La diabetes ya alcanza al 11% de los adultos en la Argentina

La diabetes ya alcanza al 11% de los adultos en la Argentina
El dato surge de un estudio que se hizo en el país, Uruguay y Chile. Indica que sigue en aumento, ya que en 2005 sólo afectaba al 8,5%. Además, uno de cada cuatro no sabe que padece la enfermedad.
La diabetes tipo 2 es la enfermedad por la cual el cuerpo humano no produce o no usa la insulina adecuadamente. Al no tener suficiente cantidad de insulina, la glucosa que proviene de los alimentos se acumula en la sangre. Y esto hace que la glucosa no entre en los tejidos que la necesitan. Con el tiempo, ese exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas serios en los ojos, los riñones y los nervios. En la Argentina, ese tipo de diabetes (hoy es el día mundial dedicado a ese trastorno) alcanza al 11% de las personas que tienen entre 35 y 74 años.

Ese nivel de prevalencia de la enfermedad fue detectado a través de un estudio realizado por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) en 4.000 personas a las que se les midieron los niveles de glucosa en sangre, el peso, la talla y el perímetro abdominal. La misma prevalencia de casos de diabetes fue también descubierta en Uruguay y Chile, ya que el estudio incluyó a 1.580 habitantes del primer país y 2.000 del segundo.

El estudio del IECS, que fue presentado recientemente en el 24° Congreso Interamericano de Cardiología que se realizó en Buenos Aires, también reveló que el 25% de las personas que padecen diabetes tipo 2 no lo sabe (generalmente no da síntomas, y tampoco se habían hecho controles previos de glucemia). De los que sí saben, el 77,4% se trata. Pero dentro de los que se tratan, el 47,1% no controla sus niveles de glucemia. Además, el 46% hace poca actividad física.

Los resultados del estudio llevado a cabo por el IECS “indican que la epidemia de diabetes sigue avanzando, como también ocurre en el resto del mundo, a pesar de que es una enfermedad prevenible al hacer actividad física como caminatas y al consumir más frutas y verduras y menos comida chatarra”, sostuvo María Cristina Faingold, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Diabetes.

Ya las encuesta nacionales de factores de riesgo que había realizado el Ministerio de Salud de la Nación habían advertido que los casos de diabetes iban en aumento. En 2005, los niveles elevados de glucemia llegaban a 8,5% y en 2009 a 9,6%. Esas encuestas sólo se hicieron con el reporte de los niveles de glucemia por parte de los entrevistados y no se les hizo extracciones de sangre. Por lo cual, se tratan de trabajos que utilizaron diferentes metodologías. “Son trabajos complementarios”, consideró Andrea Beratarrechea, que forma parte del IECS, una ONG que investiga en salud pública.

De acuerdo con Adolfo Rubinstein, el investigador principal que desarrolló el trabajo con las mediciones, “la situación de la diabetes tipo 2 es preocupante: es una de las condiciones que aumentan las chances de sufrir enfermedades cardiovasculares. Puede prevenirse, pero por la falta de información, la gente no se entera de que tiene diabetes hasta que sufre un infarto o un ataque cerebrovascular”.

En el mundo, también la diabetes crece sin pausa. Faingold recordó que la Federación Internacional de Diabetes había pronosticado en 2006 que habría 380 millones de personas con diabetes para 2025. Sin embargo, el año pasado ya había 371 millones de personas con diabetes. “Lamentablemente, el crecimiento de los casos de diabetes fue más rápido que lo esperado”, comentó Faingold.

Desde el Ministerio de Salud, el director de promoción de la salud, Sebastián Laspiur, dijo a Clarín que esta semana se largó la tercera edición de la encuesta de factores de riesgo que incluirá la medición de glucemia. “Sin dudas, los casos de diabetes aumentan, y esto se debe a que la gente padece más de sobrepeso y obesidad, y de sedentarismo”, explicó.

Lo interesante es que la diabetes tipo 2 puede prevenirse con el consumo de 5 porciones diarias de frutas y verduras y la incorporación de cinco porciones semanales de carnes como el pollo y el pescado. También hay que evitar el consumo de azúcares, grasas y los alimentos con alto contenido en sodio, como fiambres, embutidos, aderezos, gaseosas, productos de copetín. Y hay que moverse más: 30 minutos diarios de caminata como mínimo al comienzo.

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