Estiran cocaína con peligrosas sustancias

Las tizas de cocaína que se venden en el Alto Valle tienen una "pureza" promedio del 7%. ¿Qué es el resto? Desde pesticidas hasta talco. Cómo afecta esa mezcla al organismo y cómo la analizan los expertos.

Cada dosis es un paso hacia la muerte. La cabeza quemada, los pulmones empastados, las venas rajadas, los riñones atrofiados. Quien aspira cocaína en el norte de Río Negro y Neuquén ingresa a su organismo apenas un 7% de la droga que cree estar consumiendo.

 

El resto es veneno para ratas, pesticidas, vidrio molido, yeso, talco, almidón, analgésicos. Lo dicen las pericias químicas, por más pureza y calidad que asegure el dealer; por más empresario o tumbero que sea el cliente. Y surge una paradoja: si fuera cocaína pura habría incontables muertes por sobredosis pero mucho más rápidos y efectivos resultarían los tratamientos de desintoxicación, porque tanto el adicto como los médicos tendrían un único enemigo para combatir.

 

Un estudio sobre los secuestros de clorhidrato de cocaína efectuados en los últimos dos años en la zona revela que casi el 80 por ciento de la droga que circula tiene una concentración que va del 0,2 % al 21%. Sólo quienes reciben la cocaína en "ladrillos", que siempre son revendedores y "estiradores", pueden obtener un promedio de pureza del 28%. Sólo una vez, en el año 2007, se registró un gran secuestro de más del 90% de concentración, cuando un hombre volcó un Audi A6 último modelo en la Ruta 151, cerca de Catriel, y perdió un cargamento de casi 80 kilos de la cocaína más pura conocida en la región.

 

Israel Funes, licenciado en Química del Gabinete de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería Nacional en Neuquén, es uno de los responsables de analizar la cocaína que se secuestra en el Valle. Con la información obtenida entre abril de 2012 y agosto de 2014 concluyó que el clorhidrato de cocaína que circula en esta zona de Río Negro y Neuquén tiene, en promedio, un 93% de "sustancias de corte". Y se usa para "estirar" la droga "cualquier material que se parezca a la cocaína, es decir, que sea sólido a temperatura ambiente y de color blanco". Los vendedores de mayor nivel usarán, con suerte, analgésicos y anfetaminas. Los demás, desde el polvo interior de los tubos fluorescentes hasta tizas molidas o veneno para ratas y hormigas. Y la combinación, invariablemente, puede ser letal.

 

"En la región hemos encontrado valores entre 0,2% y 90%, lo que nos muestra un amplio abanico de concentraciones, sin embargo, se observa que existe una correlación entre la "pureza" de la cocaína y el tipo de material analizado", advierte Funes. Su conclusión: a mayor tamaño del bloque, más pura resulta la droga. "Parece ser que los ladrillos (semejantes a un ladrillo real de construcción) y en algunos casos los envoltorios grandes de material amorfo o en polvo se utilizan para fraccionar y diluir el material, lo que en la jerga se conoce como "estirar", debido al tamaño y a las concentraciones de cocaína que suelen poseer, generalmente altas", apunta el perito. Eso es, además, "un indicador de que existen, o al menos se puede sospechar de la presencia, de lugares de fraccionamiento en la región", sostiene.

 

Su estudio fue sobre la droga secuestrada por todas las fuerzas de seguridad entre Roca y Plottier, pasando por ciudades como Cipolletti, Centenario, Senillosa y sus intermedias. De ese análisis surgió que "el 79% de los productos incautados se encuentran en forma de "tiza", cuyo rango de concentración de cocaína se halla entre 0,2% y 21%, y el valor promedio es 7%. Por otra parte, para el caso de los "ladrillos" y otras morfologías se ha encontrado que el valor promedio es de 28%, pudiendo llegar a valores de 90%", explicó.

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