El nombre de esta bebida era Cawy Lemon-Lime y esta es toda su historia. La compañía que lo fabricaba era Cawy, que se creó en Cuba en 1948. Esta desarrolló cuatro plantas embotelladoras, ubicadas en Rancho Boyeros, en Matanzas, en Yaguajay y en Bayamo.

Además, Cowy estableció una sólida red de distribución. Así se convirtió en una de las empresas de bebidas cubanas mejor gestionadas.

Los refrescos Cawy se vendieron en Cuba hasta 1959. Posteriormente, los dueños emigraron a Estados Unidos. Allí, Vicente Cossío, hijo del fundador de la empresa, se asoció con Néstor Machado y gestionó financiamiento con los exiliados cubanos Celestino Villalba y Frank García, quienes lo ayudaron para abrir nuevamente la embotelladora Cawy, en 1964.

Vicente se percató de que el mercado estadounidense era muy competitivo para el agua mineral y los refrescos de limón. Por ello, decidió enfocar la empresa en sodas dedicadas a los latinos. Así inició la producción de Materva y Jupiña, bebidas que antes de 1959 eran muy populares en Cuba. Con el paso del tiempo incluiría otros refrescos en su catálogo, entre ellos Malta Cawy, Malta Rica y Rica Naranja-Mandarina.

Con sede en Miami, la empresa Cawy Bottling es una de las más exitosas entre las hispanas. Sus productos se distribuyen en varios estados norteamericano y llegan a varios países de América y también a España.

Cossío murió a los 83 años, en Miami, en el 2011. La prensa lo definió como “el empresario cubano que inyectó a la industria de refrescos en Estados Unidos un sabor latino con productos como Materva y Jupiña”. Su hijo es el presidente de la embotelladora Cawy.