Cuello fue condenado a perpetua por matar con alevosía a Tomás

Cuello fue condenado a perpetua por matar con alevosía a Tomás
Los jueces dieron por probado que el hombre asesinó al nene de nueve años "para pegarle a la madre donde más

le podía doler". Pero descartaron que haya habido ensañamiento. Hubo insultos y gritos al final de la audiencia.

Enrique Quarleri

Susana Santillán calló el rencor durante casi cuatro horas: apenas si miró fijo al hombre que estaba sentado a pocos metros suyo, acusado de matar a su hijo de nueve años de una manera brutal. Pero bastó que Adalberto Cuello se parara luego de escuchar el veredicto unánime que lo condenó a prisión perpetua por el homicidio calificado por alevosía de Tomás Dameno Santillán, el nene que crió un tiempo, y ofreciera sus manos a las esposas, para que su ex pareja y madre de la víctima se lanzara sobre él para gritarle con asco: “¡Sos un asesino hijo de puta!”.

Una comitiva de penitenciarios sacó a Cuello de la sala a empujones, en una marcha apurada que buscaba escapar del coro de insultos y hasta de algunos golpes lanzados sin puntería. Susana Santillán no lo soportó más y sufrió una descompensación. Así se cerró la secuencia del drama. Después, en la calle y frente a las cámaras de televisión la mujer al fin pudo contar su conformidad con el fallo. “A mi hijo no me lo devuelve nadie, pero esta bestia va estar donde tiene que estar", dijo.

La audiencia prevista para el mediodía comenzó puntual. La sala del cuarto piso de los tribunales de Junín estaba a tope. Había ansiedad por conocer el veredicto, aunque eso no les importó a los miembros del Tribunal Oral en lo Criminal 1 que, a través de la secretaria, eligió leer los fundamentos de la sentencia, sumando expectativa en las casi cuatro horas que duró la última jornada del debate.

Para condenar a Cuello, los jueces Miguel Ángel Vilaseca Parisi, Karina Piegari y Claudia Dana tuvieron en cuenta los muchos testimonios sobre la "mala relación" que el imputado tenía con Tomás, en especial lo que aportó el primo de la víctima, que recordó que al niño "le daban ganas de hacer pis y le dolía la panza" cuando lo veía.

El tribunal también consideró que el imputado planificó el hecho y probaron el móvil en base a los análisis psicológicos del condenado, que concluyeron la existencia de "un vínculo patológico con la madre de la víctima".

"Pegó donde más le podía doler, para Cuello (Tomás) era una cosa, una forma de herir a la madre", justificaron.

El tribunal coincidió parcialmente con lo solicitado por el fiscal de instrucción y juicio, Javier Ochaizpuro, que en los alegatos había reclamado reclusión perpetua por homicidio agravado por ensañamiento y alevosía.

Los camaristas no aplicaron el agravante del ensañamiento por considerar que el crimen fue cometido en poco tiempo y hubo una corta agonía, pero aceptaron que hubo "alevosía", es decir un estado de indefensión de la víctima.

"Aun afirmando que el niño hubiese intentado y hasta logrado oponer resistencia con rasguños, manotazos o maniobras defensivas, esta nunca podría haber sido riesgosa para el agresor", explicó en su voto la jueza Piegari, una consideración a la que adhirieron sus colegas.

La magistrada también describió que Cuello le dio muerte a Tomás "con un despliegue psicológico de astucia artera y traidora", y que actuó sobre seguro al valerse de una pala de punta de hierro para concretar el criminal objetivo.

Otras de las pruebas de peso recogidas en la investigación y que valoró el tribunal fue el ADN de Tomás hallado en el asiento trasero del Fiat Palio Weekend de María Inés Márquez, la novia de Cuello al momento de los hechos, y que el acusado manejó el día del crimen.

En ese sentido, resaltaron además que el imputado obligó a Márquez a mentir durante su declaración en la justicia, al hacerle decir que estaba con él durante las horas en que la víctima estuvo desaparecida.

También se tuvieron en cuenta los análisis de los registros telefónicos que ubicaron a Cuello en la zona donde fue hallado el cadáver de Tomas y la reconstrucción que probó que el imputado tuvo tiempo de secuestrar al chico a la salida del colegio y llegar a la escena del crimen en el momento en que se activó su celular.

"El resultado fue perfectamente posible, todo lo tuvo planeado y calculado", se remarcó en el fallo.

Tomás desapareció el mediodía del 15 de noviembre de 2011, alrededor de las 12:15, cuando salió de la escuela con la intención de llegar a su casa, en Lincoln, pero, según la justicia, Cuello se interpuso en el camino. Luego de una intensa búsqueda, el cuerpo del niño apareció abandonado dos días después en un predio rural, en las afueras de la ciudad.

La lectura del veredicto explicó el estado en que los peritos encontraron el cadáver. El fallo habló de un estado de putrefacción avanzado y reveló las circunstancias. Así se supo que Tomas, por ejemplo, se orinó encima antes de morir.

Por la conmoción de todos los presentes, los jueces interrumpieron el relato de la secretaria y la instaron a pasar por alto los detalles de un acto atroz. «

investigarán al padre del asesino

Los jueces que condenaron a prisión perpetua a Adalberto Cuello ordenaron que se investigue a su padre y a una vecina.

Se trata de Ramón Cuello y Analía Cabral, quienes fueron los últimos testigos en declarar en el proceso oral. La mujer –para quien el fiscal del juicio pidió la detención– cometió falso testimonio y el hombre la habría instigado a cometerlo.

Durante su testimonio, Cabral acusó a la novia de Cuello, María Inés Márquez, de haber secuestrado a Tomás, pero a partir de una serie de contradicciones en las que incurrió, finalmente confesó que eso era mentira.

Además, dijo que Cuello padre le ofreció una casa para que beneficiara al acusado, por lo que se los sometió a un careo, en el que ella reiteró su denuncia y el hombre negó el ofrecimiento para que declarara en favor de su hijo.

"El relato fue tan inverosímil como pocas veces he podido apreciar tan claramente", afirmó el juez Miguel Ángel Vilaseca sobre los dichos de Cabral, y sostuvo que "se trató de una declaración armada, que nada tuvo de cierta".

"Entre ella y Ramón Cuello pergeñaron una estrategia, que desde el inicio mismo se hizo añicos por su falta de seriedad, sin prever las consecuencias que ello traía aparejado", agregó el juez, quien calificó el hecho de "parodia".

casal: "es un fallo

ejemplar"

En un gesto poco frecuente, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, presenció la lectura del veredicto y aseguró que la sentencia que condenó a prisión perpetua a Adalberto Cuello por el crimen de Tomás, "es un fallo ejemplar".

El ministro destacó que la sentencia se refirió a la "violencia de género" ya que Cuello, "asesinando al niño, le iba a causar más dolor a ella (por Leonor Santillán, madre de la víctima y ex pareja del condenado)". Casal agregó que los jueces realizaron "un estudio exhaustivo de la prueba".

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