"Estoy más que conforme con el fallo", aseguró Carolina Píparo

"Estoy más que conforme con el fallo", aseguró Carolina Píparo
La embarazada baleada en una salidera bancaria en 2010, mostró su satisfacción con la condena a prisión perpetua a cinco de los siete acusados, pero consideró que "la herida y la ausencia de Isidro no las cierra ninguna sentencia".
Tras conocerse hoy el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de La Plata que condenó a prisión perpetua a cinco de los siete imputados, la mujer precisó que “los jueces vieron el dolor" que les causaron y que les "siguen causando” los acusados.

"Estoy profundamente agradecida a los médicos que hicieron todo lo posible por salvar la vida de Isidro y que salvaron la mía", manifestó, y agregó que el bebé “con muy pocos recursos vivió una semana porque él quería vivir”.

Sostuvo que “Isidro era un bebé de tres kilos y medio, era un bebé a término" y aseveró que Isidro "ya existía" en su vida, "Isidro estuvo”, remarcó.

“El no deja de estar. No siento que tenga paz con esto. Está en mi cabeza, en mi corazón, está todo el tiempo conmigo”, consideró Píparo, y añadió que “cualquier madre a quien se le muere un hijo no deja de pensar nunca en ese hijo”.

“Desde el primer momento creí que se iba a hacer justicia”, sostuvo, pero evaluó que no está "aliviada porque los imputados tienen la posibilidad de apelar" por lo que ahora dependen de otra instancia.

Reprochó que ninguno de los imputados le haya pedido disculpas evaluó que “nunca hubo (de su parte) arrepentimiento”, y graficó que “de hecho, vivieron el juicio de una manera relajada: charlaban o se dormían”.

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“Reconocí a Moreno en el momento en que lo vi”, afirmó y aclaró que esperaba la absolución de Carlos Burgos porque “él no fue”.

Carolina además dijo que “tuvo que morir Isidro para que hagan una ley de salideras”, y manifestó que no cree que la de hoy sea "una condena ejemplar, sino que es lo que merece una persona que quita la vida”.

“Mi vida seguirá con mucho esfuerzo, tratado de encontrar un poco de paz, poniéndole fuerza cada día”, afirmó la mujer, y subrayó: “Por mi hija, tratamos de que la vida sea lo más normal posible”.

“Hay un antes y un después de ese día: uno se olvida de cómo era, de cómo pensaba antes de que te saquen a tu hijo”, reflexionó y concluyó que “arruinaron la vida de toda una familia”.

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