Dueño de Manaos: “Hoy un rubio de ojos verdes alemán es indio”

Dueño de Manaos: “Hoy un rubio de ojos verdes alemán es indio”

Después de años de silencio, Orlando Canido, dueño de la empresa de gaseosas, se refirió al desplazamiento ilegal de miembros del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) en una entrevista radial con Alejandro Bercovich.

Orlando Canido, dueño de la empresa de gaseosas Manaos, dio una entrevista al programa Pasaron Cosas de Radio Con Vos en la que se expresó acerca de las denuncias que caen en su contra por haber desplazado con grupos paramilitares a distintas comunidades del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase): “Hoy un rubio de ojos verdes alemán es indio”, sentenció.

Y agregó: “Vos ves lo que pasa en el sur, ocuparon el sur y prendieron fuego las cabañas y casas, ocuparon todo. Me pasa algo parecido, no da para que lo hablemos así, abiertamente en la radio y al aire libre. Es un tema muy profundo y complicado con esto de los pueblos aborígenes, las comunidades indígenas”.

Canido fue denunciado por el Mocase en distintas oportunidades. En 2016, por ejemplo, alrededor de 15 hombres armados y encapuchados que se trasladaban en tres camionetas del empresario, atacaron a la comunidad indígena guaycurú de Bajo Hondo en Santiago del Estero, dejando casas quemadas, animales muertos y un campesino herido de bala.

A comienzos de ese mismo año, el Mocase denunció que Canido pretendía desmontar cuatro mil hectáreas de monte nativo, donde habitan 60 familias. Asimismo, informaron que sus topadoras ya habían “arrasado” 500 hectáreas “quemando carbón en 18 hornos, todo de manera ilegal ya que su permiso estaba suspendido desde octubre de 2014 por las denuncias realizadas por el Mocase”.

También en octubre de 2014 se difundió un video donde se veía a paramilitares contratados por la empresa amedrentando campesinos. En aquella oportunidad el conflicto se dio en el territorio indígena del Lote 5 cerca de Quimilí. En 2003 ya se había radicado la primera denuncia contra Canido por “hostigamiento y agresiones a pobladores”.

Sin ir mucho más lejos, en el año 2020 el responsable de la secretaría de Tierras y Derechos Humanos del Mocase y habitante de Quimilí, Cariló Olaiz, fue detenido de manera ilegal en su vivienda tras haber sido denunciado por Canido, quien cuenta con sectores del Poder Judicial a su servicio y es uno de los principales acusados por la usurpación de tierras y los desmontes clandestinos en Santiago del Estero.

Sin embargo, según el relato del empresario en la entrevista radial, hace seis años le “ocuparon un campo”. “Vinieron cinco mandamientos de desalojo, fue la policía a desalojarlos y le rompieron el auto al oficial de justicia, le pegaron a la policía, los pasaron por arriba y no se pudo llevar adelante el desalojo. Yo no desalojé a nadie, me desalojaron a mí”, continuó el terrateniente sistemáticamente denunciado por los movimientos campesinos.

Cuando Alejandro Bercovich, conductor del programa radial, le consultó sobre los grupos paramilitares que respondieron a sus intereses, Canido apuntó: “Ellos vienen 300 contra 1, no son la madre Teresa de Calcuta ni son las carmelitas descalzas. Si vos vas a defender tu casa porque se te metieron adentro, ¿vas a ir sólo contra 300? Tenes que llevar gente, tu papá, cuñados, tíos, para tratar de recuperar la casa que te usurparon”.

En diálogo con BAE Negocios, Adolfo Farías, miembro de la Secretaría de Territorio y de Derechos Humanos del Mocase, señaló: “El conflicto comenzó hace como 10 años, por la zona conocida como Bajo Hondo, en Santiago del Estero. Ese territorio pertenece al pueblo Guaycurú y a la comunidad Yacu Kachi que forma parte del Mocase. Ha sido relevado y tiene reconocimiento del estado provincial y nacional por parte del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Ahí viven 12 familias y tuvimos varios episodios porque Canido quiere desalojarnos”.

Como ya demostró la ex ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich en Patagonia, el desconocimiento de los procesos de invisibilizacion de las poblaciones originarias de Argentina, la negación de las múltiples violencias perpetradas contra indígenas y campesinos en el marco de las avanzadas de los distintos modelos económicos, y principalmente la estigmatizacion y esencializacion sobre lo que es ser indígena esperando a un pobre, negro y morocho, son elementos que sirven para poner en dudas los derechos de campesinos e indígenas sobre territorios que los terratenientes y las empresas codician.

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