Crearon una bicicleta fija para reciclar botellas pedealeando

Crearon una bicicleta fija para reciclar botellas pedealeando

Tres emprendedores cordobeses idearon ReciU Bike, una bici que permite procesar envases plásticos y convertirlos en materia primera de nuevos productos.

Hacer ejercicio, ahorrar energía y convertir basura en materia prima, parecen elementos que no tienen ninguna relación. Aunque si la tiene para ReciU, la empresa cordobesa que nació buscando opciones creativas, factibles, y escalables, que solucionen el problema global de acumulación de plásticos, y que acaba de presentar ReciU Bike, una bicicleta fija que, con sólo pedalear, es capaz de procesar botellas plásticas y convertirlas en materia prima para la producción de nuevos productos.

ReciU fue fundada hace tres años por tres emprendedores cordobeses: Mario Postay, ingeniero en Sistemas; Amadeo Sabattini, licenciado en Química, y Mauricio Donemberg, especialista en Marketing, estos dos últimos dos con una vasta trayectoria y know how en el reciclado plástico. Y ahora están presentando su primera propuesta luego de tres años de I+D que se financió con el aporte de los socios, más el aporte de inversiones privadas y aportes públicos por un total de u$s 250.000. Y, hoy se encuentran en pleno proceso de captación de inversores, con una ronda abierta de u$s 1 millón para llevar a cabo su plan de expansión.

"ReciU y, más específicamente, ReciU Bike surge bajo el convencimiento que el planeta necesita soluciones creativas y escalables, que permitan rápidamente implementar procesos efectivos de recuperación de residuos plásticos, con la certeza de que todos deberíamos ser protagonistas, no sólo separando, sino siendo actores reales y concretos de la solución", remarca Mario Postay, CEO de la firma y un emprendedor de base tecnológica que, además, es miembro de Endeavor Argentina y del Consejo Directivo de Addventure, el club de inversores ángeles.

Con un modelo de negocios enfocado en la valorización de los residuos procesados, ReciU ya tiene un acuerdo con la Municipalidad de Córdoba para convertir a la ciudad en un piloto global en recuperación de PET con la instalación, hasta abril del 2022, de 600 puntos de reciclado. Sin embargo, la propuesta también contempla acuerdos con operadores logísticos, con una cámara de gimnasios y con una planta de reciclado para hacer el input del material recolectado y transformarlo en un nuevo producto.

"En el siguiente paso, que serán los próximos 3 años, el plan es replicar la experiencia en ciudades de al menos 1 millón de habitantes", explica Postay a El Cronista y nombra las primeras que aparecen en el plan: Rosario, Mendoza, Santiago de Chile, Montevideo, ya que el proyecto no está pensado solo para la Argentina.

Ciudad de Buenos Aires, aún no está en los planes ya presenta un desafío logístico importante y una propuesta más abarcativa para la cual ReciU ya está trabajado en otros productos que están en fase final: uno es una especie de totems de distinta capacidad de procesamiento que recibe los envases. "Son productos más industriales que llevan un motor que pica y están pensados para grandes puntos de consumo como drugstores, estaciones de servicio", explica el emprendedor.

CÓMO FUNCIONA

La bicicleta fija, cuyas primeras unidades se instalaron en el gimnasio modelo Fitship, ubicado en Ciudad Empresaria, tiene una pequeña tolva o canasto, con un dispositivo de seguridad, que permite introducir las botellas para ser picadas mediante un molino de alta ingeniería y un sistema de reducción que no implica esfuerzo extra más que el de un pedaleo común, para transformar residuos en materia prima tan solo en 40 segundos.

La bicicleta fija puede transformar una botella en partículas en 40 segundos

"El impacto que generó la bici en este gimnasio es impresionante. La gente va exclusivamente a ver y probar la bicicleta", cuenta Postay.

ReciU Bike está diseñada justamente para ser instalada en gimnasios, escuelas, plazas y paseos públicos, eventos masivos, donde los visitantes se pueden convertir en recicladores activos, reciclando las botellas que consume y tiran, muchas veces en la vía pública o en cestos no clasificados, evitando que esos residuos terminen contaminando el ambiente.

"ReciU se propuso lograr moler las botellas PET lo más cerca posible del punto de consumo, de esta forma, el reciclado se vuelve participativo y comunitario", subraya.

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