En mayo, el Indicador que elabora la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) marcó una suba interanual del 1,5%, aunque con una baja desestacionalizada del 0,4% respecto a abril.
Leonardo Villafañe
Mientras el Gobierno celebra la desaceleración de la inflación y otros datos macroeconómicos favorables, el consumo privado continúa mostrando un desempeño dispar. En mayo, el Indicador de Consumo (IC) que elabora la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) marcó una suba interanual del 1,5%, aunque con una baja desestacionalizada del 0,4% respecto a abril.
Este dato representa el crecimiento interanual más bajo del año y refleja que la recuperación del consumo aún es incipiente. El dato se conoce en medio de críticas al Ejecutivo por la falta de traslación de la mejora macro a la vida cotidiana. La caída del consumo es uno de los principales reclamos de la oposición, y otros indicadores, como las ventas minoristas relevadas por la CAME, también alertan sobre la debilidad de la demanda interna.
A pesar de la mejora del ingreso real promedio por hogar -que la CAC estimó en $1.912.000 para mayo, con un alza real del 0,4% respecto al mes anterior-, las señales de recuperación aún no se generalizan.
¿Qué dice el Indicador de Consumo de la CAC sobre el consumo masivo en mayo 2025?
El IC de la CAC, que mide la evolución del consumo de bienes y servicios finales en los hogares argentinos, mostró una mejora interanual pero retrocedió en la comparación mensual. En los primeros cinco meses de 2025, todos los registros interanuales fueron positivos, aunque mayo exhibió la menor variación.
La suba se apoyó en algunos rubros con fuertes aumentos interanuales, pero también se observó una caída en sectores clave como servicios públicos y vivienda. El índice general, además, aún se encuentra por debajo de niveles prepandemia en varios segmentos.
Por su parte, el análisis de la serie histórica del consumo en el mes de mayo revela una marcada volatilidad en todos los rubros, con años de fuertes caídas seguidos por rebotes de magnitud. Indumentaria y calzado, por ejemplo, mostró su peor desempeño en mayo de 2020, con una contracción del 75,5%, en plena pandemia, para luego registrar un rebote del 79,6% al año siguiente.
Desde entonces, el crecimiento se fue moderando hasta alcanzar un 25,1% en mayo de 2025, una suba aún importante, pero que refleja un amesetamiento tras la recuperación inicial. Recreación y cultura sigue un patrón similar: desplome del 84% en mayo de 2020, rebote del 267% en 2021, y desde entonces una tendencia oscilante que culmina en un +42% en mayo de 2025. Son rubros que, tras ser los más castigados en pandemia, aún muestran variaciones elevadas por las bajas bases de comparación acumuladas.
En contraste, los rubros vinculados al consumo esencial tuvieron una evolución más estable, aunque también menos expansiva. Vivienda, alquileres y servicios públicos alternó pequeñas subas y bajas desde 2018, y en mayo de 2025 volvió a mostrar una caída (5,9%), la más pronunciada desde 2021.
El rubro transporte y vehículos, por su parte, tuvo oscilaciones moderadas, con caídas entre 2020 y 2022, y una recuperación paulatina desde 2023, que culmina en un crecimiento del 8,3% este año.
Finalmente, el Indicador de Consumo general reflejó esa combinación de repuntes parciales y consumos contenidos: tras la brutal caída del 30,7% en mayo de 2020 y el rebote del 29,8% en 2021, se estabilizó en torno al 1,5% en 2025, muy por debajo del promedio histórico del período. En conjunto, el cuadro muestra que mayo de 2025 fue un mes de subas débiles, marcadas por la desaceleración del rebote y una recomposición aún incompleta en los sectores más sensibles.
Indumentaria y calzado: el rubro con mayor crecimiento interanual
El rubro de indumentaria y calzado registró un salto del 25,1% interanual en mayo, con una contribución de 1,4 puntos porcentuales al crecimiento general del IC. Este desempeño respondió a una baja base de comparación, ya que en mayo de 2024 ese sector había caído 18%. Además, la caída de precios relativos en el segmento favoreció la recuperación de las ventas.
Recreación y cultura: ¿por qué creció más del 40% el consumo en este rubro?
Otro de los sectores con fuerte dinamismo fue recreación y cultura, que avanzó 42% interanual en mayo. Su impacto sobre el IC fue incluso mayor que el de la indumentaria: aportó 2,4 puntos porcentuales al alza. Al igual que en otros casos, el crecimiento se explica en parte por el desplome del mismo mes del año pasado, cuando este ítem cayó 37%.
Este comportamiento puede leerse como una recuperación desde niveles muy deprimidos, más que como una expansión robusta y sostenida del consumo cultural.
Transporte y vehículos: ¿cuál fue el rol del crédito en el repunte?
El capítulo de transporte y vehículos subió 8,3% interanual, con un aporte de 1,1 puntos al IC. El crecimiento estuvo impulsado por el patentamiento de automóviles, que se incrementó un 68% respecto a mayo de 2024. Este salto responde en parte a un mayor acceso al crédito prendario y a la mejora en la oferta de autos importados.
La deuda en tarjetas de crédito, así como los préstamos personales y prendarios, mantuvieron una trayectoria positiva, aunque con menor ritmo que meses anteriores.
Servicios públicos y vivienda: el rubro que más cayó en mayo
En contraste con los anteriores, el sector vivienda, alquileres y servicios públicos mostró una caída interanual del 5,9%. La contracción estuvo vinculada principalmente a la baja en la demanda eléctrica, que según la CAC retrocedió 18,5%.
Este rubro, clave para medir la evolución del consumo cotidiano, refleja el impacto de los ajustes tarifarios y la retracción en el uso de servicios públicos por parte de los hogares.
¿Qué pasó con los demás rubros del consumo?
El resto de los rubros del IC (sin considerar los mencionados anteriormente) cayó 3,8% interanual en mayo y se ubicó un 8,2% por debajo de los niveles previos a la pandemia. Esto indica que, aunque algunos sectores repuntan, el consumo general aún no logra recuperarse por completo.
¿Cómo impacta la desinflación en el consumo de bienes durables?
La inflación de mayo se ubicó en 1,5%, lo que significó una fuerte desaceleración respecto al 2,8% de abril. Esta tendencia a la baja aportó cierto alivio al bolsillo de los hogares y favoreció la compra de bienes durables, que se ven más accesibles en contextos de menor variación de precios.
El informe de la CAC remarcó que "la ruptura de la barrera del 2% para la inflación representa un dato alentador de cara a la recomposición de ingresos reales".
¿Se consolida la recuperación del consumo masivo?
A pesar de los datos positivos en el IC, otros indicadores muestran que el consumo masivo sigue sin despegar. Las cifras de consultoras como Scentia indican apenas una suba de 0,1% interanual en abril en bienes de alta rotación, y los informes de CAME destacan caídas en las ventas minoristas.
Los analistas advierten que aún se necesita una mejora sostenida del poder adquisitivo y una mayor estabilidad para consolidar el repunte. El informe de la CAC destaca que "continúa el cambio en la composición del gasto de los hogares", con mayor foco en
El crédito y el ingreso: factores que podría apuntalar el consumo
La evolución positiva del crédito, junto a una leve mejora real en los ingresos promedio, podría sostener la tendencia alcista en el corto plazo. La CAC señaló que el ingreso disponible "registraría una mejora a lo largo del año", en sintonía con la recuperación económica proyectada para 2025 y 2026.
Sin embargo, los analistas remarcan que la continuidad del proceso de desinflación será clave. Una suba de precios en alimentos o servicios regulados podría revertir el débil rebote observado en los últimos meses.
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