Declararon dos policías que participaron de los allanamientos. Los cinco acusados prefirieron el silencio. La fiscal pediría perpetua para todos. El autor de las más de 50 puñaladas sería Julio Ferreyra
La víctima tenía 24 años cuando el 22 de marzo de 2009 a la madrugada fue en su remís, un Ford Escort celeste, a buscar a un pasajero en 28 y 89. El hombre tardó en salir y el conductor del auto discutió con un grupo de jóvenes que le patearon el vehículo. Maximiliano los increpó y como respuesta recibió golpes de puños, cintazos y puñaladas. Murió con más de 50 heridas punzantes.
Los cinco acusados como los autores del mortal ataque son los hermanos Julio y Silvio Ferreyra, Antonio y Julián García Cañete y Leonardo Curtido Benítez, los últimos tres de nacionalidad paraguaya.
Varios testigos, entre ellos Alejandro Retamoso, Raúl Revolero y Rosa Ávalos, quienes depusieron en diversas audiencias, ubicaron a los detenidos en una situación crítica. Todos fueron reconocidos por los declarantes en la sala de juicio.
Partícipes necesarios
Se estima que tanto la fiscal de Juicio, Laura Lasarte, como el abogado de la familia Videla, Guillermo Francella, pedirán que los cinco procesados sean condenados a prisión perpetua por el delito de homicidio calificado por alevosía.
Retamoso declaró que esa fatídica madrugada estaba en la esquina donde ocurrió el crimen. Dijo que Videla estaba tirado en el piso, inmovilizado por los acusados Antonio y Julián García Cañete y Leonardo Curtido Benítez, y que el autor de la puñalada fue Julio Ferreyra. Esa versión alivió la situación procesal de Silvio “Mambo” Ferreyra, pero otros testigos lo ubicaron como partícipe de la pelea.
Además el resultado de la autopsia reveló que todas las puñaladas fueron hechas con una misma arma blanca, versión que tiene su correlato con lo dicho por Retamoso. Ambas pruebas apuntan a Julio Ferreyra como el autor del crimen y el resto serían todos partícipes primarios, por lo que recibirían la misma pena, en caso que los jueces hagan lugar al planteo de la fiscal.
Los alegatos serán abiertos por la fiscal, luego será el turno del abogado de la familia de víctima. Las audiencias continuarán el miércoles 20, ya que el martes 19 será feriado, con las exposiciones de las defensas. Tras las réplicas de las partes, los acusados podrán hacer uso del derecho a decir las últimas palabras antes que los jueces se retiren a deliberar y den a conocer el veredicto del caso.
Un crimen atroz
Maximiliano Videla tenía 24 años y una hija de 10 meses. Era suboficial del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y trabajaba en la Unidad 40 de Lomas de Zamora. En los ratos libres manejaba un remís y era árbitro de fútbol.
Los padres y hermanos de Maximiliano nunca se cansan de pedir justicia. La muerte de Maximiliano los atravesó y sufren cada día. Ernesto, el papá, afirmó que “Julio Ferreyra perdió una zapatilla en el lugar del crimen. Tenía manchas de sangre de mi hijo. Eso indicó el resultado de ADN”. Además señaló que “ninguno de los acusados habría podido matar a Maxi si actuaban solos. El medía un metro ochenta y era corpulento. Todos son culpables del fatal desenlace”.
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