo Conte, glorias del deporte nacional, proyectaron sueños y revisaron pasados, Juan Martín Coggi y su hijo Martín llenaron de boxeo la noche y todos disfrutaron de la entrega de premios de Clarín, que anoche estuvo auspiciada por deautos.com, Clarín 365, Bancor y Toto Bingo.

Fue el epicentro de la noche Del Potro, pero también hubo otras grandes figuras que dieron el presente. Como dijo el secretario de redacción de Deportes, Julio Marini, la fiesta fue y es “un punto de encuentro entre los deportistas”, que no se ven durante el año.

Los premios a Lionel Messi y a Maxi Rodríguez avivaron los comentarios de futboleros y no tanto sobre lo que pasará en el Mundial de Brasil 2014. Eso y las ganas de gozar del rato compartido fueron los sellos de la noche.

“Ustedes me siguen y yo los sigo. Espero encontrarlos el año que viene acá”, manifestó Del Potro al acariciar con sus manos de tenis el Consagración de Oro cerca de la medianoche, cuando el desarrollo intenso y emotivo de tanta premiación se coronaba con los distinguidos subiendo para juntarse en el escenario. A puro brillo. A puro deporte. A pura fiesta.

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