Enrique Tellado inicia el año 2021 poniendo fin a una etapa de siete años como director general de EVO Banco. El directivo gallego abandona el sector bancario 14 años después de una entrada que materializó a través de Caixa Galicia, en donde sería jefe de planificación estratégica, primero, y director general financiero en la etapa de Novagalicia Banco.

Tellado ha sido relevado por Eduardo Ozaita al frente de la entidad ahora en manos de Bankinter y, a falta de decidir qué nuevos retos encara en su carrera profesional, limita su actividad al consejo de administración de una empresa en la que entró en 2019. Se trata de la comercializadora Holaluz, en la que desembarcó en vísperas de su salida al Mercado Alternativo Bursátil (MAB).

Más de un año desde su llegada a Holaluz

En concreto, el directivo gallego entró en el consejo de administración de la compañía en noviembre de 2019 junto a la vicepresidenta de Coca-Cola European Partners, Isabela Pérez Nivela, una vez atada su salida al MAB a un precio de 7,7 euros por acción. Ahora, poco más de un año después, los títulos de la compañía cotizan un 17% por encima, en el entorno de los 9 euros.

Tellado ha pasado de EVO Banco, que en los últimos años contaba con un negocio casi todo online, a Holaluz, que también busca revolucionar su mercado siendo una compañía «100% verde«. El 100% de la energía eléctrica comercializada por Holaluz procede de fuentes renovables (eólica, fotovoltaica, biogás o biomasa) y, además, la compañía presume de haber sido la primera en montar una instalación de autoconsumo compartido en toda España.

Al igual que en EVO Banco, sobre Enrique Tellado y los otros seis miembros del consejo de Holaluz (que se embolsaron 635.000 euros en 2020) gira una cifra redonda de clientes. «La compañía espera alcanzar el millón de clientes y las 50.000 instalaciones fotovoltaicas para finales del 2023», revela la compañía en su última memoria anual, marcando así unos objetivos similares a los que ya se enfrentó Tellado en EVO Banco. Y es que el objetivo del banco pasaba por elevar su base de clientes de los 452.000 con los que contaba al cierre de 2019 al millón en 2020, aunque finalmente se acabaría quedando al borde de los 880.000.

Más de 230 millones de facturación

Para alcanzar este objetivo, la compañía ha seguido sellando contratos con productores de energía. Entre estos acuerdos se encuentran el alcanzado con el fondo de inversión Copenhagen Infraestructure Partners (CIP) para 12 parques eólicos de 487 megavatios de potencia en Los Monegros (Aragón) o el alcanzado con Raiola Future para la construcción de 10 plantas fotovoltaicas de 20 megavatios de potencia entre España y Portugal, así como el logrado con Chint Energy para instalar 500 megavatios en energía fotovoltaica en España.

Holaluz, que ya es la séptima mayor compañía del MAB por capitalización (ronda los 183 millones, por encima incluso de los 172 millones de Altia) se marca como objetivo dar el salto al mercado continuo y continuar incrementando una cifra de negocio al alza. La firma capitaneada por Carlota Pi cerró el año 2020 con una facturación de 232,7 millones de euros, lo que supone un aumento del 13% respecto a 2019. El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en los 4 millones de euros, mientras que su beneficio neto bajó de 768.000 a 598.000 euros.