Fertilización asistida en Italia: la Corte se enfrenta a la Iglesia

Fertilización asistida en Italia: la Corte se enfrenta a la Iglesia
Declaró inconstitucional una ley muy restrictiva, aprobada en 2004 por presión vaticana.
La ley italiana de fecundación asistida, la más restrictiva y conservadora de Europa, fruto de una alianza entre la Iglesia Católica y el gobierno del ex primer ministro Silvio Berlusconi en 2004, recibió ayer un golpe casi mortal: la Corte Constitucional declaró la inconstitucionalidad de la norma, que establece la prohibición para un matrimonio de utilizar donantes externos a fin de superar su infertilidad.

Cuatro mil parejas viajan al exterior todos los años, especialmente a España, para eludir la estructura restrictiva y prohibicionista de la ley 40, en vigencia desde hace una década.

La justicia italiana intervino ya en 28 ocasiones ante los reclamos de las parejas afectadas y sentenció veinte “bochaduras” de artículos de la ley.

La prohibición de fecundación heteróloga con asistencia médica cancela los incisos que castigan con multas de 300 a 600 mil euros a las parejas que utilicen “gametos de sujetos extraños a la pareja” tras solicitar la imprescindible asistencia médica hospitalaria.

La donación de ovocitos y espermatozoides ya no es ilegal en Italia pero la ministra de Salud Pública, Beatrice Lorenzin, dijo que la nueva realidad es de “compleja aplicación”.

La Iglesia de Juan Pablo II se mostró hostil a la ley de fecundación asistida y consiguió imponer normas plenas de restricciones que hicieron dificil su aplicación. Se prohibió la producción de más de tres embriones, norma cancelada por decisión de la Corte Constitucional en 2009, que además removió la obligación de implantar en el útero femenino todos los embriones producidos.

Otra norma que causó grandes polémicas estableció la prohibición de un diagnósticó antes de implantar los embriones, para eliminar los que eran portadores de graves enfermedades. Un tribunal de la región Lazio (capital Roma) consideró “un exceso de poder” esta disposición.

La ley prohíbe el acceso a la fecundación asistida a las parejas que no forman un matrimonio y a las parejas del mismo sexo.

No todas las normas más restrictivas han sido eliminadas. La Corte Europea sobre los Derechos Humanos debe decidir si mantiene o cancela la prohibición de hacer investigaciones científicas sobre los embriones.

“Son cuestiones que no se puede pensar de resolver con un acto de tipo administrativo, se necesita una coparticipación más amplia de tipo parlamentaria”, subrayó la ministra.

Tras conocer las motivaciones de la Corte, anunció la ministra, “lo más pronto posible comunicaremos la hoja de ruta para actuación de la sentencia”.

Para Lorenzin, “la introducción de la fecundación heteróloga en la legislación italiana es un evento complejo. Hay algunos aspectos muy delicados”, subrayó Lorenzin, “que no implican solo al procedimiento médico, sino también problemáticas más amplias, como por ejemplo el anonimato o no de quien cede sus propias gametas a la pareja y del derecho de quien nace con estos procedimientos a conocer sus propios orígenes y la red parental como hermanos y hermanas”.

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