El drama que se repite: un temporal dejó dos muertos y graves daños

El drama que se repite: un temporal dejó dos muertos y graves daños

Calles anegadas, 2883 evacuados e interrupción de servicios de luz y transporte fueron el dramático saldo de los 120 milímetros de lluvia

Por Leonardo Tarifeño |

Los carteles que en plena avenida Corrientes promocionan las obras teatrales Lluvia constante y El diluvio que viene amanecieron ayer convertidos en los inesperados mensajes de una profecía autocumplida.

Miles de porteños -afectados por una tormenta que descargó 118 milímetros de lluvias entre la medianoche del domingo y las 7 de la mañana de ayer- comprobaron en carne propia que las inundaciones en Buenos Aires y el conurbano representan un drama cada vez más frecuente, como si el impacto de una tormenta no fuera sino el anuncio de otra peor.

La de ayer, que incluyó vientos de 60 kilómetros por hora y tuvo como saldo trágico dos muertos (un hombre en Isidro Casanova y una mujer en Lanús), obligó a la evacuación de más de 2800 personas y provocó la interrupción de los servicios de tren y subte, demoras en los aeropuertos y cortes de luz. Al mismo tiempo, demostró de manera inocultable que las iniciativas oficiales de prevención, como el túnel aliviador del arroyo Maldonado, todavía no alcanzan para paliar los graves daños ocasionados por la intensidad de las precipitaciones.

Con la alerta meteorológica aún en vigencia, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anunció que la de ayer fue la tormenta más fuerte de las registradas en los meses de octubre en los últimos 100 años. "El agua caída no batió récords para este mes, pero sí superó todos los registros en esa franja horaria", señaló Lorena Ferreira, jefa del Departamento de Hidrometeorología del SMN.

Según Ferreira, se desconocen las razones del temporal. "No puede atribuirse por completo al fenómeno de El Niño. Algunos otros patrones atmosféricos deben estar relacionados con estas tormentas intensas y lo estamos estudiando", dijo.

El pronóstico indica que las lluvias seguirán hasta hoy a la noche, y el mal tiempo, toda la semana.

En Parque Chacabuco, varios vehículos quedaron destruidos luego de la tormenta. Foto: LA NACION / Fernando Massobrio

En la Capital, las escenas de dramatismo y peligro recorrieron distintos barrios y causaron la indignada resignación de vecinos y comerciantes. En Villa Urquiza, los vecinos no salían de su asombro al ver que sus autos, estacionados en la puerta de sus respectivas casas en distintos momentos de la noche, habían sido arrastrados en horas de la madrugada por el indomable oleaje de la marea. "Con mi marido tuvimos que salir a las 4 de la mañana para intentar atajar el coche, que flotaba Lugones abajo -señaló la arquitecta Jazmín, que vive en una casa ubicada en Lugones y Sucre-. Al final logramos que no chocara contra nada, pero se inundó completamente."

En Parque Chacabuco, otros vecinos no tuvieron la misma suerte que Jazmín. Las imágenes de coches agolpados unos sobre otros evocaban las de otro temporal nada lejano, aquel que en la última Semana Santa arrasó con árboles, cables de luz y techos de casas con una furia que semanas más tarde hizo que las autoridades lo reconocieran como un auténtico tornado. Sobre la calle Blanco Encalada, entre Zapiola y Cabildo, los comerciantes lamentaban que la inundación echó a perder sus mercancías (desde paquetes de galletitas o papas fritas hasta remeras) y las fachadas de los bancos mostraban sus ventanales rotos por obra y gracia de las ráfagas de viento. La potencia y la rapidez con la que el agua ingresó en casas, tiendas, mercados y oficinas dejó a los porteños ante los anegamientos y la certeza de que por ahora la Ciudad no ofrece soluciones concretas a los desafíos que impone la naturaleza. "La buena noticia es que alrededor del arroyo Maldonado los anegamientos no fueron como en otras tormentas -dijo Rosa, quien vive a dos cuadras de la avenida Juan B. Justo, a la altura del cruce con la avenida Santa Fe-. Pero es evidente que cada vez que llueve la ciudad se inunda por todos lados." Quejas similares se escucharon en Belgrano, Núñez y en la citada esquina de Cabildo y Blanco Encalada.

Por su parte, Edenor anunció que "si las circunstancias climáticas lo permiten", el restablecimiento del servicio eléctrico podría ser total en algunas zonas de Belgrano y Núñez. Sin embargo, la previsión del tiempo hace suponer que las dificultades seguirán. "La gente tiene que saber que tenemos las mismas limitaciones que ellos -señalaron fuentes de Edenor-. Si el viento es muy potente, no podemos poner a un hombre arriba de una grúa. Lo mismo si el territorio aún está anegado; en ese caso, la grúa no entra. La seguridad de los empleados es una prioridad."

Rescate de una persona tras el derrumbe de un local en Lima al 700, en el barrio de Constitución. Foto: Télam

Mientras tanto, con el paso de las horas, en el Servicio Meteorológico Nacional se preguntan de qué manera tratar con el fenómeno que acaba de arrasar Buenos Aires. Saben que en Concordia, en el nordeste entrerriano, en este mes se acumulan 489 milímetros de agua caída, cuando lo normal para todo octubre no debería superar los 125. En el mismo lapso, en Gualeguaychú cayeron 383,3 milímetros, más del triple de los 100,9 que representa el estándar esperable. En Rosario la situación no es diferente (332,7 milímetros, contra un valor normal de 91,8) y la tendencia llega hasta General Pico, en La Pampa, donde los 265,3 milímetros caídos superan los 80,4 del registro habitual y, también, el último récord mensual, de 194,3, producido en 1967.

La generalización de las lluvias en la región obliga, mientras se interpretan las razones climáticas que las generan, a encontrar soluciones para que las tormentas no conviertan la ciudad y el conurbano en zonas de alto riesgo para sus habitantes. En ese sentido, Diego Santilli, ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, explicó que los "canales aliviadores" del arroyo Maldonado lograron que por primera vez la zona no se inundara, y que ahora falta realizar la misma acción con el arroyo Vega. "Ya hemos dicho que esa obra es indispensable, tenemos que hacer con el Vega lo que hicimos con el Maldonado -dijo-. Mientras eso no se haga, cada vez que llueva más de 90 milímetros, vamos a tener problemas."

La otra funcionaria que se pronunció sobre las consecuencias del temporal fue la vicejefa, María Eugenia Vidal. Primero recorrió barrios y villas de emergencia de la zona sur, y luego analizó el monto económico de las pérdidas denunciadas por los comerciantes. En el gobierno porteño anunciaron el otorgamiento de subsidios de $ 8000 y líneas de crédito de hasta $ 60.000. Con tal medida se intentará paliar las pérdidas económicas, hoy valuadas en 10 millones de pesos. La iniciativa muy probablemente ayudará a los afectados. Hasta la próxima tormenta.

Algunas cifras del temporal

Números para dimensionar la magnitud del evento

800

Semáforos

Durante el temporal, unos 800 semáforos de la ciudad dejaron de funcionar.

2883

Evacuados

En la provincia de Buenos Aires hay unos 2883 evacuados: La Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes y Cañuelas fueron las zonas más afectadas.

118

Milímetros de lluvia

Es la cantidad de agua que cayó hasta las 7 de la mañana.

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Del editor: qué significa.

Con cada lluvia, la ciudad se transforma en una zona de alto riesgo para sus habitantes. La próxima tormenta será otra prueba a la seguridad.

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