Se escuchan gritos en el Concejo Deliberante porque una palabra interpela

Se escuchan gritos en el Concejo Deliberante porque una palabra interpela

Juntos por el Cambio y el apoyo del Frente de Todos.

La primera vez no fue comedia, la segunda menos. Tampoco tragedia aunque hay intérpretes, hombres y mujeres, que pueden encontrar en el vestuario las mejores prendas de acuerdo a la oportunidad. En 2019, presidencia Horacio Chiqué, la mayoría del Concejo Deliberante jugó a ser celoso defensor de las formas, modos y maneras, rechazando la prórroga de licencia a Leonardo Cóppola, ergo, la permanencia en la banca de Gisele Agostinelli que no ocupa el puesto decorativamente. Su trabajo tiene desenfado porque es llamada a los cruces políticos con José Barreiro, Martín Fraiz y Horacio Chiqué y enfrenta el momento.

Con el manoseado proyecto de Estacionamiento Medido, adjudicación a la empresa IPS – Tallion, mediados de 2019 fue un Me Verás Volver de Leonardo Cóppola a su banca. Meses después, del mismo año, la licencia rechazada se convirtió en prórroga actualizada y Agostinelli regresa cuando pasó el temblor.

Pero, como la revolución no es permanente pero los juegos son continuos, lo que está mal cerrado ofrece reabrir la agenda donde hay principios, si no gustan aparecen otros. No es Unidad Ciudadana o Frente de Todos quien quiere poner en raya a Leonardo Cóppola o desactivar a Agostinelli, en este 2020 la saga LC -G.A está dirigida por Juntos por el Cambio, es decir, compañeros de espacio pero no de ruta. 

Mirko García (semanas atrás) pidió una moción de privilegio y habló del barrilete sin cola o la licencia chicle. Fue una opinión, ni siquiera pidió que el caso Cóppola tenga tratamiento en la Comisión de Legales, sin embargo la experimentada concejal Claudia Asseff le aclara a la Presidenta del cuerpo (Bellota) que sería de interés analizarlo en la comisión y, tal vez, entregar dictamen y sentencia. Nadie de los presentes en el recinto objeta la comprensión y acto pedagógico de la legisladora. Hay quienes pican o muerden el anzuelo, la táctica en fuerza envolvente, pero la estrategia no es de rio sino de mar que, cuanto más abierto mejor.

Ayer la Comisión de Legales se llamó al trabajo sobre el tema licencia. Claudia Asseff participa no de forma presencial. Agostinelli escucha algo particularísimo: el debate está articulado para cuidarla. En el edificio de la calle Martínez Melo la temperatura supera el tremendo silencio que hay en oficinas y pasillos. Habla Mirko García, Josefina Díaz Ciarlo, Lucas Franco, Roxana Ricart, Cosme y Agostinelli, ésta última de nuevo en el centro de la misma escena pero un año después, con el nuevo oficialismo del Frente de Todos que interviene en una disputa de Juntos por el Cambio que hoy tiene dos bloques, el que lidera Claudia Asseff y el otro con Agostinelli, Aguilar y Fábregas.

Hubo gritos, quiebres emocionales y algunas certezas: la licencia de Cóppola tiene fecha de vencimiento. El cuerpo (y sus extremos) coincide en hacer valer el principio rector de, todo el que se postula para el cargo debe honrarlo, cumplir con las funciones por las que el pueblo eligió. Por supuesto que la regla tiene excepciones que son tantas (licencias de concejales /as) que convierten a Cóppola en un modelo que así no debe copiarse.

El hombre tiene que regresar a su banca o renunciar. Si decide por lo segundo, la política le tendrá asegurado un párrafo sobre el uso de la política en detrimento de la palabra empeñada. Si renuncia, ¿sigue Agostinelli o se fortalece el tremendo respeto por las normas, reglamentos y leyes vigentes llevando a un hombre en reemplazo de Cóppola por paridad de género?

Lo que no está escrito pero si transmitido a lo largo de este 2020 conecta este presente con el pasado inmediato. Cóppola sostiene la licencia (por cuestiones personales y políticas) y eso se acuerda entre pares. Es como un acto implícito de saber entender y actuar. Ocurre que las personas no son iguales y en la diversidad está lo que se llama disruptivo. Agostinelli tomó un lugar de oposición con voz propia, más osada y confrontando con el argumentos, estudio y discurso al poder de Festa y ahora, el que construye Mariel Fernández. Cuestiona al progresismo y rompe con la hegemonía legislativa de la oposición que ostenta, por experiencia y trayectoria, Claudia Asseff.

Luego de Navidad y antes de año Nuevo, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio definirán que Leonardo Cóppola tiene que volver a su banca, ofreciendo como alternativa al ex candidato a Intendente una enseñanza: renuncia o paso al costado definitivo.

Quien piense que la acción es para atacar o callar la voz opositora de Agostinelli es que habrá leído lo que sucedió entre 2018 – 2019. Cualquier parecido con aquella realidad no es una coincidencia, más es la política que en algunos puntos estratégicos no tiene ninguna grieta.

La centralidad no es un hombre adaptado a usos y costumbres, es una mujer que interpela las coincidencias que hay entre los extremos.

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