Explosión en la Fábrica Militar de Villa María: murió un operario

Explosión en la Fábrica Militar de Villa María: murió un operario
Gustavo Cachín, de 32 años, estaba trabajando con el material explosivo en un pozo con un compañero que en ese momento salió a buscar más carga. Los directivos de la empresa aseguran que fue un "accidente industrial".
Un trabajador de una fábrica militar murió como consecuencia de la explosión de la planta de pólvora de Villa María, en Córdoba, cerca de las 14 horas de ayer. Tras la explosión se registró además un incendio de pastizales. El hecho –que dema–dó el trabajo de varias dotaciones de bomberos se produjo a las 13:20 en la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos (FMPE) de esa ciudad del sur cordobés.

Una de las informaciones que circuló inicialmente era que el cuerpo del operario identificado como Gustavo Cachín, de 32 años, había desaparecido y que se había producido un derrumbe. Según pudo establecer Tiempo Argentino, las cosas fueron distintas. Se trata de un sitio conocido como mamelón, una especie de pozo en el que se amasa la dinamita y que habitualmente se instala bajo tierra para impedir que, en caso de un accidente, se dispare una serie de explosiones en cadena. El cuerpo de Cachín –quien trabajaba en la planta desde 2006– fue trasladado por la funeraria durante la tarde.

La muerte del operario fue rápidamente confirmada por la dirigencia de la Asociación de Trabajadores del estado (ATE), al cual están afiliados todos los empleados de los predios militares. "Pesar por el fallecimiento de un trabajador de la Fábrica Militar de Pólvora de Villa María", dijo la seccional cordobesa de ATE en un tuit de las 16:09. El secretario General de la seccional Villa María del sindicato, Juan Secondino, expresó: "Nuestro gremio, conforme al compromiso histórico con la defensa de las condiciones de trabajo, brindará a la comunidad la información pertinente respecto a las causas de la explosión, en función que la investigación avance en datos concretos."

En el mamelón trabajan habitualmente dos operarios, pero, según confirmaron a este diario, en ese momento el otro trabajador había salido del lugar a buscar más carga, con lo cual salvó milagrosamente su vida.

El director de la planta de Villa María, Miguel Toselli, y el jefe de Producción, mayor José Lucioni, explicaron en un comunicado que se trató de "un accidente industrial" en el "sector I3 de la Planta de Dinamita". La explosión, indicaron, "afectó una zona contigua a la amasadora de dicha planta pero no se extendió a la misma". Desde hace algunos meses, la planta es administrada por civiles y la situación de crisis fue encarada por la subdirectora Mariana Gerdé.

La investigación por las causas de la explosión –que no dejó más heridos que la lamentable muerte de Cachín– fue puesta en marcha durante la tarde por autoridades del organismo.

En diálogo con la radio cordobesa Cadena 3, el subjefe de Bomberos de Villa María, Julián García, dijo que en la extinción de las llamas que se habían expandido en un sector parquizado del predio trabajaron unos 40 efectivos.

Cerca de las tres de la tarde, el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, se presentó en el lugar con todo su gabinete, pero no le permitieron ingresar. De la misma manera, el jefe de Gabinete de Córdoba, Oscar González, indicó que las autoridades de la Fábrica Militar no permitían el ingreso de la policía de la provincia al predio y, en ese marco, señaló: "No tenemos información fehaciente en cuanto a lo que ocurrió".

En la década de los '90, Fabricaciones Militares fue transferida al Ministerio de Economía con la intención de llevar a cabo la privatización y el desguace de esa institución fundada por el general Manuel Savio. En consonacia con los nuevos aires industrialistas que soplan en el país desde 2003, elpasado 4 de junio fue publicado en el Boletín Oficial el Decreto 636/2013, que informa el regreso de Fabricaciones Militares luego de 17 años al Ministerio de Defensa. En el decreto se lee que el objetivo de tal jugada es la necesidad de "potenciar el desarrollo de las industrias militares, la ciencia, la tecnología y la producción para la defensa y las de carácter dual." «

Informe desde Córdoba: Waldo Cebrero

en febrero había sufrido un incendio

La Fábrica Militar de Villa María, al sudeste de esa ciudad cordobesa, ya había sido escenario de un incendio a principios de año, que no llegó a propagarse hasta el sitio en donde se conserva y procesa la pólvora.

El 4 de febrero pasado, bomberos de Villa María y otras localidades cercanas fueron convocados para contener el fuego en el predio de la fábrica, que afectó pastizales y desechos de origen vegetal.

Aquel día, la evacuación de la planta fue parcial, obligada porque las llamas llegaron cerca de uno de los depósitos. De acuerdo al testimonio de los bomberos a la prensa, el incendio se desató en "un basural de materia vegetal, con troncos, ramas y los mismos productos de limpieza de la planta". En aquel caluroso mediodía de febrero, trabajaron en el lugar siete dotaciones y más de 50 bomberos de Villa María y de las localidades de Villa Nueva, Arroyo Cabral, Ballesteros y Bell Ville, y al menos uno de los efectivos debió ser asistido por principio de asfixia, pero no hubo que lamentar víctimas. La historia fue mucho más grave ayer.

el trágico eco de río tercero

El más dramático antecedente de la explosión de ayer ocurrió el 3 de noviembre de 1995, cuando voló la planta de Fabricaciones Militares de Río Tercero, también en Córdoba, en una tragedia que, según determinó más tarde la justicia, fue intencional, puesto que las pericias demostraron que la deflagración en la planta de carga de trotyl no pudo haberse iniciado sin utilizar un detonador.

La explosión y el posterior incendio que produjeron siete muertes, heridas a alrededor de 300 personas y cuantiosos daños materiales en Río Tercero, destruyeron documentación reveladora sobre la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, a través de tres decretos secretos firmados por el entonces presidente Carlos Saúl Menem. En ese lugar, según la instrucción judicial, se borró el número de serie y el escudo argentino de gran cantidad de armamento, luego embalado y enviado a los Balcanes.

El mes pasado, el juez federal de Río Cuarto, Carlos Ochoa, volvió a procesar a Menem por su presunta responsabilidad en la voladura de la fábrica. El procesamiento había sido pedido en febrero por los fiscales Guillermo Lega, Carlos Gonella y Carlos Trotta, luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación anulara otro fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, que entendía que la causa estaba prescripta. Lo mismo reclamaron los abogados de la querella, que representan a las hijas de Ana Gritti, fallecida por la explosión.

Ya en 2008, la Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba había anulado el procesamiento del expresidente, dictándole la falta de mérito. En cualquier caso, aunque Menem no estuviera entre los imputados en el juicio oral, cuya fecha aun no fue fijada –a 18 años de la tragedia-, ahora queda abierta la posibilidad de que sea juzgado por la voladura en un segundo proceso.

Los cinco procesados por la explosión, a quienes se les imputa estrago doloso agravado, son los militares retirados Carlos Franke, Edberto González de la Vega, Jorge Cornejo Torino y Marcelo Gatto, y el ex subinterventor de la Dirección de Fabricaciones Militares, Norberto Emanuel.

Pero como, según la fiscalía y la querella, la voladura de la fábrica de Río Tercero fue provocada para ocultar el faltante de armas producto del tráfico ilegal, causa en la que Menem ya fue condenado, la estrecha relación entre ambas causas lleva a que el expresidente vuelva a ser involucrado en el proceso por las explosiones.

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