“La evidencia extranjera demuestra que impuesto a las bebidas azucaradas es fallido"

“La evidencia extranjera demuestra que impuesto a las bebidas azucaradas es fallido

El exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry habló sobre las desventajas que traería un impuesto a las bebidas azucaradas.

Continúan los debates entorno a algunas propuestas de la reforma tributaria presentada por el Gobierno Nacional. Un punto que ha generado diferentes consideraciones es el de poner un impuesto adicional a las bebidas azucaradas.

En diálogo con Caracol Radio, el exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, aseguró que “la evidencia internacional ha demostrado que el impuesto a las bebidas azucaradas ha sido un fracaso”.

Echeverry afirmó que los impuestos creados para cuidar la salud de los ciudadanos comenzaron hace una década aproximadamente, teniendo como pionero a Dinamarca, país que buscaba mejorar la calidad de vida de los ciudadanos quienes reportaban altos índices de obesidad.

“Un año después, el gobierno de centro izquierda lo abolió por las inmensas dificultades administrativas; aumento de precio, demanda de importaciones, salida de empresas y la pérdida empleos”, aseguró.

Basándose en el mismo ejemplo, el expresidente de Ecopetrol señaló que los efectos sobre la salud fueron inciertos, haciendo injustificable mantener los gravámenes a dichos productos.

Refiriéndose a México, el economista señaló que el impuesto a las bebidas azucaradas tampoco dio resultados. “La evidencia internacional indica que ha sido fallido”, agregó.

En cuanto a Colombia, Juan Carlos Echeverry aseguró que el impuesto a las bebidas azucaradas sería de bajo recaudo, dejando aproximadamente un total de $400.000 millones. “Es bajísimo en comparación con lo que se necesita, y tengan en cuenta que los que pagarían seríamos nosotros”, dijo a Caracol Radio.

Finalmente, el economista afirmó que en Colombia las bebidas azucaradas representan menos de 3% de las calorías totales que consumen los colombianos, por lo tanto, según él, no sorprendería que el impacto sobre la salud no fuera notable. “Sería subir el precio 16% a las bebidas azucaradas con un impacto mínimo en salud y bajo en recaudo, no se ve el beneficio”, añadió.

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