Las preguntas y dudas que se abrieron el jueves a la noche con el anuncio de la extensión de la cuarentena y sus nuevas condiciones en el territorio provincial, aún siguen sin despejarse. Es que si bien el gobierno nacional publicó el correspondiente decreto esta madrugada en el Boletín Oficial, aún se espera el propio de la administración bonaerense. Y la situación no es menor para Mar del Plata.

De acuerdo al criterio adelantado por el gobernador Axel Kicillof, la ciudad estará dentro de la denominada Fase 4, aquella reservada para municipios fuera del AMBA y que cuentan con casos positivos en los últimos 21 días. Sin embargo, el decreto de Alberto Fernández no toma ese último criterio, por lo que depositaría a General Pueyrredón dentro del grupo que pasa a estar en etapa de distanciamiento social, que incorpora importantes habilitaciones.

El decreto nacional abre la puerta a que Provincias planteen criterios propios en base a la prevención sanitaria, por lo que no existiría choque entre las normativas. El inconveniente, por estas horas, es que aún no fue oficializado el decreto provincial, por lo que solo correría la normativa nacional.

“Vamos a esperar el decreto provincial, porque de acuerdo al DNU (de Nación) estamos en la etapa de distanciamiento, por lo que podría abrirse incluso nuevas cuestiones. Pero sin decreto provincial no podemos avanzar”, aseguró esta mañana el coordinador de Gabinete, Alejandro Rabinovich, a La Tecla Mar del Plata. Según confiaron a este medio fuentes provinciales, el decreto sería publicado en horas de la tarde y comenzaría a regir desde mañana.

De acuerdo al Decreto 520/2020, dentro de las jurisdicciones que se encuentran en etapa de distanciamiento se ubican “todos los partidos de la Provincia de Buenos Aires, con excepción de los 40 que comprenden el Área Metropolitana de Bueno Aires (AMBA)”. Y entre las autorizaciones que se implementan se distinguen las actividades deportivas, artísticas y sociales que no impliquen una concurrencia superior a 10 personas, las reuniones públicas y privadas de hasta ese número de asistentes e, incluso, la actividad en los locales gastronómicos, con una restricción de hasta el 50% de la capacidad.