Mauricio Macri desistió de jugar las cartas más fuertes: juicio político, denuncia penal por fraude, y recurso de inconstitucionalidad eran las estrategias preparadas luego del escrutinio definitivo en las elecciones provinciales.

Tal como ocurrió en el 2011 cuando Miguel del Sel casi le arrebata la gobernación a Antonio Bonfatti, en esta oportunidad y con resultados mucho más ajustados, Mauricio Macri volvió a ser blanco de sospechas de haber negociado la derrota del PRO.

 

Dirigentes locales reconocieron a este medio que el líder porteño desistió, a último momento, de hacer las presentaciones judiciales que habían elaborado un grupo de abogados santafesinos para revertir el resultado final.

 

Según pudo conocer LPO, un buffet de abogados locales contratados por el PRO había preparado una serie de escritos judiciales que consistían en una batería de presentaciones que constaba desde una denuncia penal por fraude, las estrategias para un juicio político y un recurso extraordinario de inconstitucionalidad.

 

Estas presentaciones eran las últimas cartas que el partido de Miguel del Sel tenía bajo la manga para tratar de que el Tribunal Electoral accediera a abrir la totalidad de las urnas, pero una orden del propio Macri habría parado la jugada jurídica.

El acompañante de del Sel en la fórmula, el radical Jorge Boasso, uno de los dirigentes que más insistió en que se lleve la pelea al plano judicial, confirmó a La Política Online que los recursos existían y estaban listos para ser presentados.

 

“Había mucho fundamento jurídico y político para seguir peleando, no sé porqué tiraron la toalla a escasos 1400 votos”, se preguntó el candidato a vicegobernador.

 

Boasso le había pedido a Miguel Torres del Sel que no se dé por vencido, convencido que había existido fraude, palabra que los apoderados del PRO se cuidaron de mencionar. “Miguel: te pido encarecidamente un último favor: Sé que está confeccionada la denuncia penal. Yo estoy dispuesto a presentarla bajo mi absoluta responsabilidad, a ustedes no los comprometo ni los involucro. Nos robaron la elección!” le escribió el radical al ex Midachi quien nunca le respondió el mensaje.

 

No es la primera vez que el candidato a la vicegobernación del PRO denuncia que el partido de Mauricio Macri termina aceptando la derrota sin pelear hasta las últimas consecuencias. En las elecciones del 2011, Osvaldo Salomón del Peronismo Federal apuntó a Mauricio Macri y a del Sel por no haber insistido en la fiscalización del escrutinio definitivo y dando por ganador al socialismo que se impuso por 60 mil votos.

 

También en esa elección, según Salomón, el PRO había ganado las elecciones pero por disposición de Macri, se entregó la provincia.

La pelea judicial

 

Durante los días que insumió el escrutinio definitivo, el PRO ensayó distintas presentaciones e impugnaciones. El abogado Lucas Incicco, apoderado del partido presentó una serie de pedidos a la justicia electoral que fueron rechazadas in limine.

 

Frente a las escasas respuestas del Tribunal electoral, el partido amarillo decidió contratar a abogados locales, entre ellos, el doctor Hernán Martínez, especialista en Derecho Administrativo y a Luis Hilbert, otro importante profesional de la capital provincial.

 

Según pudo conocer este medio, los abogados prepararon extensos escritos, un recurso extraordinario de inconstitucionalidad, donde se insistía con la apertura de urnas y una denuncia penal por fraude. También se habían diagramado estrategias para llevar a cabo un juicio político.

 

“Algo pasó que Macri decidió no presentar los escritos”, sostuvo una fuente judicial a este medio.

 

El doctor Hilbert conversó con La Política Online pero se negó a confirmar que haya existido un escrito de cuarenta carillas de una denuncia por fraude. “Me hicieron algunas consultas, había un proyecto, fue confidencial, no puedo afirmar ni negar nada”, se limitó a declarar el letrado.

 

Sin embargo, dirigentes del PRO reconocieron la existencia de la denuncia y hasta el borrador de un pedido de juicio político aunque no indicaron hacia qué funcionario estaba dirigido.

 

También, de manera confidencial, informaron a este medio que se trabajó contrarreloj dado los tiempos estrechos que tenían para la presentación.

 

“El código electoral dice claramente que cuando se proclama un ganador, se autoriza al Tribunal Electoral a destruir todo”, afirmó una fuente que pidió preservar su identidad.

 

Según la misma persona, los abogados trabajaron durante toda una noche “estaban al filo porque al otro día lo proclamaban ganador a Lifschitz y eso habilitaba a la destrucción total de las urnas y toda la documentación. Desaparecía el cuerpo del delito”.

 

Por su parte, Hernán Martínez había elaborado un Recurso Extraordinario de Inconstitucional donde se cuestionaba la negativa del Tribunal Electoral de abrir todas las urnas. “Al menos pedíamos que se abran las 2.130 mesas donde los votos anulados superaban ampliamente el promedio de cualquier otra mesa” sostuvieron desde el entorno de Martínez.

 

A pesar del esfuerzo realizado por los abogados, en horas de la mañana cuando ya estaban todos los escritos terminados y cuando se sabía que se iba a confirmar a Lifschitz ganador, “una orden de arriba suspendió todo”.