Construyen un parque industrial con infraestructura propia que preservar la ciudad

Ubicado en Carlos Spegazzini, el polo que desarrolla la compañía Alberdi ofrece todos los servicios, espacio parquizado natural y tratamiento en origen de los desechos industriales. Por su localización, aseguran que es muy eficiente en materia logística. Ya se vendió casi la mitad de sus 300 parcelas.
La propuesta de radicar un parque industrial en Carlos Spegazzini, “equidistante” con los puntos más importantes de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, seduce a los grupos inversores a pensar en el segundo cordón del conurbano como opción para invertir. Pero también es una razón de peso la posibilidad de evitar imprevistos legales que podrían obligar a una relocalización de las plantas fabriles, como un cambio de zonificación o una actualización de las normas medioambientales. Con esos criterios en mente, el responsable del nuevo agrupamiento para el sector que se construye en esa localidad ezeizense, Martín Rapallini, puso el ojo sobre la conceptualización que fundó la “caótica” industrialización que tuvo lugar en el primer cordón del conurbano, a comienzos de siglo, y la que le prosiguió tibiamente, en los ’90, por ejemplo en Pilar.

No hay armonía entre sus agentes en ciudades fabriles como Lanús o Avellaneda, algo que se puede evitar con algunas consideraciones que los viejos parques productivos desestimaron. “Generalmente, las área industriales nacieron caóticamente y sin una buena propuesta para el tratamiento de sus desechos”, puntualizó Rapallini en diálogo con LA TERCERA. Se trata del director de Cerámicas Alberdi, que está al frente de puesta en funcionamiento de un nuevo polo que en su concepción conjugó la “preservación del espacio verde” preexistente con “la necesidad” de los inversores. La respuesta al planteo está en plena vigencia ya que las primera 150 parcelas están en etapa de comercialización, con una respuesta del “80 por ciento”, aseguró.

“Esa performance fue porque acogimos el requerimiento de los industriales: buena ubicación y accesos, todos los servicios, un lugar estético muy lindo, un precio de mercado y una buena financiación”, describió el desarrollista. En suma a que el parque “baja los costos por infraestructura” del inversor porque los concentra ya al momento de poner el primer ladrillo, también “garantiza que no va a sufrir un cambio de zonificación”.

“En otros lugares se forman pueblos al lado de las industrias -que obligan a su relocalización-, cuando acá ya está todo planificado para que el parque con sus cortinas de árboles correspondientes sea un lugar para la industria. En el primer cordón, los camiones de 30 toneladas transitan por calles que no son correctas, rompen todo. Nosotros pensamos en accesos de hormigón para los camiones”, ilustró el empresario.

“Tiene el concepto”

El empresario consideró que, a nivel macro, “Argentina no tiene vuelta atrás en lo que es la reindustrialización, que es generadora de trabajo de calidad y riquezas”, así como “empleos estables”. En tanto que, en el plano micro, “en cinco o diez años, puede haber entre 10 y 12 mil personas trabajando en el parque, lo que significa fuentes de trabajo, ingresos para el municipio y un impacto indirecto para” la economía local.

El cambio histórico al que refiere debe ir de la mano de la “clase dirigente”. Así, Rapallini consideró que la provincia y el gobierno nacional “tienen entendidos esos conceptos, por lo que no creo que compren nunca más una receta que no esté anclada en la generación de industrias”, sostuvo.

También adscribió en el colectivo al jefe comunal anfitrión, Alejandro Granados. “Un porcentaje importante de los trabajadores deben ser de Ezeiza. Eso conllevará a que la gente -que no viva allí- se relocalice. El fenómeno mundial es trasladarse lo menos posible desde el lugar de residencia hasta el trabajo”. En el caso particular, esto se verá favorecido porque es “uno de los distritos de mayor seguridad y nivel de salud del conurbano. Su infraestructura social es de primera”, categorizó.

“Equidistante” significa cerca

El nuevo polo industrial se ancla en el kilómetro 44 de la autopista Ezeiza-Cañuelas, donde se ubica en un “punto equidistante” de los principales puntos de interés de la industria: lindero con la autovía que lo une a la Capital federal, el Aeropuerto de Ezeiza, El Camino de Cintura y la General Paz, la locación recibirá también los beneficios de la anunciada autopista Presidente Perón. “El corredor Ezeiza Cañuelas es el mejor a nivel logístico y de ubicación estratégica”, confió el desarrollador.

En su predio, Alberdi Desarrollos diseñó un área cerrada, con calles y accesos de hormigón para el tránsito pesado -aunque la zona favorece al cambio de modalidad de carga-, distribución eléctrica de media tensión y gasífera de media presión, desagües industriales, cloacales y pluviales, que confluyen en una planta propia de tratamiento de desechos, aparte de la que cada industria debe tener por reglamentación municipal.

El área está favorecida por una vegetación “añeja que hemos tratado de respetar, y a la que vamos a agregar parquización perimetral”. “Al tener una planificación específica”, allí se puede radicar “cualquier tipo” de emprendimiento, entre los que ya se cuentan metalúrgicos, plásticos, laboratoristas, autopartistas, textiles, gráficos, de servicios y logísticos, en tanto que hay planes para un posible depósitos fiscal.

Consultas

Alberdi Desarrollos es una empresa del Grupo Alberdi. Para contactarla, dirigirse a la avenida Corrientes 880, 6º piso A, o comunicarse al 4332-0758 y 4326-3305. Más información del Polo Carlos Spegazzini en www.poloezeiza.com.ar.

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