El dueño de Changomás podría quedarse con los activos locales de la cadena francesa, aunque Alfredo Coto da dando pelea y se unió a otro de los candidatos
Por Andrés Sanguinetti
La venta de Carrefour Argentina entra en una fase decisiva, con la fecha límite para presentar ofertas vinculantes fijada para hoy, 15 de diciembre y en el marco del proceso de salida del grupo francés del mercado local.
En realidad, el proceso forma parte de un plan global de revisión que fue anunciado por Alexandre Bompard, CEO global de Carrefour, con el objetivo de desprenderse de activos y filiales considerados como no estratégicos para financiar sus inversiones en Francia, España y Brasil.
Es decir, en mercados que considera estratégicos y en los que no necesita destinar millonarios fondos para apalancar sus operaciones, como es el caso de la Argentina que desde hace ya varios años ha dejado de ser un país atractivo para las multinacionales.
La elección del comprador es crucial ya que influirá en la reorganización de locales, planes de inversión, y la relación con proveedores y marcas y se especula con que la firma del contrato de venta podría ocurrir antes de fin de año.
Lo que está en juego son 700 sucursales de diferentes formatos como parte de un proceso que lidera el Deutsche Bank como entidad financiera con el mandato de venta de una cadena que posee 80 híper, 80 market, 35 mayoristas y 450 del modelo Express, además de una entidad financiera propia como es el Banco de Servicios Financieros, una red de personal de 17.000 empleados, operaciones en 110 municipios y una posición de mercado del 21,1%.
Por eso se asegura que el futuro de la principal cadena de supermercados del país se podría definir durante esta jornada, con Francisco de Narváez como el principal candidato.
Confianza en GDN
De hecho, en el Grupo GDN, liderado por el empresario con el 60% del capital y por el fondo francés L.Catterton, con el otro 40%, hay quienes ya se consideran "los elegidos" para cerrar el deal y sumar estos activos a sus negocios en este sector en el cual participan con la cadena Changomás, que nació tras la compra de las operaciones locales de Walmart en el 2020.
El empresario ya envió su oferta por u$s1.000 millones a fines de noviembre pasado para sumar los locales; los 19.000 empleados y el 21% del mercado que posee actualmente su competidor.
También habría propuesto sumar un estricto acuerdo de ética y compliance para mantener la marca Carrefour en el mercado local para, de este modo, separar los negocios de esta cadena con los de Changomás en dos sociedades distintas.
De Narváez viajó a fines de la semana pasada a Europa y se especuló con la posibilidad de que se dirigiría a Francia para reunirse con el board de Carrefour en la sede del grupo en en el barrio de Massy, en el área metropolitana de la capital francesa, más precisamente en 93 Avenue.
Sociedad por conveniencia
Sin embargo, los otros dos competidores en esta carrera como son Alfredo Coto y el fondo norteamericano Klaff Realty decidieron sumar fuerzas para dar pelea hasta el último momento, con una oferta que podría ser superadora a la del dueño de Changomás.
Según pudo saber iProfesional, la propuesta sería liderada por Klaff Realty y secundada por Coto, con el objetivo de ofrecer a Carrefour Francia un contrato más ágil y superador al de De Narvaez que no incluiría el mantenimiento del uso de la marca sino todo lo contrario, una salida ordenada y limpia de la Argentina.
De prosperar, la iniciativa de ambos grupos es la de repartirse luego los activos de Carrefour Argentina, para que el empresario local incremente su presencia en el negocio supermercadista y el fondo norteamericano lleve adelante desarrollos inmobiliarios en los locales que no formen parte de una supuesta integración de activos.
Prórroga de un mes
La fecha inicial había sido establecida para el pasado 15 de noviembre pero ese día, solo se recibió la oferta de De Narváez, quien dejó trascender que estaba dispuesto a pagar u$s1.000 millones y a negociar un contrato de uso de marca con el grupo francés a cambio de un canon anual adicional y de la firma de un minucioso contrato con importantes compromisos de compliance a cumplir.
Sin embargo, los otros dos competidores solicitaron una prórroga que les fue concedida hasta el próximo 15 de diciembre, un mes en el cual las cadenas de supermercados concentran su atención en las fiestas de fin de año, teniendo en cuenta que se trata del período que les permite acumular el 40% de la facturación de todo el año. A partir de esta extensión, unieron esfuerzos y lograron armar una oferta alternativa a la de De Narváez.
El plazo inicial para cumplir con ese requisito había sido establecido por el Deutsche Bank para el pasado 18 de noviembre a las 17 horas de la Argentina. que sería algo más conveniente desde el punto de vista económico y también desde el aspecto contractual.
Coto también viene jugando fuerte para quedarse con Carrefour Argentina, al punto que armó un grupo técnico con el banco UBS como financial advisor; la consultora Deloitte; el estudio de abogados Bomchil, que asesora a los mayores grupos franceses en la Argentina, la consultora S+R Gestion y hasta una boutique francesa de M&A que opera bajo el nombre comercial de EuroLatina Finance. Todos, liderados por Germán Coto, el hijo mayor de Alfredo, y quien hoy está a cargo del proceso de expansión de la cadena y se viene preparando para consolidar la sucesión de su padre, que actualmente ya tiene 83 años.
Líder local
La cadena cuenta con más de 120 sucursales y 36 hipermercados en el país, 81 supermercados y ocho minimercados, siendo la mayoría de estas tiendas en el Gran Buenos Aires. Opera, además, tres frigoríficos y una planta avícola desde los cuales exporta al resto del mundo. En el caso del fondo Klaff Realty no tiene presencia en la Argentina, ya que hasta ahora controla la cadena Tienda Inglesa en Uruguay, lo que le brinda experiencia en el sector, además de contar con fondos para hacer frente a las pretensiones económicas del grupo francés cercanas a los u$s2.000 millones para vender su operación argentina.
La compra en el país vecino fue cerrada en u$S120 millones y, casi de manera inmediata, el fondo lanzó un plan de expansión que la llevó a que hoy opere alrededor de 100 sucursales, tenga más de 4.000 personas y facturar aproximadamente u$s750 millones al año.
Además, la marca Tienda Inglesa goza de alta visibilidad entre los argentinos que vacacionan en Uruguay, al punto que, de ser elegidos para quedarse con Carrefour Argentina, llevarían a cabo un plan de transición de alrededor de un año para instalar esta marca en reemplazo de la cadena francesa.
Salir de Uruguay
Por su parte, la cadena que dirige De Narváez opera 92 tiendas de sus diferentes formatos en 21 provincias y en la Capital Federal, pero su presencia más importante es en la provincia de Buenos Aires, donde posee 31 tiendas, incluyendo formatos híper y súper, pero también cuenta con un mercado considerable en otras provincias como Mendoza (5 locales), Tucumán (5), Córdoba (6), Río Negro (4) y Salta (4). De Narváez ya tendría resuelto el apalancamiento financiero para honrar el pago de los u$s1.000 millones. Una parte se nutriría de los fondos que obtendrá con la venta de todos sus activos en Uruguay.
En el vecino país negocia la venta de Ta-Ta, una importante cadena de comercio minorista que opera a través de una red de supermercados, hipermercados, tiendas de descuento, tiendas especializadas y su plataforma de comercio electrónico. Ya existe una carta de intención firmada con el conglomerado paraguayo Vierci, que ya tiene presencia en varios países de la región, como Brasil, Uruguay, Panamá, Bolivia, Chile, Perú y hasta en Estados Unidos.
También se desprendería de la cadena de farmacias San Roque y de la empresa de indumentaria BAS, que operan de manera independiente, pero cuyos balances se presentan en forma conjunta con los del Grupo Ta-Ta.
En las últimas horas, medios uruguayos dieron cuenta de la existencia de un grupo de ese país que también habría mostrado interés por quedarse con las empresas de De Narváez.
Socios de peso
De ser elegido por el board del conglomerado europeo, De Narváez pasaría a controlar un gigante de las góndolas que ocuparía alrededor del 29% del mercado; daría trabajo a 39.000 personas y operaría cerca de 800 sucursales. Si bien el empresario lidera el proceso con GDN, también cuenta con varios "socios" de peso en esta disputa como son el fondo de inversión francés L Catterton y con IRSA, el mayor desarrollador inmobiliario de la Argentina, que preside Eduardo Elsztain.
En el mercado entienden que dicho respaldo "subraya la seriedad y el respaldo financiero de la oferta", y aseguran que la propuesta presentada por GDN al Deutsche Bank no podrá ser igualada por los otros dos grupos interesados en quedarse con Carrefour Argentina.
Esto se debe a que la estrategia de De Narváez es mantener Carrefour en el país, si su oferta sea aceptada, negociando con la casa matriz en París para operar la marca bajo un esquema de licencia o franquicia. Este modelo permitiría al nuevo operador capitalizar el reconocimiento y la trayectoria que Carrefour en el país, evitando una costosa transición en sus más de 700 sucursales.
Sin embargo, no se trata de una tarea sencilla, ya que el acuerdo estará atado a una importante serie de condiciones que el grupo francés le impondrá a De Narváez y que, más que nada se vinculan al cumplimiento de exigentes estándares de calidad y operatividad. Entienden que existe la posibilidad de concretar un acuerdo de este tipo, además de destacar que el grupo GDN llega a la fase final con otras ventajas como una baja probabilidad de objeciones por parte del gobierno por un eventual conflicto en cuanto a participación de mercado.
Es decir, no habría riesgo de monopolio o de posición dominante que obligue a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), a tomar medidas para limitar la transacción ya que la red de Changomás tiene poca superposición con los locales de Carrefour en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y no compiten significativamente en el interior del país.


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