Condenaron a dos civiles por los saqueos en Córdoba, pero liberaron a 16 policías

Condenaron a dos civiles por los saqueos en Córdoba, pero liberaron a 16 policías

Dos hermanos recibieron penas de 2 años y medio y 3 años de prisión por robar alimentos. Los uniformados, en tanto, seguirán imputados por "desobediencia a la autoridad" e "instigación a cometer delitos"

En un juicio abreviado que comenzó y finalizó hoy, la Cámara del Crimen de Córdoba condenó a Lucas Giménez a 3 años de prisión y a su hermano Ciro a 2 años y medio, por lo saqueos ocurridos a fines del año pasado en todo el país. Los jóvenes permanecerán detenidos hasta el 10 de agosto, cuando cumplan 8 meses de arresto.

El caso tuvo algunas curiosidades. En primer lugar, porque fue su propia hermana quien los denunció luego de que la amenazaran, lo que fue considerado un agravante por los magistrados, que los condenaron por el delito de hurto calificado.

Por otra parte, los jóvenes vivían frente al supermercado Cordiez del barrio cordobés de San Vicente. Los productos que se llevaron habían quedado tirados en el suelo luego de un saqueo masivo, por el que no hay ni siquiera sospechosos. Y sólo se llevaron comida: latas de tomate, arvejas y palmitos, seis paquetes de yerba y tres botellas de aceite.

En diálogo con radio Cadena 3, el fiscal Diego Albornoz comentó: "Lo que a mí me llamó la atención es que son chicos con buena presencia, que se expresan bien, son educados y tienen el colegio secundario. Vaya uno a saber cuántas veces habrán ido a comprar allí".

La condena tuvo su contracara en la decisión del fiscal del Distrito III, Turno 7, Raúl Garzón, quien dispuso laliberación de 16 policías que habían sido detenidos en enero por la rebelión que protagonizaron en Córdoba el 3 y 4 de diciembre pasado en reclamo de un aumento salarial, y que terminó con saqueos en toda la provincia y se propagó al resto del país.

Al argumentar su decisión, el funcionario consideró que "no hay riesgo procesal y no pueden perjudicar la investigación".

No obstante, los uniformados - entre agentes, suboficiales y oficiales- seguirán siendo investigados. Los acusan de "instigación al delito" y "desobediencia a la autoridad", puesto que su inacción facilitó la expansión de una ola de robos e incidentes.

Por medio del sistema de geolocalización satelital, el fiscal logró probar en la causa que los policías acusados recibieron en sus transmisores la orden de retomar las funciones. Lejos de obedecer el mandato, instaron a otros agentes a plegarse al acuartelamiento.

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