Disminuye la protesta policial pero hubo nuevos saqueos

Disminuye la protesta policial pero hubo nuevos saqueos
En 15 provincias se acordó con las fuerzas de seguridad, pero en muchas de ellas la tensión no bajó. Siguieron los robos a comercios en Tucumán y Chaco. La ola de reclamos llegó a abarcar 20 distritos.
Más saqueos, más violencia, más muertos. Más comerciantes que perdieron todo, más gente armada en la puerta de sus comercios para impedir que los dejaran sin nada pero a la vez más atacantes de a pie u organizados en motos entrando a la fuerza en locales. Más, en suma, de la peor cara de la Argentina justo el día en que se celebraban los 30 años de la recuperación de la democracia. La inédita crisis que desencadenaron los reclamos de las policías provinciales volvió a sacudir al país. En menos de una semana, llegó a haber 20 provincias con efectivos rebeldes y los gobernadores negociaban hasta ayer, contra reloj y comunicados permanentemente con la Casa Rosada, para evitar que corriera más sangre. En 15 de esos distritos hubo promesas de mejoras para los policías y se levantaron las protestas. Pero no bastó: desde que estalló la sublevación de los agentes en Córdoba, la semana pasada, el número de muertos ya trepa a ocho.

Cristina Kirchner, que había permanecido en silencio todos estos días, reapareció entrada la noche en el Museo del Bicentenario.

Dijo que los saqueos fueron “planificados y ejecutados con precisión quirúrgica”, condenó “ la extorsión a una sociedad por parte de aquellos que portan armas para defender a la sociedad y no para atacarla” y contó que los mandatarios provinciales le advirtieron que hubo “zonas liberadas” para facilitar el delito. Después, en medio de los festejos en Plaza de Mayo, no se privó de bailar ni de tocar tambores ni de hacer la V de la victoria (ver Página 18).

Los episodios de saqueos más graves de ayer ocurrieron en Tucumán. Los empleados de una distribuidora de la empresa Sancor se enfrentaron con un grupo de saqueadores que ingresaron a la fábrica para robar mercadería. Los vecinos se defendieron con palos y armaron barricadas para impedir que los atacantes, que se movilizaban en moto, asaltaran otros comercios. Mientras eso sucedía, el gobernador, José Alperovich, estudiaba un plan de mejora salarial para la Policía. Luego se supo que en la ola de saqueos habían muerto allí tres personas, entre ellos un hombre que recibió un disparo en el pecho y un asaltante que chocó con su moto. Por la noche hubo nuevos incidentes en la puerta de la gobernación, donde la Policía, que ya había vuelto a sus funciones, reprimió con gaes lacrimógenos y balas de gomas a un grupo de vecinos que hacía un cacerolazo.

En Chaco, por tercer día consecutivo, hubo varias horas de saqueos y disparos. El lunes había muerto un hombre en el sur de Resistencia y ayer se conoció que también falleció un policía que recibió un disparo de un atacante que le pegó debajo del chaleco antibalas. Una versión daba cuentas de que había otras dos víctimas fatales en Chaco, aunque oficialmente se informó que esas personas habían fallecido por homicidio simple en causas que nada tenían que ver con los saqueos.

En la ciudad de Perico, ubicada a 35 kilómetros de San Salvador de Jujuy, un joven de 18 años que había entrado a asaltar una casa de ropa deportiva murió de una puñalada. La gobernación logró destrabar la protesta luego de otorgar un incremento salarial básico de 8.500 pesos a partir de enero.

Los cuatro muertos que se coniocieron ayer se suman a otros cuatro que fallecieron en Córdoba, Resistencia, Entre Ríos y en la localidad bonaerense de Glew.

La confusión y la falta de información oficial (entre otras cosas porque la Policía estaba sublevada) llevó durante toda la jornada a especular con que, en rigor, los muertos podían ser más. Lo mismo que la cantidad de comercios saqueados. La Confederación Argentina de la Empresa (CAME) y las cámaras de comercio regionales difundieron que resultaron afectados 1.888 comercios en 14 provincias y que sumaron pérdidas estimadas en 568.450.000 pesos.

Al cierre de esta edición, 15 provincias habían solucionado la crisis policial, prometiendo incluso salarios que sus gobernadores no saben si efectivamente van a poder afrontar, por encima, en promedio, de los 8.000 pesos de ingreso inicial y cuando desde otros sectores estatales, como el gremio docente y de salud, ya se preparan para exigir subas similares. Las provincias que seguían en conflicto eran Santiago del Estero, Chubut, Mendoza, La Pampa y Tierra del Fuego.

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