Curtarsa presentó la quiebra

Luego de una larga sucesión de irregularidades, la curtiembre de Jáuregui presentó la quiebra. Un futuro incierto se abre para los 250 trabajadores activos con los que cuenta la fábrica. Una de las posibilidades es que formen una cooperativa y asuman el control de la empresa. Mientras tanto, seguirán tratando de mantener la producción.

Luego de una larga sucesión de irregularidades, la empresa Curtarsa S.A. presentó la quiebra. La curtiembre ya había sido noticia esta semana a causa de dos hechos que ponían de manifiesto la falta de un plan de gestión serio y previsible. Por un lado, el lunes se desató un incendió en uno de los sectores neurálgicos de la planta de Jáuregui, con graves consecuencias para la producción. Por otro, un grupo de trabajadores se presentó ayer en el recinto del Concejo Deliberante para solicitar ayuda a los concejales y denunciar la retirada de Beppe Ambruoso, el propietario de la fábrica. Ambos hechos conformaban un cuadro de fácil interpretación: la curtiembre estaba a la deriva y los empleados librados a su suerte. En este marco llegó la noticia de la presentación de la quiebra.

"A partir del incendio registrado la semana pasada, los trabajadores decidieron administrar la empresa con lo que quedaba, porque el Tano literalmente se borró. Estábamos haciendo gestiones para que los trabajadores asumieran una administración provisoria y el trámite iba bien encaminado, pero se precipitaron los hechos y la empresa presentó la quiebra", explicó a EL CIVISMO Digital Oscar Escuredo, abogado del Sindicato de Obreros Curtidores (SOC), entidad gremial que nuclea a la mayoría de los trabajadores de la empresa. "Los trabajadores seguirán en plan de trabajo y tratando de organizar la producción, como lo vienen haciendo hasta ahora", completó.

Según informó el letrado, el futuro de la firma puede discurrir por tres caminos: "Puede haber lo que se denomina un salvataje -que una empresa u organización idónea presente un plan de gestión razonable y se haga cargo de la empresa-, se puede organizar una cooperativa y que los trabajadores se hagan cargo o se puede producir la venta de los activos de la empresa y con ese dinero resarcir a los acreedores en primer lugar y a los trabajadores después". Desde su lugar, Escuredo interpretó que "lo ideal es que los trabajadores no sean empresarios, pero si no hay otra alternativa yo creo que los trabajadores van a ir por la cooperativa. No es sencillo. Hay que hacer un plan de gestión y la justicia lo tiene que aprobar. Algo similar a lo que hizo Vandenfil. El proceso está amparado en la Ley de Quiebras, que desde hace unos años está más aceitado".

En cuanto al futuro inmediato de los trabajadores, Escuredo señaló que "a partir de ahora es la Sindicatura la que se hace cargo de la empresa y si ésta lo considera necesario podría ir gestionando subsidios para los trabajadores. Pero es algo que no se sabe". Si bien la planta no llegó nunca a recuperar el nivel de producción de años anteriores, actualmente cuenta con "250 empleados activos más otros 150 en situación de incertidumbre", apuntó el abogado.

Comentá la nota