Los Ejecutivos “vetan” el 17-O

Los Ejecutivos “vetan” el 17-O

Frente a una situación sanitaria compleja, tanto el Ejecutivo nacional como el provincial han buscado disuadir a los espacios gremiales que querían movilizarse por un nuevo aniversario del Día de la Lealtad. El Frente Sindical de Moyano sí movilizará, pero lo hará con una caravana de autos.

Por Felipe Osman.

Aún con una multiplicidad de posiciones que refleja su fragmentación, distintos espacios del sindicalismo -tanto a nivel nacional como provincial- vienen, desde hace meses, mostrando intenciones de organizar una gran movilización para conmemorar el Día de la Lealtad Peronista el próximo sábado, algo que es resistido por el Ejecutivo nacional, que sabe que la imagen de una concentración multitudinaria en Plaza de Mayo por el 17 de octubre recorrería las portadas de todo el país y tendría el efecto inmediato de “derogar” las restricciones impuestas para contener la situación sanitaria.

En rigor, el más interesado en hacer una demostración de fuerza es Hugo Moyano, mediante su Frente Sindical, y ese interés encuentra más de una explicación. Por un lado, el líder camionero entiende que el peronismo le ha “regalado” la calle a la oposición, que durante la vigencia de las restricciones al comercio y la circulación ha organizado constantemente manifestaciones y movilizaciones sin prestar demasiada atención a la cuestión sanitaria. El peronismo está acostumbrado a gobernar “con la calle”, y Moyano entiende que así debe ser.

Pero además, el líder sindical quiere diferenciarse de la CGT, controlada por Héctor Daer y Carlos Acuña, pues pretende que tras su normalización la central sea conducida por su hijo Pablo. Y para diferenciarse, nada mejor que una movilización que muestre su poder -y la necesidad que el Gobierno nacional tiene de él-, contrastando con el acto virtual que la CGT preparó para el sábado.

Su intención era entonces llevar adelante una movilización masiva, pero tras semanas de idas y vueltas la Casa Rosada logró que el líder sindical moderara sus expectativas. Huelga decir que, de lo contrario, se haría simplemente imposible hacer respetar las restricciones dispuestas. Sus propias bases, en su respaldo, minarían la legitimación que a la Casa Rosada le queda para exigir el cumplimiento de sus disposiciones en cuanto al control de la situación sanitaria.

La gran movilización pretendida por Moyano -anunciaron desde el Frente Sindical- existirá, pero bajo la forma de una caravana de autos. Una variante más amigable con las circunstancias que plantea la pandemia y con las disposiciones adoptadas por el Gobierno nacional.

En Córdoba, a escala, se dio una situación parecida. La CGT Regional conducida por José Pihen (SEP), Ilda Bustos (Gráficos), Raúl Ferro (Asociación Bancaria) y José Porras (Smata) se sumará al evento virtual delineado por la CGT Nacional, mientras las 62 Organizaciones Peronistas que lidera Sergio Fittipaldi (Soelsac) habían organizado un evento presencial para mostrar su respaldo al Centro Cívico y para inaugurar su nueva sede, emplazada en Avenida Chacabuco y San Lorenzo.

Sin embargo desde el Centro Cívico disuadieron a la organización de llevar adelante el evento y pidieron que pospusieran la inauguración de la sede.

El 17-N, sucedáneo del 17-O

Contener a los distintos espacios políticos y movimientos sociales alejados de la calle, y más aún en una fecha tan cargada de valor simbólico para el peronismo como el 17 de octubre, no ha sido tarea sencilla para los Ejecutivos y, particularmente, para el Ejecutivo Nacional, que para lograrlo ha buscado “posponer” el Día de la Lealtad convenciendo a los militantes de los principales espacios que anidan en el peronismo de llevar toda esa carga 17 de noviembre, día en que la liturgia peronista celebra el “Día de la Militancia”, conmemorando el regreso de su líder máximo al país tras 18 años de exilio.

Desde luego, pesar que la situación sanitaria será demasiado diferente en apenas treinta días parece propio de un optimismo desmesurado. Pero al menos se habrá evitado una concentración masiva en Buenos Aires en próximo sábado. Y ya se pensará, seguramente, en cómo contener al sindicalismo y los distintos espacios políticos y sociales de extracción peronista en el futuro cercano.

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