Los engaños sobre el reciclaje de envases

Los engaños sobre el reciclaje de envases

Una reciente denuncia presentada ante la Comisión Europea por parte de la Organización Europea de Consumidores (BEUC) ha vuelto a poner en entredicho el sistema de reciclaje de envases. 

Por: Laura Conde.

Este organismo, que aglutina a 45 organizaciones de consumidores de 32 países diferentes, ha interpuesto una denuncia por afirmaciones comerciales engañosas sobre el reciclaje por parte de los fabricantes de bebida, señalando que mensajes como “100% reciclable” y “100% reciclado” no se ajustan a la realidad. La BEUC manifiesta, asimismo, que este tipo de afirmaciones suelen ir apoyadas por imágenes que refuerzan el mensaje de ecología y sostenibilidad, cosa que resulta engañosa para muchos consumidores, que las adquieren pensando que su uso es, efectivamente, cien por cien sostenible.

Para Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace, esta reivindicación de los consumidores europeos destapa un greenwashing en toda regla por parte de buena parte de la industria de bebidas, que deja al consumidor en una situación de indefensión. “Estamos apostando todo al reciclaje y las cifras indican que no es suficiente. Hay que fomentar la reducción de residuos y la reutilización de envases: volver a prácticas de antes como devolver los cascos de las botellas, que sigue siendo lo más sostenible que podemos hacer”.

"En ningún caso se puede decir que los tetrabriks son cien por cien reciclables" Julio Barea - Responsable de la campaña de residuos de Greenpeace

De los envases que van al cubo amarillo, Barea señala que “se pueden diferenciar a grandes rasgos cuatro fracciones diferentes: PET, PEA, plástico fino y plástico mixto”. El PET (tereftalato de polietileno) se encuentra sobre todo en las botellas de agua y refrescos, mientras que el PEAD (polietileno de alta densidad) corresponde, entre otros, a envases de cosméticos, leche y otros alimentos. El plástico fino, como el papel film o las bolsas, y los plásticos mixtos, como envases de yogur o bandejas, también se depositan en el contenedor amarillo, aunque, según Barea, “no se pueden reciclar”.

El responsable de Greenpeace señala que, en el caso de algunos envases de uso frecuente como los tetrabriks, no es posible reciclarlos al 100% en España, de manera que cualquier afirmación que indique lo contrario es directamente falsa. “Un tetrabrik está fabricado en un 75% con cartón, en un 20% con plástico polietileno y el resto con aluminio. De todo ello, solo se recupera el cartón, de manera que en ningún caso se puede decir que uno de estos envases es cien por cien reciclable”. El 25% restante de polietileno y aluminio termina en un vertedero de residuos industriales de Zaragoza, ya que a día de hoy no existe la tecnología en España que permita separarlos.

Un tetrabrik está fabricado en un 75% con cartón, en un 20% con plástico polietileno y el resto con aluminio -  Getty Images/iStockphoto

Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que rastreó el destino de 43 tetrabriks mediante GPS concluyó que solo uno terminó en una empresa preparada para reciclarlo correctamente. De los 43 envases analizados, la OCU detalla el momento en que se perdió la señal de cada uno: ocho de ellos en el camión de la basura, 22 en la planta de clasificación, tres en el vertedero junto a la planta de clasificación sin haber sido clasificados, cuatro en una planta de gestión de residuos, cinco en otros vertederos y solo uno de ellos llegaba a la planta de la empresa autorizada para el reciclaje.

El PET es, en palabras de Barea, “el material que mejor se recicla”, pero tampoco se puede afirmar que un envase que lo contenga sea 100% reciclado. Un informe conjunto de los fabricantes de bebidas Natural Mineral Waters Europe y UNESDA Soft Drinks Europe, emitido como respuesta a la denuncia de la BEUC, se excusa diciendo que “la capacidad de los productores de bebidas para incorporar PET nuevamente en sus botellas depende de la disponibilidad y el acceso a una cantidad suficiente de material reciclado de alta calidad”. Por su parte, la BEUC denuncia que en la actualidad “la tasa de reciclado de cuerpos de botellas de bebidas de PET es solo del 55% en la UE y la posibilidad de que vuelva a convertirse en botella ronda el 30%”. De hecho, todavía existen empresas que se resisten al uso de RPET o PET reciclado por razones estéticas o de acabado y prefieren emplear materiales nuevos y más atractivos para el consumidor. Barea señala, además, que “aunque el PET se recicle bien, siempre hay que añadir plástico virgen a las nuevas botellas, de manera que incluso en aquellas casi completamente recicladas los mensajes que anuncian ese 100% son falsos”.

Poco después de la denuncia de la BEUC, la Agència Catalana de Residus emitió también un informe que corroboraba las afirmaciones de los consumidores europeos. Según este organismo, “los mensajes indicados en los envases son, en general, ambiguos, bien porque hacen referencia a una parte del envase (por ejemplo, la botella) o al material de este (por ejemplo, PP)”. Este organismo destaca también que afirmaciones del estilo “100% reciclable” contribuyen a generar “una mayor confusión en el consumidor”. Coincide también la OCU, que desde hace años lidera una campaña contra el greenwashing en la industria alimentaria. “En muchas botellas de agua se utilizan imágenes de bucles cerrados, logotipos ‘verdes’ o imágenes de la naturaleza, con las que se busca transmitir la idea de neutralidad medioambiental, circularidad en el ciclo de vida del plástico e incluso dan la impresión de que las botellas tendrían un impacto positivo en el medio ambiente”.

Para Greenpeace, uno de los caminos para paliar esta situación es, simplemente, “que se cumpla la ley”, según afirma Barea. El responsable de la campaña de residuos de esta ONG asegura que “existe una Ley de Residuos que debe cumplirse, pero hace falta saber quién verifica los datos, es decir quién audita a Ecoembes, que en la actualidad tiene el monopolio en el reciclaje de residuos”. De hecho, Greenpeace presentó un informe en el año 2020 que, bajo el título Ecoembes miente. Desmontando los engaños de la gestión de residuos de envases domésticos, acusaba de irregularidades a esta organización sin ánimo de lucro. En la actualidad, Ecoembes es es el gestor único del Sistema de Integrado de Gestión (SIG) de residuos de envases plásticos en España, una organización sin ánimo de lucro que gestiona, efectivamente, en solitario el reciclaje de los residuos que se depositan en el contenedor amarillo y en el azul.

Contenedores de reciclaje - iStock

Del mismo modo, el pasado mes de octubre de 2022 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) inició un expediente sancionador contra Ecoembes por un posible abuso de su posición de dominio en el mercado. Para Barea, estamos ante “un monopolio formado por las principales marcas contaminantes de plástico que, a través de esta entidad pantalla, ‘limpian’ su imagen pero sin cortar el ritmo de la producción, ni generar sistemas más limpios como el envase retornable y reutilizable”. Los accionistas de Ecoembes son envasadores como Danone, Campofrío, Nestlé y la filial de Coca-Cola y Pepsi en España en un 60%; fabricantes de las materias primas como la Asociación Nacional del Envase de PET y Tetra Pak en un 20% y comerciantes y grandes distribuidores como Alcampo, Carrefour, Mercadona y El Corte Inglés el 20% restante.

Ecoembes, por su parte, emitió un informe de réplica a las acusaciones de la ONG asegurando que “durante los últimos años Ecoembes ha ofrecido a Greenpeace la posibilidad de auditar las cifras de su actividad, analizar los datos y despejar dudas técnicas o metodológicas, sin ninguna respuesta por su parte”. La empresa indica, además, que para ellos “es absolutamente prioritario despejar toda duda sobre los datos en la gestión de residuos y para ello venimos ofreciendo nuestros datos y colaboración al MITERD y al resto de las administraciones públicas”. Por último, la organización señala también que trabaja en un nuevo Portal de Transparencia para garantizar la máxima claridad en las cifras que maneja.

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