Con esa mueca tensa que mezcla el dolor por el recuerdo de los compañeros caídos y la alegría de ver a centenares de jóvenes protagonizando la jornada de recuerdo, Rubén Marigo recorre la plaza principal del Centro Cívico saludando, organizando, pintando pañuelos

24 de marzo, jornada de memoria, verdad y justicia. De recuerdo y de discusión. Pincel en mano, dice a ANB: “Hay mucha gente. Es una sorpresa. Mucha juventud, justo lo que la dictadura intentó hacer fue terminar con una juventud que tenía unas ansias de modificar la realidad de injusticia social en nuestra patria”.

El histórico referente de la Apdh Bariloche analiza que “estos últimos 10 años, una nueva generación ha vuelto a tomar las banderas para movilizarse, estar en la calle, no perder la memoria y hacer realidad la verdad y la justicia”.

Lo llaman para recordar a Juan Jacinto Burgos y colgar su foto, junto a la de otros desaparecidos. No necesita apunte ni machete. Lo conoció y lo recuerda, como a tantos otros. Su voz, sin embargo, ya no tiene matices ni se quiebra. Una serenidad resignada. Una convicción sin sensiblería.

“Es muy interesante ver que los viejos somos cada vez menos y son más los jóvenes, que toman esta bandera de la necesidad de tener un país sin exclusión social, una bandera de integración latinoamericana, una bandera de reivindicación los derechos humanos como una política de Estado”, agrega.

ANB: ¿Se ha dado en la Justicia ese debate sobre qué país se intenta construir?

Marigo: No. Yo creo que una de las deudas grandes de nuestro país es democratizar un sector importante de la Justicia. Somos partidarios de la elección de los jueces por medio de sistema de voto popular, y un sistema de elección de los jueces totalmente transparente que sea público, que es lo que permitiría a la gente hacer un control popular y democrático. La Justicia ha tenido retrocesos y avances. Tampoco hay que olvidarse que por un lado estuvo el Juicio a las Juntas, que fue muy importante, y después el Punto Final, la Obediencia Debida, los nueve indultos de (Carlos) Menem, hasta que a partir del 2004, 2005, la Cámara Federal y la Corte comenzaron a decretar la inconstitucionalidad de las leyes de impunidad, lo cual reafirmó la necesidad de la condena de los genocidas.

Saluda, lo saludan. La “Negra” Olivera a su lado, las manos blancas la “Negra”. Tres o cuatro pañuelos supieron ya de su pincel. ¿Charlamos? Sí, dale.

ANB: Pero por el banquillo no pasaron todos...

Marigo: Claro. Otro punto importante es no olvidar que se trató de una dictadura cívico-militar, y falta el juzgamiento de aquellos sectores de civiles que hicieron posible la dictadura. Es una deuda pendiente.

ANB: Mirar las entrañas del Poder Judicial...

Marigo: En la medida que los sectores populares tengan inclusión social, tengan acceso a la educación, van a tener también acceso a la Justicia. Hay un sector que no está representado en la Justicia, y lo vemos con todo un aparato represivo que cuesta desmontar.

ANB: La marcha del 18 de febrero, convocada por algunos fiscales para “homenajear” a Alberto Nisman ¿habla de una reacción a los cambio?

Marigo: Sí, obviamente. Fueron (los que convocaron) nueve fiscales sobre 300. Eso lo demuestra. La forma en que (el fiscal, Germán) Moldes se expresa contra el Gobierno, me parece que es un poco parcial para este caso. Destaco que esos fiscales vean que en un sistema democrático puedan disentir y se puedan manifestar. Me parece que la marcha que hubo en el mes de marzo (durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso), fue una demostración popular y de apoyo al Gobierno. Lo de Nisman, es necesario que prontamente se esclarezca, hay que evitar las chicanas que se están dando. Es claro que lo que armó (la denuncia contra la Presidenta) es bastante incosistente y falto de pruebas.

ANB: No sólo marcharon los nueve fiscales...

Marigo: Los sectores reaccionarios, los de la prensa, están impulsando una política de golpe blando. Apoyaron abiertamente esta marcha, cuando lo que habría que haber apoyado, más que un homenaje, es que se esclarezca de una vez por todas esta muerte, como nosotros pedimos que se esclarezcan las de los 30 mil desaparecidos.